Ecos de la Noche: Un Nuevo Comienzo

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[Una vez, alguien dijo que la sangre humana tiene un mejor sabor por la noche.]

Un joven salió de su residencia, a pesar de la avanzada hora, para disfrutar del agradable aire que acariciaba su cuerpo. Miró a su alrededor con cautela, asegurándose de que nadie lo hubiera visto. Al comprobar que había pasado desapercibido, empezó a caminar dejando que el destino dictara su rumbo.

Mi nombre es Hiroki Mori, tengo 15 años y por primera vez me aventuro fuera de mi hogar sin informar a nadie.

Respirando profundamente, disfruta del fresco clima del lugar después de la reciente lluvia. Las calles están ligeramente mojadas y con entusiasmo salta para evitar los charcos, disfrutando de su libertad.

- Esto se siente bien... - dijo, tocando su pecho y sintiendo cómo su corazón latía rápidamente.

La noche es realmente asombrosa, es simplemente placentero dar un paseo al aire libre.

Mientras Hiroki paseaba por las gélidas calles, se cruzó con un indigente que descansaba en una acera, resultándole inusual ver a personas durmiendo al aire libre.

Siguió caminando durante unos minutos hasta arribar a un pintoresco barrio situado a cierta distancia de su residencia.

- Soy el único aquí; es como un aislamiento total - pensó, mirando los grandes edificios que se encontraban en el lugar.

- Jaja, ¡me siento tan libre! - dijo, emocionado.

Debido a su proximidad a un parque, el joven descubrió un pequeño columpio en el centro del lugar y con gran entusiasmo corrió hacia él para comenzar a balancearse, disfrutando plenamente del momento.

- ¡Jajajaja! ¡Ha pasado mucho tiempo desde que jugué en un columpio por última vez! ¡Wooo, qué divertido! Ja, ja... - Rió al principio, pero poco a poco se había quedado callado, mirando el suelo.

Últimamente he experimentado una disminución en la sensación de sueño...

Puedo inferir que ocurrió a partir de que descubrí que mi ex pareja, a quien consideraba mi apoyo más cercano, mi confidente e incluso mi figura materna, estaba manteniendo una relación íntima con Kokujin, un joven de 18 años al que reté a pelear hace unos meses, llegando a perder de manera humillante.

A través de un video enviado por el propio kokujin, descubrí que esas cuatro mujeres me habían traicionado de diversas formas. Por esta razón, tomé la decisión de separarme de Nao, quien era mi novia, romper la amistad que mantenía con Ayumu, supuesta amiga, y comenzar a distanciarme gradualmente de mi madre y hermana.

No obstante, cada vez que aquel individuo de piel oscura llegaba a la casa, mi madre Kaede e incluso mi hermana Kanoko lo permitían entrar para sostener relaciones sexuales en la habitación que perteneció a mi difunto padre. Lamentablemente, yo no podía hacer nada al respecto, solo soportar y escuchar, aun en contra de mi voluntad, cómo mi propia madre afirmaba que habría sido mejor no haberme tenido.

- ¡Agh! ¡Es por eso que odio a las mujeres! - gritó, bastante resentido por lo que había ocurrido.

- ¡Qué molestia! - gritó para utilizar la velocidad que había ganado en el columpio para saltar de este y caer de pie.