Tortura

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Kara está haciendo su mejor esfuerzo, jejeje, muchas gracias por su apoyo, sin más que lo disfruten.

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Son las doce, la heroína ha llevado a su novia y suegra a la bodega, en lo que Iosif ha cruzado camino para llegar primero. Ya tienen al pobre tipo atado a una silla, él sabe que es actuación, que está haciendo un papel, sin embargo, lo que le van a hacer a continuación podría lastimarlo de verdad.

Nerviosa la rubia se acerca a una mesa donde la joven Luthor coloca un maletín que sacó de su auto. Tiene los instrumentos de tortura que ha utilizado antes, entre ellos tiene un pequeño bate de béisbol que en realidad es de goma y está cubierto por un fino e impercetible polvo, que es un químico que reacciona con el sudor pintándose de rojo, patentado por la misma Lena, también hay otras herramientas pero no sabe que son o para que sirven, como dijo Lillian, ella hace de todo para evitar la tortura.

-Creo que simplemente le voy a partir el cráneo- dice Danvers tomando el bate.

Su suegra detrás de ellas en un asiento se levanta objetando.

-¡Te dije lo que quería ver!- reclama.

Kara voltea a verla, la mira enfurecida arremangándose la camisa, la expresión es tan fría que Lillian baja su ímpetu.

-No tengo por que torturarlo, este idiota solo fue torpe, nos expuso a una sustancia a peligrosa haciendo peligrar también la sustancia- explica tomando el bate de manos de su novia-. Además no sabemos si la fuga dejará algún rastro que nos incrimine, le voy a partir la cabeza y ya, rápido, limpio, sin dramas.

-De acuerdo- reniega la señora.

La heroína mira al hombre, él no se ve con miedo, aunque puede escuchar su corazón acelerado, ella levanta el bate y lo golpea, con una precisión milimétrica el actor arroja la cadera cuando la goma rebota con su cabeza cayendo al suelo, aún atado por cuerdas a la silla. El químico ha actuado de maravilla parece que le ha abierto la cabeza, además tiene el extra de no solo teñirse de rojo, si no también desprender un olor metálico.

Kara vuelve a levantar el bate, Lena aprovecha que la atención no está en ella para buscar en su teléfono la galería de tonos que tiene para esta situaciones, seleccionando Tronido de huesos el cual hace sonar cuando rebota la goma en su garganta, el actor también hace su trabajo, gritando y luego fingiendo que le han partido la traquea.

-¡Quítale la billetera y tíralo al agua!- ordena a Iosif, señalando afuera con el bate ensangrentado-. Con suerte la fauna acelerará el trabajo, de cualquier forma jugaré golf con el fiscal el jueves, le comentaré para que no investigue.

Iosif asiente.

-Si jefe.

En eso escuchan gritos detrás de ellas.

-¡DEJA ESE HOMBRE DANVERS!

¡Es James! El amigo de Superman, su primo, Lena le había dicho que él la había descubierto mientras jugaba a eso de The guardian, él se cree un superhéroe, pero le explicó y había fingido ser un detective que estaba tras su rastro, Lillian lo conoce, perfecto.

-Oh ho ho- ríe la rubia burlesca, dejando el bate con delicadeza sobre la mesa, ya que si lo azota por actuación, el ruido contra el piso la va a delatar-. Si es el patético oficial Olsen, ya te corrieron de la fuerza y sigues aquí, debemos ser muy especiales para ti.

-¡Ésta vez es diferente!- asegura él sacando del bolsillo interior de su chaeta un micrófono-. Tal vez has comprado al departamento, al fiscal ¡Al alcalde! Pero tengo pruebas, de ti, de todos ustedes ¡Te vas a pudrir en la carcel!

Sé mi padrinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora