━━LA NORMALIDAD NO ES PARA NUESTRA FAMILIAveintiséis años
━━¡PAPÁ! —GRITÓ ADAM.
Movió los brazos con energía y botó un vaso con bebida, derramando todo sobre el mantel nuevo.—Adam, mira lo que hiciste —le regañó Isa. Era divertido ver cómo Carlos se comportaba como un niño al lado de su hijo, haciendo enojar an Isa. Charles rió conmigo, ocultando su sonrisa detrás de mi cabello, mientras sostenía a Meredith.
—Charles, detente o botarás a la niña —murmuré, sin mucho convencimiento.
—No le pasará nada.
Y eso era verdad, Meredith era la devoción de Charles, lo daba todo por ella. Y como hoy era su cumpleaños, no la soltaba ni siquiera para ir al baño, quería pasar cada minuto del día a su lado, a pesar de que Meredith llorara porque quería caminar y jugar con Adam.
Era extraño estar todos juntos. Al final, Madeleine seguía con Lando, Isa casada con Carlos ante un impulso, Meghan era muy amiga de Arthur aunque todo el mundo sabía que había algo más, y Sol, mi querida prima, al final había logrado vencer la timidez y se caso con Pierre.
Era estupendo saber que mis mejores amigos estaban juntos, todos, y que ahora nos visitaran junto an mis padres y Pascale en el cumpleaños de Meredith.—¡Papá! —volvió a gritar Adam y esta vez lanzó un pedazo de pastel contra el rostro de Carlos.
Charles estalló en carcajadas, agradeciendo que Meredith fuera tan calmada y no una revoltosa como Adam.
—¡Adam Sainz! —exclamó Carlos. Su grito despertó a Meredith, que se había quedado dormida hace poco, y se puso a llorar con ganas. Y Adam la siguió.
—¿Ya ves lo que haces, Carlos?
—le regañó Arthur—. Eres un desconsiderado, haces llorar a tu hijo y a tu sobrina, que mal tío eres.—No seas tan cruel, Arthur —replicó Carlos.
—Pásamela —le dije a Charles en medio de la pelea. Al principio no quiso, pero terminó por entregármela al ver que Meredith no dejaba de llorar.
Meredith se quedó tranquila de inmediato y comenzó a jugar con mi cabello, como siempre hacia cuando la sostenía yo. Acarició mi rostro con sus manos y la besé en la mejilla. Era sorprendente cómo cada vez sus ojos se parecían más a los de Charles, y su cabello castaño también.
Eran demasiadas coincidencias, e incluso llegué a preguntarle a Charles si no me había engañado con alguien, porque Meredith era su vivo reflejo. Pero siempre él me respondía que jamás se atrevería a mirar a otra mujer cuando estuvo más de la mitad de su vida enamorado de mí. Podrían pasar los años, pero ese lado cursi y romántico de Charles, me temía, que no se iría jamás. Aunque en parte me alegraba, eso significaba una discusión diaria, y una reconciliación también.
Pero sin duda, lo que más me gustaba, era cuando al final él me decía que no tenía ojos para nadie más porque me amaba demasiado, y también a Meredith, y no se atrevería a destruir la felicidad que tanto le costó construir.
Era un romántico sin causa ni solución.
—¡Las velas!—gritó de pronto Holy. Ver a mi hermana pequeña, ya adolescente casi adulta, era divertido, porque aún no podía quitarme de la cabeza esa vez que nos ayudó a mí y a Max a saber si Charles estaba celoso.
Extrañaba esos años, pero también estaba emocionada por los que vendrían.
Si ponía a recordar, habíamos cometido demasiadas locuras cuando jóvenes, más jóvenes que ahora. Era una exagerdad e histérica, me arrepiento de haberme comportado tan fría el cumpleaños de Charles y mostrarme indiferente ante su declaración, me arrepentía demasiado, por eso, trataba de hacer lo mejor para él siempre. Porque le amaba y nunca me había sentido tan segura de algo.
Colocaron las velas en la torta y cántamos el cumpleaños feliz, Meredith no parecía emocionada, seguía algo asustada por todas las personas a su alrededor, estaba acostumbrada a mi presencia la mayor parte del día, a Charles por las tardes cuando llegaba del trabajo y de Nana y Asesino, nuestras mascotas.
Charles y Adam soplaron las velas por Meredith, y Carlos estampó el rostro de Charles en el pastel.
Isa estaba al borde del colapso, Lando y Arthur no hacían más que reírse, mientras Pierre intentaba limpiar a Charles.
Dejé a Meredith con Adam para que jugara, se llevaban bastante bien y eso no le agradaba para nada a Charles, consideraba a Adam como una amenaza. Decía que le quitaba tiempo de su hija.
Un padre celoso y esposo también.
Miré a todos mientras comían pastel, y de repente, Charles me atrapó en sus brazos y me apartó hasta nuestra habitación.
—¿Qué sucede? —inquirí, sentándome en la cama.
—Sabes, no lo hacemos tan mal como padres, ¿no lo crees?
—Pff... tú eres un súper papá, así que supongo que no —sonrió de medio lado y se arrodillo frente a mí. Me besó en los labios, con dulzura y me recordó esa vez en que me besó el día que comenzó todo esta locura. La diferencia, es que la primera vez me obligué a reprimirme por la rabia que sentía, pero ahora, dejé que mis labios respondieran por mí y se fundieran con el aliento de Charles.
—Estaba pensando... que Meredith se podría sentir algo sola... —murmuró contra mi oído cuando nos dejamos de besar.
Lo miré por unos segundos y sonreí como tantas otra veces.
Sabía de lo que estaba hablando.
—Bien, pero que esta vez no se parezca a ti, o de verdad comenzaré a sospechar —el rió por lo bajo y me volvió a besar, esta vez, como si el mundo se fuera a acabar.
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𝐌𝐀𝐑𝐑𝐘 𝐌𝐄; ᶜʰᵃʳˡᵉˢ ˡᵉᶜˡᵉʳᶜ
Fanfiction𝐌𝐀𝐑𝐑𝐘 𝐌𝐄 ━━━━━ Y por todo ese cariño que te tenemos, Charles -dijo mi padre, radiante con su traje negro que fue especialmente hecho para la ocasión. -Queremos que formes oficialmente parte de esta familia. Así que nuestro regalo de cumpleaño...