Capítulo 7💜

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Yerim no puede verse la cara en esos momentos, pero sabe que sus mejillas deben estar mas rojas, que las de su jefe. Y esos ojos que ahora están a unos centímetros de los suyos y que casi había olvidado que tan de cerca daban escalofríos.

La pelinegra no sabe seguro si la vergüenza que siente es por haberse caído con la sacudida del ascensor o por la cercanía de Jungkook.

-¿Se ha hecho daño?

-Estoy bien, gracias.

La ojicafe se levanta con la ayuda de jungkook y descubre que al caer se ha hecho un rasguño en la rodilla. No hay sangre, pero duele un poco por el golpe, sobre todo cuando se apoya en esa pierna.

- No es nada - dictamina el pelinegro tras ver la marca rojiza del golpe. - Siéntese un rato y se le pasará. ¿Quiere una aspirina? Creo que tengo una por aquí...

Ella niega con la cabeza. Jungkook es así, a unas cosas les da más importancia de la que tienen y a otras se la resta. Yerim se sienta en el suelo y suelta un largo suspiro. El pelinegro vuelve a sentarse también y le ofrece la petaca para que beba un poco.

- Este día mejora por momentos... - comenta con sarcasmo.

Alegre esa cara, Kim. Pronto nos sacarán de aquí y podrá irse a festejar - jungkook bebe un trago de la petaca y apoya la cabeza en la pared a su espalda. - Y yo me reuniré con mi hermano.

-Me alegro por ustedes, de verdad. Le habrá echado mucho en falta todo este tiempo.

-Solo espero que haya escarmentado y no vuelva a hacer estupideces...

-Seguro que sí.

Los pelinegros siguen pasándose la petaca hasta que el alcohol que contiene se acaba. Entonces Jungkook saca otra del maletín y la muestra como un trofeo.

-¿Está de broma? - pregunta Yerim. - ¿Cuántas lleva?

-No se haga ilusiones, solo dos. La que llevo siempre encima y esta otra que cogí para mi hermano, pero dada la situación y a falta de otra cosa... salud.

La segunda petaca termina en menos tiempo que la primera y vuelven a quedarse sin nada. Jungkook saca su móvil para llamar a su hermano, pero el número no está disponible. Echa un vistazo asu izquierda, su secretaria ahora parece triste.

-No pierda la esperanza, son poco más de las siete.

-A las siete tenía que estar en el restaurante.

-Bueno, aún puede llegar para el postre.

Otro silencio largo invade el ascensor. Tal vez sea porque ha tomado alcohol sin haber comido nada más que una barrita de chocolate, pero a Yerim le entran ganas de llorar. Y lo achaca al alcohol porque ella no suele llorar así como así.

¿La iba a esperar su novio o qué? - cuestiona Jungkook de pronto.

-No tengo novio, señor.

-Creía que salía usted con alguien - miente. - Una vez la vi besando a un hombre.

Yerim supone que a jungkook también le tiene que haber afectado el alcohol porque de otra forma no estarían manteniendo esa conversación.

- Hace tiempo que no tengo pareja... - Yerim se queda pensativa, está desanimada. - Mi último novio me dejó hace dos años y desde entonces nada - concluye y se encoge de hombros.

- Él se lo pierde - dice como quien no quiere la cosa. - ¿Por qué la dejó? ¿Había otra?

- No, de hecho me dejó porque decía que pensaba demasiado en el trabajo, en la empresa... y que estaba más pendiente de usted que de él. ¿Y sabe qué? Tenía razón

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