Después de hablar por teléfono con Aomsin ese día, Rafa lo llamaba por videollamada todos los días que tenía tiempo libre. A veces eran llamadas cortas, pero si un día estaba realmente ocupado, le mandaba un mensaje a Aomsin antes, porque sabía que el siempre esperaba su llamada. Rafa tuvo que viajar mucho con Ares, incluso regresó a Tailandia para llevar a Tharn a China, y aún no había tenido la oportunidad de visitar a Aomsin. Finalmente, cuando regresó a Tailandia, le trajo muchos regalos a Aomsin, algunos comprados en China, Japón y Estados Unidos.
Aomsin estaba emocionadísimo cuando se enteró que Rafa regresaría a Chonburi. Rafa le había dicho que volvería ese día. Las videollamadas diarias de Rafa le habían dado una sensación de calidez y familiaridad. Aomsin se sentía a gusto hablando con él todos los días. A veces, no podía evitar pensar en él. Si Rafa tenía que trabajar de urgencia y no podía llamar, Aomsin se ponía un poco triste.
"Oye, ¿Por qué estás tan alegre hoy?", le preguntó Prem a Aomsin al verlo regando las plantas con el tío Ming y tarareando una canción. Aomsin se giró y se rió suavemente.
"Yo siempre estoy de buen humor, hermano Prem", respondió Aomsin, mientras regaba las plantas. En parte, quería esperar a Rafa que llegara a la tienda, aunque no sabía cuándo.
"Pero a veces te veo un poco decaído, si tuvieras novio, pensaría que estás a punto de ir a una cita", bromeó Prem sin pensar, pero hizo que Aomsin se quedara un poco atónito, antes de que su cara se pusiera roja.
"¿Novio? ¿Qué novio?", dijo Aomsin con voz tímida. Prem se rió divertidamente, con cariño, antes de entrar a la tienda. Aomsin siguió ayudando al tío Ming, hasta que vio un carro que se estacionó en el área VIP de atrás. El corazón de Aomsin latía con fuerza mientras miraba con cautela, preguntándose si sería el grupo de Ares. Y efectivamente, era él. Rafa bajó del carro junto a Ares. Rafa miró a Aomsin de inmediato, antes de hablar algo con Ares, quien asintió con la cabeza. Aomsin vio cómo Ares y los demás entraban al restaurante, mientras Rafa se dirigía hacia el. Sin embargo, antes de que llegara, Paepang apareció de la nada y se acercó a Rafa rápidamente.
"¿Ya regresaste, Rafa?. Te extrañé mucho", dijo Paepang con voz dulce, haciendo que Rafa se detuviera por un momento y la mirara con frialdad. Pero Paepang parecía que no se había dado cuenta de que Rafa no quería hablar con ella.
"Esta vez, ¿Te vas a quedar mucho tiempo?", preguntó Paepang.
"Apártate un poco, tengo que hablar con Aomsin", respondió Rafa con voz fría. Paepang se quedó un poco atónita y miró a Aomsin, que estaba de pie no muy lejos, con una mirada de disgusto.
"¿Tienes algo que ver con ese niño? ¿O es que él te ha hecho alguna travesura?. Ya lo sabía, ese chico es flojo y tiene mal carácter. A veces le pido que me ayude con algo y me pone mala cara", dijo Paepang con tono acusatorio. Rafa la miró como si fuera una tonta.
Rafa no entendía por qué Paeng pensaba que él le iba a creer. No podía creer que alguien fuera tan directo al hablar mal de otra persona frente a él.
"No te metas", le dijo Rafa a Paeng y se fue directo a buscar a Aomsin. Aomsin se sintió un poco incómodo porque había visto la mirada de desagrado de Paeng, pero igual le sonrió a Rafa cuando se acercó.
"Hola", saludó Aomsin a Rafa, un poco avergonzado porque no lo veía en persona hacía casi un mes.
"Te traje algunos regalitos, vamos a verlos en el auto", dijo Rafa, tomando la mano de Aomsin para que lo acompañara. Paepang se quedó con los ojos abiertos, y Aomsin también se sorprendió al sentir la mano de Rafa en la suya. Sin embargo, el contacto no le causó la misma incomodidad que le había provocado el tío Wan. Esta vez, sintió una mezcla de nervios y emoción. Rafa llevó a Aomsin hasta la parte trasera del auto y abrió la cajuela. Aomsin abrió los ojos como platos al ver todas las bolsas llenas de regalos. ¡Rafa había comprado tantas cosas!.