Bien... Hagamos esto por primera vez.
Me llamo T/N Parker Yamashiro. Fuí mordido por una araña radioactiva y desde este momento empezaré a ser conocido como el único y sorprendente... ¡Spiderman!
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Un nuevo amanecer había llegado, los tenues rayos del sol ya alumbraban las movidas calles del país del sol naciente.
Mientras tanto, yo me encontraba caminando en dirección al edificio de Oscorp.
Tuve que despertarme más temprano a fin de poder venir antes de que empezara la escuela.
Caminaba a paso lento. Mi pecho todavía me dolía, producto de aquella herida que aquella criatura me había hecho la noche pasada.
Aún con mi factor de curación, seguía teniendo molestias.
Revisé mi celular, y como esperaba, el vejestorio de Jameson ya había hecho un reportaje sobre lo sucedido.
Curiosamente, esta vez no me acusó de estar coludido con lo sucedido. En cambio, me recriminó por no haber llegado a tiempo para detener a esa lagartija gigante.
¿Quién rayos lo entiende? ¿No me acepta como héroe pero quiere que actúe como uno?...
Lo peor del caso es que sigue habiendo mucha gente de acuerdo con los disparates que dice.
Francamente, ya estoy comenzando a hartarme de eso.
Tranquilízate, Yamashiro. No te dejes llevar por eso...
Pensé mientras seguía caminando hasta que por fin llegué al edificio de Oscorp, el cuál... estaba clausurado temporalmente.
La entrada principal tenía un gran agujero, al igual que muchos vidrios rotos se mantenían dispersos sobre el suelo.
Ay no, no doctor, no me haga esto...
Sigilosamente, conseguí escabullirme para acceder al edificio, por suerte el ascensor todavía servia.
Al entrar a la oficina del doc, quedé anonadado. Su casi perfectamente ordenada área de trabajo era un completo desastre.
Ví en el suelo varios documentos que estaban regados en el suelo...
Eran los estudios que habíamos hecho estos últimos días sobre el suero de lagarto.
Hubiera querido seguir analizando por más tiempo el lugar, pero una voz me devolvió a la realidad.
Connors: "Es malo espiar, ¿sabes?"
Cuándo me giré, me topé al doc que estaba vestido con unos harapos que parecían sacados de la basura.
"B-Buenos días doc, que hace aquí?"
Connors: "Eso debería preguntarte yo... No deberías estar en la escuela?"
"Ah... Sobre eso, lo que pasa es qué..." cuándo giré levemente la mirada, ví la bata en la que había dejado mi celular el día de ayer. Me acerqué a ella y lo tomé.
"Olvidé mi celular jeje, lo siento" reí nerviosamente, pero el doctor Connors se mantuvo frío.
Luego de mirarlo con más calma, me percaté de algo...
