Clouds.

Conociendonos.

-Cuéntanos de ti Jay-pregunto Marie.

-Bueno, luego de que me saliera de la secundaria, me fui a Liverpool, ahí termine la secundaria y me vine nuevamente a Holmes Chapel.

-¿Tus padres donde están?-pregunte 

-Están en Liverpool, junto con mis hermanitas.

-¿Hermanitas?-pregunto Marie con una sonrisa.

-Lila y Sophia-dijo con una sonrisa.

-Joder Jay, tienes dos hermanas-reí.

-Si, la vida no ha sido fácil con esas mocosas, son muy fastidiosas y quieren todo lo que yo tengo.

-¿Que edad tienen?-pregunto Marie.

-Lila tiene cuatro años y Sophia nació la semana pasada.

-felicitaciones,cuéntanos de tu vida amorosa-pregunte riendo.

-Bueno hace dos meses termine con mi novio, porque me fue infiel.

-Que mal-dije.

-¿y Ustedes?-pregunto con una sonrisa.

-No hemos tenido mas novios desde Jack y Dallas Delfinicks.

-¿en serio?-dijo sorprendida-eso fue como hace mil años-exagero.

-No tenemos tiempo de novios, Jay-dije seria.

-Además, mientras tu estabas con el corazón roto cuando terminaste con tu novio, nosotras andábamos follando libremente-dijo Marie riendo.

-Por un momento pensé que eran Vírgenes.

-Reí-Amo tus tatuajes-confesé.

-Gracias.

-Haz cambiado muchísimo Jay-dije Marie.

-Ni hablar de ustedes, recuerdo cuando les decían "Las adorables Preston" siempre con dos coletas.

-Si-suspire.

Los recuerdos vinieron a mi mente como un balde de agua fría perturbando rápidamente mi mente.

*FlashBack.* 

-Mamá por favor cómprame el helado de chocolate-dijo la pequeña niña con coletas amarillentas.

-No Gwen, es el único que queda, y Marie llorara si solo te compro ese a ti, te comprare el de vainilla.-le dijo su madre-Deme dos helados de vainilla y dos de fresa, por favor-ordenó.

Al darle los helados, las pequeñas salieron corriendo a un parque cercano, mientras que, sus padres tomaban asiento en la grama húmeda y verdosa.

-A que no me atrapas, Gwen-dijo la pequeña Marie riendo con inocencia.

-Iré por ti, Marie-dijo la pequeña Gwen con una sonrisa plasmada en su pequeña cara.

-Papá, papá, Gwen no me quiere dar el columpio-se quejó Marie.

-Ya tú te montaste Marie, es mi turno, papá no es justo-lloriqueo la pequeña Gwen.

-Ya niñas, es tiempo de irnos-ordenó su padre con una sonrisa

-Pero papá si apenas acabamos de llegar.

-Marie y Gwen, por favor, no protesten y suban al auto-dijo esta vez preocupado-apúrense-ordenó.

-¿Qué pasa Jack?-dijo la madre de las dos niñas preocupada.

-Mierda, Cecilia están aquí-grito.

-Vámonos-ordenó.

-Necesito hacerme un tatuaje.-dije luego de que volví a la realidad

-¿Qué te quieres hacer?-pregunto Marie.

-No sé, algo que signifique algo para mi, quizás una pluma o un ángel, no sé tengo que pensar que me haré.

-Tengo un amigo que hace tatuajes, el ha hecho todos y cada uno de mis tatuajes, dime cuando estés lista y yo le digo.

-Esta bien, gracias.

Estuvimos hablando un largo tiempo, sentí que volvíamos al pasado, y que las cosas eran como antes, pensé que Jay seria un gran problema en nuestras vidas, pero estaba totalmente equivocada.

-Me tengo que ir-dijo Jay.

-Te acompaño a la puerta-dije.

Cuando Jay se fue Marie y yo nos quedamos conversando en el sofá.

-¿Porque de repente te quieres hacer un tatuaje?-pregunto Marie.

-No lo sé, tú sabes que a mi siempre me han gustado los tatuajes, quiero que mi primer tatuaje sea especial, que tenga un gran significado para mi que cada vez que lo vea me den ganas de llorar de alegría por habérmelo hecho-reí-quiero que sea algo especial para nosotras.

-¿Algo de nuestros padres?-asentí-genial, te acompañare.

El timbre resonó en toda la casa.

-¿Estas esperando a alguien?-pregunte, a lo que Marie negó inmediatamente.

-¿Será que Jay se le quedo algo?-pregunto Marie.

-No lo creo,ella se revisó mil veces antes de irse, para que no se le quedara nada.

-Iré a abrir-dijo Marie.

-Ni loca, te quedarás aquí agarra tu arma y pásame la mía, por favor.-ordene. Me tendió mi arma a lo que yo agradecí, me dirigí hacia la puerta con mucho cuidado y la abrí.

-Mierda Emma.-exclame.-por lo menos avisa si vienes.

-Hola Gwen yo estoy bien ¿y tú?-dijo riendo.-¿y Marie?

-En el sofá, iré por un poco de agua, siéntete como en tu casa.

-Gracias.

Me dirigí a la cocina por un poco de agua, subí a mi habitación para dejar mi arma bajo mi almohada y bajar de nuevo a la sala.

-Bueno chicas, ¿se preguntaran que hago aquí verdad?

-Si-dijimos Marie y yo al unísono.

-sonrío-Les tengo noticias sobre Niall y Harry.

-Cuéntanos-dije.

-Bueno chicas se llaman, Niall James Hills Gallagher y Harry Edward Mc'fly Gallagher, tienen veintiún años de edad, ingresaron hace tres meses, viven en el edificio Perl,en la calle principal, a tres cuadras de aquí, piso siete,letra B.

-Increíble ¿mañana iremos otra vez Marie? -le pregunte. Pude ver sus pupilas dilatadas,sus ojos cristalizados, su nariz estaba levemente roja y sus mejillas tenias un notable color carmesí, estaba llorando. Al darse cuenta de que la había notado lo que pasaba se levanto del sofá y fue directamente a su habitación.

-Mierda-mascullé.

-¿Qué le pasa a Marie, Gwen?

-Es una leve depresión que le da de vez en cuando, gracias por decirnos esto Emma, es muy importante, no lo tomes a mal pero necesito que te vayas.

-Esta bien mi niña, tranquila.

Cuando Emma se fue subí al cuarto de Marie.

-Marie, ¿qué pasó?-no obtuve respuesta, solo oía sollozos-dime hermana ¿que es lo que paso?

-¿Porque Gwen?-sollozó

-¿Porque qué Marie?

-¿Porque se fueron Gwen? ¿Porque nos dejaron solas? ¿Porque tuvimos que sufrir tanto?-lloriqueo.

-Ya hemos hablado esto mil veces Marie, ya te he explicado que paso lo que tenía que pasar, nos tenemos nosotras mismas, entre las dos siempre nos apoyaremos, te entiendo perfectamente porque ellos también me hacen muchísima falta, pero llorar no los traerá de nuevo, tenemos que ser fuertes Marie, nos ayudamos entre nosotras.

-Gracias.

-No llores más, sal y se la perra que siempre has sido-reí.

-Te amo hermana-dijo.

-sonreí-yo te amo muchísimo más, Marie.