ii. where'd you leave the dog?

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ii. where'd you leave the dog?

❛ and i can see you being my addiction you can see me as a secret mission run away and you know i won'tever tell, yeah

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❛ and i can see you being my addiction
you can see me as a secret mission
run away and you know i won't
ever tell, yeah. ❜

━━ i can see you by taylor swift








Sydney y Nora tuvieron una breve charla entre ambas, y aunque fuese extraño, Sydney nunca se había sentido tan cómoda hablando con alguien sobre la vida.

El trayecto era largo, y sabía que tendría tiempo de hacer un millón de cosas y aburrirse aún más veces hasta llegar. Una chica pelirroja llegó al compartimiento tras una media hora de viaje, y se sentó al lado de Nora con una expresión de cansancio.

—Media hora. Media hora y ya tengo a Potter detrás de mi.

Estaba claro que la nueva chica no se había dado cuenta de la presencia de Sydney, la cual se encontraba mirando a Nora con una expresión de confusión frente a la actitud de la chica.

—Lily, esta es Sydney Jackson... —anunció Nora, con intención de hacer que la chica, llamada Lily, se diera cuenta de la presencia de Sydney.

Lily se sorprendió y enseguida miró a Sydney con expresión de arrepentimiento. —Perdón, no te había visto. Soy Lily Evans, prefecta de Gryffindor.

Sydney sonrió y asintió con la cabeza. —Sydney Jackson.

Entonces, Lily se volvió a girar a Nora, su expresión de cansancio y molestia volviendo. —Es insoportable. Potter es insoportable.

—¿Quien es Potter? —inquirió Sydney, tratando de entender la conversación.

Nora se giró hacia Sydney un momento. —Un chico del curso de Lily que va tras ella desde primer año e intenta conseguir una cita con ella todo el tiempo. Aunque Lily siempre le rechaza.

—Es insoportable. Evítale si puedes. —Lily recomendó a la americana.

Sydney simplemente sonrió. Entonces, la puerta del compartimento se volvió a abrir, dejando ver a un azabache con gafas. El mismo que le había gritado un perdón mientras perseguía al perro en la estación de Kings Cross.

Sydney inmediatamente arqueó la ceja en confusión por lo que estaría haciendo ese chico ahí, sin embargo cuando vio la expresión de aún más molestia en Lily, comprendió que el chico era el tal Potter.

—Se te ha caído el pin, Lily. —el azabache dice mientras entra al compartimento y le entrega el pin de prefecta a Lily, sentándose enfrente de ella y al lado de Sydney. Fue entonces cuando el joven notó la presencia de la otra pelirroja e inmediatamente sonrió. —James Potter. ¿Y tú?

Sydney frunció el ceño en confusión mientras miraba a la puerta en busca del perro que antes perseguía el joven. Entonces, se giró hacia él y se cruzó de brazos.

—Sydney Jackson. ¿Te has cansado ya de correr detrás del perro negro ese?

Preguntó con sarcasmo la chica. Nora y Lily intercambiaron miradas confusas, mientras que James entonces reconocía a la chica como a la que le había gritado unas disculpas en la estación tras el perro hacerla caer.

—Que sorpresa. Mis disculpas de nuevo, a veces canuto no controla por donde va.

—¿Canuto? ¿Que es, un cigarro el perro? —Sydney preguntó con sarcasmo. —A todo esto, ¿donde te has dejado al perro?

La pregunta hizo que Lily reprimiera una risa al ver a James sorprendido. Sin embargo, este, tras la sorpresa, sonrió y sacudió la cabeza. Ya le estaba gustando esta chica.

—No. Es un apodo. ¿Te gusta más el nombre Sirius para el perro? Y esta en el compartimento.

—¿Cómo la constelación? —Sydney preguntó en sorpresa.

—James, deja de mentirle. —Lily dijo en un tono de enfado antes de mirar a Sydney. —James y sus amigos son animagos, Sirius es uno de ellos y se transforma en perro.

Sydney entonces se sorprendió más aún, haciendo que James sonriera a causa de la sorpresa de la joven. Sin embargo, Nora detectaba las intenciones de James y decidió hablar.

—¿Porque no te vas a gastarle una broma a alguien? —preguntó Nora con una ceja enarcada.

—No creo, aquí se está bien. —respondió el azabache mientras sonreía y miraba a Sydney.

—James. —Lily dijo en un tono que indicaba advertencia. —Vete.

Entonces el azabache rodó los ojos y se levantó. —Bien, me iré. Cuanto odio hacia mi persona en esta sala.

Con eso salió del compartimento. Lily suspiró y miró a Sydney, mientras que Nora subía las piernas al asiento y se apoyaba en la ventana del compartimento.

—No se si darte las gracias o pedirte perdón. —Lily le  dijo a Sydney.

—¿Por qué? No he hecho nada. —respondió la joven en confusión.

—Has hecho que James cambie de objetivo y la deje en paz. No la ha mirado ni una sola vez desde que te ha visto a ti. Algo me dice que vas a ser tú la que sufra las constantes preguntas de Potter por sacarte en una cita.

Sydney estaba confundida por ello. Y tampoco sabía cómo sentirse al respecto. ¿Por qué en Hogwarts ya había cambiado todo, sin tan siquiera haber llegado al castillo? No tenía sentido.

En Ilvermorny nadie la miraba. Nadie intentaba hacerse su amiga. Nadie le ofrecía chucherías aún sin conocerla. Sin embargo, en la corta hora que llevaba de trayecto en el tren, ya había tal vez conseguido caerle bien no solo a una persona, sino a dos, y que un chico, aunque fuese pesado y Sydney no tuviera mucha confianza de él por cómo le había conocido en la estación, se fijase en ella.

Todo era una locura, no tenía sentido. Hogwarts parecía el mundo del revés, y Sydney ya tenía claro que no iba a parecerse nada a los años que había pasado sola en Ilvermorny.

Lily y Nora se pasaron todo el viaje explicándole el sistema de Hogwarts. Las clases, las casas, los puntos, el quidditch, los profesores, las personas. Sydney acabo recibiendo tanta información que sentía que llevaba toda su vida yendo a clases en esa escuela.

Y, sin embargo, a cada dato nuevo que recibía no podía evitar comparar ambas escuelas en su mente. Las grandes similitudes que a la vez las hacían tan diferentes. El sistema de casas, en el que en uno son unas estatuas las que te seleccionan y en el otro es un sombrero. Las clases, que tan parecidas pero tan diferentes de contenido son. Las personas, que tan bien describían pero Sydney no podía evitar preguntarse si simplemente Nora y Lily estaban fingiendo por pena de que Sydney fuera la chica nueva.

Sin embargo, eso era solo la desconfianza de la americana. Solo su mente. Porque si llegara a ver más allá de la inseguridad de no haber tenido nunca una amiga real, vería que ambas chicas le hablaban con entusiasmo de haberla conocido y ser las que le introducen en el colegio de Hogwarts.

(esp) slut! ✹ james potterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora