Jaehyun era un gran alfa, con un aroma envolvente demasiado presente a su edad, una sonrisa enmarcada con hoyuelos y ojos rasgados que hacían su mirada fuerte.
Doyoung era un lindo omega, perfumado con su propio aroma a rosas y miel, unos labios pomposos y cabello negro brillante.
Claro que eran el uno para el otro desde el criterio de Yun Oh, solo que había un pequeño problema; Doyoung era su maestro y tenía veintidós años, mientras el era un estudiante de primaria y tenía doce años menos.
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Yun Oh siempre miraba al maestro con admiración, incluso callaba a otros estudiantes para que la voz de aquel hombre se escuchara con claridad. Ese debía ser el omega más hermoso de todo el mundo, no podía imaginar a alguien más bello y con aroma único.
- Yun Oh, me estaba escuchando o no? - Doyoung nunca se enojaba con algún alumno, seguía tratando a todos como bebés de guardería, cosa que a muchos les molestaba pues creían que ya no eran niños.
Pero para el profesor "Doyo" del quinto año, todos eran pequeños adorables. Seguro se debía a que anteriormente estaba en guarderías, hasta que por algún motivo desconocido terminó en primaria dentro del mismo plantel.
Los niños de sexto año o los de secundaria decían que era porque había perdido a su bebé o nunca logró tener uno. Por algo las miradas de desagrado hacia Kim Doyoung mientras comía solo en el comedor de estudiantes, tan rechazado para sentarse con los profesores.
"El profesor Kim Doyoung es un omega inútil, ni si quiera pudo tener un bebé, el único propósito de los omegas en esta vida"
"¿Seguirá casado o alguna vez lo estuvo?"
"Siendo alfa nunca estaría con alguien como él"
- Lo escucho, mamá.- Doyoung y todo el salón soltaron una carcajada.
Las mejillas del niño se tiñeron de rojo por la pena, solo asintió y continuó escribiendo en su cuaderno.
- Bien, como estaba explicando, sus cuerpos comenzarán a desarrollar cambios nunca antes vistos, físicamente los alfas serán más altos y corpulentos. Mientras que los omegas somos delgados casi siempre, aunque también podemos ser muuuuy fuertes.- Comenzó a escribir algo en el pizarrón, todos miraban con atención.- Hablemos de un tema un poco incómodo, el celo por el que todos ustedes sin excepción a menos de que sean betas, van a pasar.
- ¿Usted también pasa eso, maestro Doyoung?
A veces los niños son un poquito imprudentes cuando no conocen la delicadeza de ciertos temas.
- B-bueno, soy un omega, claro que lo he pasado porque está en mi naturaleza.- Sus mejillas estaban calientes ante tal pregunta.
- También está en su naturaleza tener hijos y ni siquiera ha podido tener uno.
