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El siguiente sábado por la noche, fueron los únicos que se quedaron, de nuevo. Ambos estuvieron en casa toda la semana, pero esta era la primera vez que tenían la casa para ellos solos. El resto de la semana siempre hubo alguien más alrededor.

Beomgyu había salido a correr a primera hora de la tarde y regresó para encontrar a Yeonjun en la sala de estar trabajando en otra asignación, una que Beomgyu había terminado en la biblioteca a la hora del almuerzo.

─¿Necesitas ayuda con eso? ─ Ofreció Beomgyu.

─No, gracias. Ya casi he terminado, pero si puedes leerlo por mí, una vez que lo termine, sería genial. Solo es para comprobar que no he dicho alguna estupidez. ─ Beomgyu asintió.

Una vez que Beomgyu se duchó y había comido algo, Yeonjun ya había terminado y estaba guardando sus libros.

─¿Todavía quieres que lo lea?

─Sí, por favor.

Beomgyu se sentó en el sofá con el portátil de Yeonjun e hizo algunos comentarios en el margen de la hoja a medida que avanzaba.

─Se ve bien ─ dijo cuando llegó al final. ─ Pero...

Yeonjun gimió. ─Sabía que habría un pero.

Beomgyu sonrió. ─ Nada mayor. Arreglé algunos errores tipográficos y te dejé algunas notas. Creo que fluirá mejor si cambiaras el orden de tus párrafos. Tiene más sentido de esa manera. Y podrías desarrollar tu conclusión un poco más, tal vez.

─Vale, gracias.

Yeonjun pasó otra media hora modificándolo. Cuando finalmente terminó, se unió a Beomgyu en el sofá para ver la televisión. Le ofreció a Beomgyu una cerveza de nuevo y él aceptó.

─Salud. Pondré las bebidas el próximo fin de semana ─ prometió Beomgyu.

No estaba tan mal con sus gastos, podría estirar su dinero para tener unos tragos baratos el fin de semana.

En la tele, había una película que acababa de empezar, un drama policíaco estadounidense del que Beomgyu nunca había oído hablar.

Vieron la película mientras tomaban un par de cervezas, pero a pesar de la acción en la pantalla, Beomgyu estaba distraído. Su mente seguía vagando de regreso a la conversación que habían tenido el fin de semana pasado. Toda la semana, Yeonjun había estado en los pensamientos de Beomgyu más de lo que se sentía cómodo.

Dado su historial sexual, Beomgyu siempre había sabido que era capaz de liberarse estando con chicos, pero, como lo hizo mientras estaba en el internado, asumió que era únicamente debido a un tema sobre la indisponibilidad de mujeres.

Allí, tener otra persona dispuesta a echar una mano, u ocasionalmente una boca si eras suertudo, tenía mucho sentido. Si se bloqueaba a cientos de adolescentes juntos en un internado, cosas gay iban a suceder eventualmente.

Pero liberarse con un hombre no significaba ser gay. Beomgyu estuvo definitivamente interesado también en las chicas, por lo que, una vez que tuvo la edad suficiente para tener un poco más de libertad y oportunidades, se había centrado en ellas en su lugar y dejó sus aventuras sexuales con personas del mismo género como una experiencia pasada.

Aun así, siempre pensó que no le importaría volver a experimentar con un chico si surgía la ocasión, sin embargo, él no había estado esperando por ello.

Hasta ahora.

Ahora eso era en todo lo que podía pensar.

Algo sobre el sábado pasado había accionado un interruptor en el cerebro de Beomgyu, y ahora se encontraba mirando a Yeonjun de una forma completamente nueva.

Playing with My Heterosexual Friend (Yeongyu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora