capítulo 4

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Eloise Morgan
19:00
Mansión Prescott

Estábamos en medio de un bosque, buscando el lugar de otra reunión importante y muy aburrida a la que tenemos que asistir.

Payton y yo íbamos en una camioneta solo para nosotros, nuestra seguridad siempre al tanto y asegurándose de no perdernos. El camino era algo complicado, ya que esta familia es muy reservada en cuanto a sus casas y siempre están muy bien ocultas.

—Señores, hemos llegado.—Aviso un guardia—En un momento bajaremos

—Muchas gracias—dijo Payton observando el lugar desde las ventanas del auto—Está muy oscuro preciosa.

—Así debe ser cariño, para que nadie los encuentre.

—Bien, bajemos señores.

Los escoltas comenzaron a rodearnos y cuidar de nosotros hasta llegar a la entrada del lugar, donde unas grandes puertas que estaban decoradas como si fueran piedra, se abrieron.

Unos señores salieron y comenzaron a examinarnos.

—Con su permiso señorita Morgan—uno de los guardias me pidió amablemente que extendieran mis brazos y comenzó con el protocolo.

—Ten cuidado donde tocas—dijo Payton con cierto tono amenazante.

—No tiene de que preocuparse señor Moormeier, soy muy profesional en mi trabajo—dijo tranquilamente— Pueden pasar señores, que disfruten la cena.

Nosotros avanzamos dejando a nuestros grupos atrás donde también eran examinados.

Payton me sujetaba de la cintura y me guiaba hasta la mesa principal.

—Buenas noches señorita Morgan y señor Moormeier—saludo un señor de cabellos pelirrojos—Es un gran gusto tenerlos en mi casa.

—El gusto es nuestro por su invitación Señor Prescott—respondí mientras Payton acomodaba mi silla.

—Espero que no haya sido problema el llegar.

—Estaba muy oscuro el entorno, una de nuestras camionetas casi se atora—dijo Payton sentándose— Prefiero que las reuniones sigan siendo en la Mansión Hamilton, sino les molesta.

—Tomaremos en cuenta su opinión señor Moormeier, ahora, a lo que hemos venido —aplaudió fuerte— ¡La cena!

El servicio de meseros comenzó a colocar los platillos en las mesas con gran rapidez.

—Señorita Morgan, ¿té o vino?—dijo una mesera.

—Té, porfavor.

—¿Hoy no beberás, querida?—preguntó la señora Prescott.

—No tengo intención de hacerlo esta noche—respondí — Además, es bien sabido que su servicio cuenta con el más exquisito té.

—Agradezco los halagos, se los haré saber a mi servicio.

La cena transcurrió con normalidad, la mayoría del tiempo los nuevos Alfas conversaban sobre sus nuevos negocios que han sido exitosos en los últimos dos meses.

Black no dejaba de alardear mi sistema de operaciones que se maneja muy bien gracias a Avani. La operación que realizamos juntos fue uno de los mejores tratos que hemos realizado y sin duda el mercado negro busca más negociaciones como ésta.

Observé la mesa donde se encuentra mi grupo, las mire cómodas con el entorno. Siempre en este tipo de cenas donde ciertas Mansiones no son tan transcurridas para eventos, tengo que cerciorarme de que mi grupo este cómodo.

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⏰ Última actualización: Jul 27 ⏰

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