Sabes cuando es tiempo de irte.

109 6 9
                                    

Muerto.

Así se sentía James desde ese día. No podía reconocer el sentimiento en su pecho y el vacío en sus ojos, los suspiros de decepción que soltaba cada cierto tiempo. Su falta de apetito, lo desanimado que se sentía.

O tal vez lo sabía. Ya había estado en ese punto de su vida, tan bajo que ni siquiera podía ver a sus hijos con una sonrisa, que las lágrimas salían de sus ojos sin preguntar.

Richard estaba preocupado, su esposo no sonreía, no hablaba, ni siquiera se levantaba de la cama. No sabía que hacer, flores, chocolates, mimos, amor... Nada funcionaba.

— Amor tenés que comer... — James negó, haciéndose bolita en su cama. La presión en su pecho seguía ahí ¿Cómo podía levantarse y comer si le costaba respirar? Le dolía el corazón, se sentía débil.

Quería morirse, aunque ya lo estaba. Muerto en vida, así se sentía.

— No quiero comer, gracias igual. — Fue lo único que recibió, las únicas palabras que en días le había dicho. Richard comenzaba a desesperarse ¿Qué más podía hacer? En unos días debían partir a Brasil y James parecía no poder funcionar.

Comenzó a cuestionarse si había sido buena idea estar solos los dos, tal vez James necesitaba la compañía de alguien que no sea él, respirar de su presencia ¿No? Motivo por el cuál decidió llamar refuerzos: Ospina y Falcao.

— Vienen David y Falca, yo saldré para que tengan su tiempo... Vuelvo en un rato, amor. — Le dejó un beso en la frente abandonando la habitación y poco después su casa, aprovechando el tiempo disponible para hacer la compra y reflexionar acerca de sus decisiones, de lo que hizo y las consecuencias que estaban generando en su matrimonio. Se encontraba en un punto muerto.

Hey lord, you know I'm tired.

James se levantó de su cama poco después. Odiaba las recaídas, odiaba no poder funcionar como una persona normal por semanas por razones mínimas. Entró a su baño, observándose al espejo y viendo todo lo que Richard pudo odiar de él tanto que decidió serle infiel. Sus costillas comenzaban a notarse debido a la falta de alimento, sus ojeras gigantes y piel pálida.

Parecía un maldito cadaver andante, ni siquiera estaba en condiciones de jugar de vuelta con el Saõ Paulo, o con algún equipo. Era un fracaso, una estrella que se apagó antes de siquiera poder llegar a su punto álgido.

Se dio una ducha, ni siquiera intentó verse presentable. Se puso una sudadera y una de las camisas de Richard, apenas había conseguido arreglarse un poco su cabello cuando el timbre sonó.

'Tu puedes, finge' fue lo único que se dijo a sí mismo antes de abrir la puerta y recibir a sus amigos con una sonrisita ladina, abrazándolos y sintiendo un poco de felicidad al estar con otras personas que no eran Richard.

Estuvieron sentados en el salón, Falcao hablándole de su fichaje en el millonarios, David del resto de sus amigos y James simplemente asentía, intentando concentrarse e ignorar su mente que se desviaba a los sucesos que lo habían hecho recaer nuevamente.

— James... ¿Qué pasa? — La pregunta fue suficiente para hacer que el mencionado se encogiera en su asiento, intentando evadir el tema de su estado anímico y físico. Pero Falcao y Ospina siempre supieron como meterse bajo su piel, las miradas preocupadas de los dos, sus manos en su espalda, tanteando los huesos bajo su camisa. Solo habían pasado dos días, no era para tanto.

— Llevamos dos semanas intentando contactar contigo desde que acabó la copa. — ¿Dos semanas? Se sobresaltó ante ese comentario, encontrando las miradas llenas de preocupación de sus amigos, no supo que decir, simplemente se quedó viéndolos esperando que más tenían que decirle.

— Creo que es mejor que te quedes conmigo y Lorelei. — Sugirió Falcao, levantándose del sillón para dirigirse a la cocina, sirviendo tres vasitos con agua al sentirse demasiado incómodo por la vista de su mejor amigo tan, tan desgastado. Mataría a Richard por hacerle tanto daño, pero sabía que eso solo haría a su amigo sentirse peor.

— Dani está con los niños en Miami pero no dude que viajará para que usted los vea, sabe que ella nunca le negará verlos. — Siguió Ospina, sabiendo que era lo mismo que había vivido James cuando se divorció de su hermana, pero mucho peor. Daniela y él quedaron en buenos términos, ninguno fue infiel, ninguno hizo sentir mal al otro.

Richard en cambio había destrozado cada pedacito del alma de James y lo había dejado vacío, un cascarón de lo que alguna vez conocieron ellos dos.

James solamente se levantó de su asiento y volvió a su habitación, encerrándose en ésta sin decir nada.

Richard volvió a casa poco después, aún estaban ahí Falcao y David, quienes rápidamente lo abordaron y explicaron su plan.

— No vamos a aceptar un no, me voy a llevar a James. Convénzalo y despídase. Usted también va a ir a terapia si quiere al menos la mínima oportunidad de tenerlo de vuelta con usted. — Amenazó Radamel, y Richard solo pudo asentir, sabiendo que, aunque le doliera, era lo mejor para él.

Hey, Lord, just cut me loose.
I'm sure this world is done with me.

— James... debemos darnos el tiempo. — El mencionado rió al escucharlo insistir nuevamente en que aceptara el plan de Falcao. Quedarse con él en Bogotá, ir a terapia y mejorar. Ver a sus hijos, pasar tiempo con ellos y solo si veían mejoría volvería a ver a Richard.

Como un niño al que le quitan su juguete.

— ¿También irá usted a terapia, Richard? — Preguntó desde la cama, sentado en un borde, rasguñando disimuladamente sus muslos de solo pensar en separarse de Richard, aunque en el fondo sabía que era lo mejor, no quería dejarlo ir.

— Si, en Brasil. Iré para la temporada con el Palmeiras. Será un mes, mejoraremos, amor. — Se acercó a él, suspirando al ver sus uñas encarnadas en su piel que ya comenzaba a sangrar cediendo ante la fuerza sobre ésta. Tomó su mano entre las suyas, dejándole un besito delicado— Será un tiempo para mejorar, no es separarnos. Seguimos juntos, te sigo amando con fuerza. Solo debemos darnos un poco de espacio.

— Llámeme, al menos una vez a la semana. Por favor. No puedo existir sin usted en mi vida. — Suplicó James, mirándolo con sus ojitos cristalizados, buscando un poco de paz en los ajenos. Richard asintió, atrayéndolo a sus brazos y dejándole un beso en su cabeza, apretujándolo con fuerza. Lo amaba, y por eso quería ser mejor para él.

— Vamos a empacar ¿sí? Falca está esperando abajo.

James solo esperaba que este fuera el nuevo comienzo en su relación que tanto necesitaban para seguir adelante, y no el final que estuvieron alargando tanto tiempo.

How long can I stay
In the place that can't contain me?




PERDONme desaparecí unos días, pero traigo un cap relativamente largo ! !
Gracias por su amor y apoyo por este fic, los adoro <3

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jul 25, 2024 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

RENEGADE (JICHARD)Where stories live. Discover now