Rosa espinosa 🥀

6

— Hola. — me acerque a los chicos que conversaban en una mesa.

— Hola, ¿Ya viste el nuevo profesor de computación? — me preguntó Amy.

— No, tengo su periodo después del receso.

— Te va a encantar, es simpático y muy guapo. — suspiró Espio.

Reí al escuchar eso, seguro que Mepchiles lo mataría si lo escuchara.

— Blaze. — ella volteo a verme. — Bueno ya pedí permiso y eso. Puedes ir a mi casa hoy.

— ¿¡Enserio!? — preguntó emocionada y yo asentí. — Será genial, llevaré todos mis materiales para ubicarte en esto.

— Eso quiere decir que aceptas. — preguntó Espio y yo asentí.

— Seguro ganarás. — comentó Amy.

— ¿Bromeas? Claro que ganará. Shadow tiene todas las de ganar.

Después del receso y una clase más; entre al laboratorio de computación.

— Hola, boten por Sonic para presidente. — un zorrito de dos colas me entregó un panfleto con el nombre de Sonic en este.

— Carajo.. — susurré sentándome en un computador.

— ¡Shadow! Hola. — pegué un pequeño salto al ver a Silver a mi lado.

— Silver, que gusto verte. — sonreí. No lo había visto desde la navidad, vaya que se  ve algo diferente y los lentes le lucen.

— Lo mismo digo, Mepchiles me comentó que te vería aquí.

— Si, ¿Cómo te va cómo profesor. — se rascó la nuca nervioso.

— Honestamente. — suspiró. — Solo una sección me a hecho caso y respetado cómo profesor. — Estaba por decirle algo pero el salón se llenó con mis compañeros. — Hablaremos despues.

— Hola, Shadow. — voltee viendo a Sally a mi lado. Suspiré pasándome a la computadora del al lado, que por suerte estaba libre.

— Lamento la demora. — no necesitaba voltear para saber de quién se trataba.

— Tranquilo, hay un asiento libre al lado de Shadow. — levanté mis orejas al escucharlo.

¡No!

Sonic se sentó en medio de Sally y mío, no le quedaba opción despues de todo.

Suspiré.

— Bueno, como pueden ver, soy su nuevo profesor de computación, la señorita Collins por desgracia no podrá estar con nosotros hasta nuevo aviso.

— ¿Por que? — preguntó uno de mis compañeros.

— Bueno, resulta que la señorita Collins traerá a un nuevo ciudadano a Green Hills.

— ¿Tardará tanto en el aeropuerto? — uno de mis compañeros le dió un zape.

— Está esperando un bebé, idiota.

— Ah.. eso tiene más sentido. — Silver soltó una leve risa.

— Mierda.. — lo escuché susurrar a mi lado. De reojo vi que tenía problemas con su computador.

Apreté con fuerza el ratón de mi computador y luego de dar un suspiro pesado lo ayude, haciendo unas cosas en configuración. Pude sentir que se sobresaltó al sentir mi mano sobre la suya para tomar el ratón de su computador.

— Listo.. — volví a lo mío.

— Podia pedírselo al profesor..

— De nada. — dije ignorando lo.