Parte 19, El Loco, N°0. (Sin editar)

845 122 21
                                    

.

.

.

Dos dias habian pasado desde que tuve mi momento a solas con Gaia... y con Airis.

Suspire y mire a mis lados para ver a ambas mujeres/automatas. Me levante de la gran cama con suavidad para no despertarlas y camine hacia la zona de la forja de mi taller privado. Ya vestido con mi ropa y mi tunica negra con ornamentos de bronce mire fijamente la lava que caia por un lado de mi forja y chasquie los dedos.

Es hora de comenzar con otro plan en mente para mis miembros del tarot.

Me teletransporte cerca del asentamiento donde se encontraba el anciano. Tambien conocido como justicia o el justiciero.

Acaricie suavemente mi anillo y mi aspecto cambio a uno mas joven.

Mis musculos se compactaron, mi traje cambio a uno mas parecido a una vestimenta japonesa. Mis manos, ojos y gran parte de mi pelo tomaron el color rojo de la sangre.

Satisfecho con mi apariencia asenti, y hice aparecer un gorro de paja que tapara mis rasgos faciales

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Satisfecho con mi apariencia asenti, y hice aparecer un gorro de paja que tapara mis rasgos faciales. Sonrei y de un chasquido de dedos hice aparecer de mi almacen una larga espada roja brillante.

La sed de sangre de la espada era evidente. Como si quisiera devorarlo todo. Pero opaque dicha sed de sangre con magia y una runa para ocultar su aura para hacer que no se desate el pandemonio cuando me acerque a la aldea que suele frecuentar el anciano.

Pero si queria hacer el escenario mas divertido y mas satisfactorio, tenia que analizar los alrededores y dejar una impresion profunda en el. Bueno, espero que salga como estoy pensando.

Es hora que El Loco, el maestro y fundador del tarot se presente con cada individuo para guiarlos en este pesado camino donde tendran que tener en sus espaldas el odio de todos los seres concientes para regular la balanza.

Es hora que el loco demuestre sus enseñanzas, donde cada una de mis enseñanzas pueden ser contradicciones.

(. . .)

El anciano camino hacia el bosque como usualmente hace. Desde que su cuerpo pudo ponerse a dia y que de a poco parecia volverse mas joven, o por lo menos eso sentia internamente. Entreno como loco y lucho contra cada animal que encontro y aprendio de la naturaleza.

Algunos los mataba para vender y comer, y otros simplemente los derrotaba y los dejaba vivir.

Pero sobre todo. Aprendio de ellos.

Los metodos de caza de las aguilas, la paciencia y memoria de los cuervos, el temple de los alces, el instinto y dominio de los osos.

Vio y analizo cada una de sus acciones y formas de vivir.

Hizo sus enseñanzas su rutina. Y comenzo a ver el mundo de forma diferente. Hasta que...

Vio una escena fuera de lo normal.

Tomando El Manto De La Forja.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora