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Afuera hacía frío y lloviznaba, y cuando Beomgyu se apresuró a atravesar la calle, su corazón se sintió más que apesadumbrado al ver que las tiendas estaban llenas de adornos de Navidad, eran todo brillo, luces de colores y regalos estúpidos y costosos.

Las vacaciones se acercaban rápidamente. Solo quedaban un par de semanas antes de que todos se separaran y fueran a casa por Navidad.

Pensarlo lo hacía sentirse triste, pero podría ser que un descanso de esta cosa extraña en la que estaba enrollado con Yeonjun le sentara bien, sobre todo porque el nudo en su garganta y el dolor en su pecho no habían desaparecido desde su última conversación con Yeonjun.

Era estúpido, porque sentir dolor por él no tenía sentido.

Por supuesto que Yeonjun no quería que nadie supiera sobre ellos. Demonios, incluso Beomgyu no estaba listo para gritarlo tampoco. Pero la reacción de Yeonjun cuando Kai los atrapó solo sirvió para reforzar la fría certeza de que esta cosa entre ellos no estaba yendo a ninguna parte.

Lo agravante era que, si Beomgyu era realmente honesto consigo mismo, lo que tenían ya no era suficiente para él.

Claro, el sexo se sintió fenomenal, pero no se trataba solamente sobre el sexo ahora. Dormir en los brazos de Yeonjun aquella noche había satisfecho una necesidad profunda en Beomgyu, una que ninguna cantidad de sexo sería nunca capaz de satisfacer.

Admitirlo solo hizo que se diera cuenta de lo jodido que estaba, parecía que se había enamorado de Yeonjun.

Maldita sea.

Afortunadamente, Beomgyu llegó a su trabajo en ese momento y no tuvo tiempo para ahondar en sus sentimientos; sin embargo, después del comienzo estresante de su día, las cosas solo empeoraron.

El café estaba lleno a tope, la jefa de Beomgyu, Taeyeon, estaba de mal humor, y todo lo que pudiera haber salido mal, lo hizo.

Distraído, Beomgyu seguía mezclando las órdenes de la gente y, después de la tercera queja que involucró una bebida o un plato de comida enviado de vuelta, Taeyeon lo regañó fuertemente frente a la mitad de los clientes.

Beomgyu bajó la cabeza y no respondió. Sabía que era su culpa.

Al final de su turno, Taeyeon lo llamó a la oficina para charlar.

─Siento haber perdido los estribos antes, Beomgyu ─ le dijo, sonaba como si ella lo dijera en serio. Seguramente lo hacía, porque, por lo general, ella no era de las que perdían la calma fácilmente.

─Verás, la verdad estoy teniendo un muy mal día. Bueno, más bien una mala semana, en realidad, pero no debería haberme desquitado contigo. De todas formas, ya que no hay una manera fácil de decirte esto, solo te diré: Beomgyu, voy a tener que prescindir de ti.

Tardó varios segundos en procesar lo que ella había dicho, entonces Beomgyu la miró en estado de shock. ─Pero...

─No, Beomgyu, no es por lo que sucedió hoy ─ ella se apresuró a tranquilizarlo. ─Además, no eres solo tú, tendremos que despedir a nuestros dos trabajadores. El café está teniendo problemas financieros, y la única forma en que podemos mantenernos a flote es hacer algunos recortes de personal. No es por ti, simplemente ya no podemos permitirnos el lujo de seguir como estábamos. Lo siento.

El café era un lugar pequeño, administrado por toda la familia. Taeyeon y su esposo Baekhyun, ambos, trabajaban allí, junto con Beomgyu y otro empleado a tiempo completo.

─Pero hoy estuvo muy ocupado. ¿Cómo vas a manejarlo?

─Tendremos que encontrar una manera. Baekhyun y yo vamos a trabajar más horas para intentar compensarlo.

Playing with My Heterosexual Friend (Yeongyu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora