Sentado en el borde del vacío. Más allá de las barreras físicas del mundo.
Lejos, tan lejos que el espacio se tuerce y se deforma con un pensamiento.
Tarde, tan tarde que todas las estrellas, que todas las galaxias, que toda la creación colapsaron por su propio peso.
Frío, tan frío que ni siquiera el hielo puede formarse sobre su superficie.
Una casa antigua, de alfombras aterciopeladas, de candelabros de plata, de cuadros elegantes. De un cálido confort atemporal que acogió a miles de millones de almas de una misma especie. Una única unidad que con todo su esfuerzo anhelaban e idolatraban este sitio, lo que representaba este sitio para ellos.
Su hogar, su dulce y placentero descanso, su refugio del exterior.
Pero ahora, que no se puede diferenciar el aquí del ayer, ¿de qué se podrían ocultar? Y sin embargo, otra alma más surca estos mares. Atraída por la imagen familiar que se encuentra en este bizarro regazo.
En lo poco que queda de este universo, y del anterior, y del anterior a ese...
Escalofríos recorren por tu piel mientras tu alma se disuelve lentamente, no se puede mirar a la verdad con prejuicios, no se puede llegar al final con arrogancia. Limpias tus impíos pensamientos conforme te ves arrastrándote hacia una de las ventanas, como si la corriente te llevase. No estás despierto, pero sientes tus ojos abrirse. No tocas el vidrio ni sientes el gélido abrazo de la madera del suelo, pero en tu mente resuenan los recuerdos, recuerdos que se conglomeran en sensaciones, sensaciones que se transforman en nuevos recuerdos.
Interactúas conmigo, con este lugar. Hueles el polvo que se ha acumulado desde hace cien mil millones de años atrás, cuando aún habían planetas. Sientes la luz azulada y oscura entrar por las ventanas, un destello de cuando algún día hubo energía. Sientes tu cuerpo levantarse, cómo de tus facsímiles mecánicos a los que llamas piernas comienzan a mover sus engranajes, a la par que tus brazos. Los escuchas crujir y los sientes responder. Tu sentido del equilibrio se estabiliza, tu oído se calibra a mi melodía para no reventar por la presión del vacío cósmico.
Un corazón que late, unos pulmones que respiran, una mente fértil que sueña... o quizás... ¿que ve?
Sí... el último eco que le faltaba a este lugar para completarse.
—Vida... Al fin...
Tus ojos borrosos finalmente vislumbran entre la oscuridad abisal una figura. De traje oscuro, elegante, pero con la cara oculta detrás de una máscara que cubre toda su cabeza con tela aguamarina...
—Tan única y sofisticada... con tus... conexiones neuronales y tus patrones de reconocimiento...
Con un sombrero elegante y pintas de crupier. Capaz, si no pudieses denotar sus manos azuladas y demacradas saliendo por sus mangas, casi pensarías que es una especie de jugador extravagante que antaño hacía partidas de pool con las estrellas.
—Una larga... larga partida...
Me río.
—Y te veo.
Camino a tu alrededor.
—Y pienso.
Pienso, pienso... pienso en la última vez que vi a alguien como tú.
—Cuando aún florecía el orden.
Cuando aún había caos.
—Pensarás que la historia se ha acabado, que es tan lejana que se ha perdido por completo.
Y mientras observo tu endeble y efímera forma, me regocijo en tu ignorancia y tu falta de perspectiva.
—¿Pues no eres capaz de sentirlo en el aire que emana mi hogar? ¿No puedes percibir con tus sentidos la magnificencia de mi gran obra? Todo lo que alguna vez tuvo relevancia o significado, todo lo que creó y reformó la historia...
Todas las decisiones, todos los errores.
—Y sin embargo no eres capaz de reconocerlo...
Bufo y respiro profundo, observo, observo mis antigüedades y artefactos, mis mil historias y mis mil risas. Por fin, después de tanto tiempo...
—Vida...
Poso mis manos sobre tus hombros lentamente y te permito ver, abriéndote las puertas de mi paraíso.
—Te doy la bienvenida a mi relicario por encima de la creación, por encima de la nada.
ESTÁS LEYENDO
El Relicario
HorrorEl cosmos es un lugar vasto y profundo. Y sin embargo, aquí te hallas, en frente de mi. El universo es un lugar improbable y complejo, y sin embargo llegaste aquí, flotando sin rumbo. Un alma por fin. Vida, luego de tanto tiempo. Vida a la que le pu...