𝟎𝟐

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Taehyung inhaló y exhaló profundamente.

El agua caliente caía sobre su cuerpo. El vapor esparcido en el aire nubló aquel pequeño y limitado espacio colisionando con su robusta complexión el cual, con sus manos, realizaban un recorrido intentando enjabonarlo por completo.

Su pecho se oprimió en una acción que hizo estirar y apoyar a un costado de su cabeza sus brazos sobre los azulejos empañados, repentinamente viéndo y sintiéndose envuelto en un extraño sentimiento mezclado de tristeza y confusión.

Una parte de él tenía y sabía la razón por la cual se debía ello, de cómo su insuficiencia comenzó a depender en el hoy de muchos factores, factores los cuales se les escapaban completamente de sus manos.

De su realista vida escasa de decisiones, autosuficiencia y por sobre todo...

Libertad.

Y es que, ¿siempre fue así?

Desde su perspectiva, no había necesidad de indagar más allá cuando la respuesta se daba por sí sola, en un concepto erróneo y averiado que se basaba en un ciclo sin fin, en donde las mentiras no tardaron en tarde o temprano tomar posesión en sus padres, en su supuesto bienestar y en su propia familia.

Y preguntándose cada día el por qué su amor de alguna manera, lo lastimaba.

Se enteró de mucho a largo de los meses. Creyó por años que su relación familiar se encontraba en una burbuja intacta de prejuicios, disfunciones, maltratos e indiferencias.

Algo demasiado bello y perfecto para ser simplemente, real.

Agobiado, Consumido, Abatido.

Así era como Taehyung, se sentía.

Y Dios. Era tan estúpido por pensar así, ya que esas palabras solo lo atormentaban cada día más.

Le dolía de tan solo pensarlo. Sin embargo, Taehyung hacía el esfuerzo de autoconvencerse ante cualquier circunstancia, dándole una mayor prioridad e hincapié a que él no era, ni nunca fue y será, el malo de esta historia, de cómo había acabado todo así, de sus reacciones ni de su monotonía cuando las reglas del juego estaban claras, de ninguna manera considerándose como un culpable cuando se trataba de aquellas cadenas invisibles aprisionarle y su mundo lentamente, derrumbarse.

"No estoy bien, y eso, está bien. Sé que algún todo estará bien, y yo, también lo estaré. Enfréntalo y camina en paso firme, hacia adelante." - Sus palabras repitiéndose constantemente en su mente.

Y es que por lo general, cuando sus pensamientos oscuros tomaban control en él, tenía ciertas formas de calmarlos y aliviarlos, a veces funcionaban, a veces no. Muchas veces no había una explicación para cuando su estado de ánimo se encontraba innecesariamente "depresivo", colapsando emocionalmente sin motivo alguno.

Pero en esta oportunidad no se quedaría de brazos cruzados, intentaría hacer algo al respecto una vez que terminó y secó su cuerpo, enrollando su toalla alrededor de su pelvis y saliendo cuando le acogieron los escasos metros cuadrados que él llamaba su habitación, si es que podía llamarle así.

Las revistas y fotografías esparcidas por todo el lugar, posters algo arrugados y doblegados en donde las esquinas se despegaban de la blanquecina muralla algo desgastada y manchada, todas ellas poseyendo alguna u otra imagen de alguna banda rock u propaganda barata, acompañándole y contratándoles los opacos muebles que se encontraban rotos, torcidos y faltantes en piezas, luciendo añejos y deteriorados.

Su espacio era... acogedor, sí.

Agitó las húmedas hebras de su cabello en cada paso que daba hacía su cómoda. Esta mañana había llegado hecho un desastre luego de haber regresado de casa de su novia, aún medianamente avergonzado por cómo su cuerpo había reaccionado, su dignidad estándo por lo suelos y el cómo se había despedido de ella pasando por su lado como si no hubiese ocurrido esa noche una catástrofe entre sus piernas.

𝐃𝐨𝐧'𝐭 𝐫𝐞𝐭𝐮𝐫𝐧 | 𝐓𝐚𝐞𝐤𝐨𝐨𝐤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora