Todos murmuraban ya que, según la perspectiva de todos, esos rumores del chico eran verdad ya que tenía unas ojeras muy pronunciadas, una mirada penetrante, se ve que medía alrededor de 1.75; el chico era bien guapo algo que para muchas chicas no paso desapercibido, en si varias muchachas susurraban que posiblemente él lo sabe y quedrá aprovecharse de eso aunque no les importó ya que babeaban por él y no eran las únicas, casi al fondo del salón, un pequeño albino no ha dejado de verlo embobado y desde que lo vio entrar a su corazón no dejaba de latir.
-H-hola mi n-nombre es Yuta Okkotsu- dijo aquel azabache algo nervioso cosa que no quedaba con su apariencia ni con su voz que era algo grave, la timidez del chico hizo que a varias le parezca adorable.
Mientras Okkotsu se presentaba una conversación se inició casi al fondo del salón
-Qué fastidio-dijo la peliverde en un susurro más bajo, al girarse pudo ver que su amigo no le estaba prestado ni la más mínima atención, es más parecía que se le estaba cayendo la baba 'literalmente'. Esta solo se limitó a pegarle un zape en la cabeza y reírse de aquel chico enamorado a primera vista.
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Tanta era la suerte de Toge que justo a su costado había un asiento vacío que, oh sorpresa Yuta se sentó ahí y los saludó, algo tímido. Maki no pudo evitar molestar a Inumaki durante toda la clase. Al tocar la campana, dando inicio al descanso, los amigos del albino lo molestaban por lo que pasó a inicios de clases hasta que alguien se acercó
-Hablando del rey de Roma- dijo Maki codeando a su amigo, cosa que molesto a Toge quien la miró con cara de pocos amigos
-H-hola-murmuró Yuta-b-bueno quería saber s-si podría estar con ustedes-cuando termino su intento de frase Panda paso su brazo por el hombro del chico de ojeras
-Por supuesto amigo-dijo Panda
Maki simplemente rodó los ojos y luego miro al más bajo quien estaba algo colorado
Después de la llegada de Okkotsu, las cartas nos hicieron esperar, las cuales había rechazado con amabilidad, claro, pues así era él.
Y así pasaron las semanas y el grupo de tres rápidamente se convirtió en uno de cuatro y se enteraron de algunas cosas de Yuta algunas cosas que eran evidentes; como que era tímido, nervioso, distraído y otras no tanto cómo, que venía de una familia muy adinerada y de buena. Los cuatro amigos siempre estaban juntos y más el azabache con el albino; ambos, los fines de semana, se la pasaban en la habitación de alguno de ellos (pues si, la preparatoria tenía habitaciones para sus alumnos), veían películas y comiendo como amigos, sí, amigos... Esa palabra resonaba en la cabeza de Toge.
Él pensaba que su amor era unilateral y cada vez que esto pasaba acudía a tu querida amiga Maki, qué sin dudar lo ayudaría, no sin antes golpe en la cabeza. -Toge Inumaki, tú eres una persona inteligente, como no te vas a dar cuenta que tú drogadicto siente lo mismo. El mencionado no sabia que pensar ante eso, la verdad no creía que Yuta sintiera lo mismo que él
Toge era una persona de pocas palabras y no porque no quisiera hablar, al contrario, él deseaba con todas sus fuerzas poder hablar, pero no podía ya que él sufría de disfonía (Dolor o sensación de ardor en la garganta al hablar), algo que lo frustraba mucho porque él es una persona que le encanta hacer bromas a sus amigos y ahora con la llegada de Yuta ansiaba el poder hablarle como una persona 'normal'; el mismo Inumaki se decía que no era alguien normal...
Por otro lado, Okkotsu estaba en una situación, similar.
Yuta había entablado una mistad algo fuerte con Panda, al punto de contarle lo enamorado que estaba de Todo, aquel albino de no más de 150, tan adorable como atravieso algo que de alguna forma le encantaba. Panda sabía que ambos sentían lo mismo, aunque decía que ellos tendrían que darse cuenta solos. -Es que cómo le voy a gustar si se nota que me ve solo como un amigo-dijo Yuta lloriqueando -Cómo lo vas a saber si no se lo dices-el de manchas en los ojos está quedando sin paciencia -yo creo que le gusta que el chico de la otra clase-dijo el de ojeras medio disgustado-¿cómo se llamaba?-se pregunto en un susurro mientras pensaba -¿Megumi Fushiguro?-continuó Panda algo indeciso por su respuesta, el contrario solo ascendía triste con la cabeza -¡Pero si los gemelos Itadori se pelean por él!-Continuo diciendo Panda casi gritando -Y quien me asegura que Fushiguro no siente nada por él o incluso a Toge podría gustarle, no tendría nada que ver los gemelos y su gusto por Megumi- dijo Yuta medio decaído. Panda dejo que la conversación se acabará ahí por el bien mental del azabache.
Las semanas habían pasado y las carta de amor para Yuta se hicieron muy recurrentes y más de una de sus compañeras llamada Rika Orimoto, la cual estaba perdidamente enamorada del remitente de sus cartas 'o eso aparentaba'; a pesar de ser rechazada incontables veces esta chica no se rendía, algo que molestaba mucho a Inumaki quien estaba muy celoso.
Una mañana el albino sorprendió a la chica poniendo una carta en el asiento de Yuta, sin pensarlo mucho decidió 'enfrentarla' y preguntarle porqué mandaba tantas cartas si siempre será rechazada (o eso quería pensar)...
Se que dije que los capítulos iban a ser más largos pero últimamente estado un poco ocupada y pues aunque solo es cuestión de pasarlo a digital ya que tengo toda la historia escrita en un cuaderno ฅ^•ﻌ•^ฅ y bueno eso es todo.
