𝐎𝐒4

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Extrañamente el castaño sintió la necesidad de escribirle otra vez

Él le respondió, le escribió otra vez, le respondió, y le volvió a escribir, una y otra vez, le masajes, adiós, fotos y vídeos, se hicieron amigos (en palabras del castaño) el azabache era muy gracioso aunque no llegara a entender mucho de sus chistes, él tampoco se los explicaba por que decía que sino "perderían la gracia" y que lo más probable era qué no fueran chistes para alguien como él, con su mentalidad, y le dijo que no quería ofenderlo ni nada, pero que su forma de ser era muy inocente a esos chistes o muy ajeno a su forma de pensamiento, lo que no era malo, pero no eran iguales en pensamiento.

Al castaño eso lo entristeció un poco, ya que le gustaba de sobremanera tener cosas en común con sus amigos y toda la gente que conocía, pero con el azabache no tenía absolutamente nada en común, nada, realmente nada de nada.

A él le gustaban los capeletis, y a él le gustaban los ñoquis de queso.

A él le gustaba el color negro, y a él le gustaba el rosa.

A él le gustaba la ropa de colores oscuros y tristes, y a él le gustaba la ropa con colores muy llamativos y felices.

A él le gustaba el helado de chocolate amargo y no toleraba la frutilla, y a él le gustaba el helado de frutilla y no soportaba el chocolate amargo.

A él le gustaba dibujar, y él nunca fue bueno en eso.

A él le gustaba el funk, rock clásico y el trap, y a él le gustaba el pop, el reggaeton y el chamamé.

A él le encantaban los juegos de suspenso y terror, y el los odiaba con todo su ser, le daban mucho miedo.

Él jugaba a los golpes y bromas pesadas con sus amigos, y el coloreaba y hablaba con ellos.

Él ponía sus juegos en modo hardcore, y el apenas podía con el  easy.

Eran extremadamente diferentes, en todos y cada uno de los sentidos, y eso lo ponía triste.

No compartían nada, apenas y el lenguaje, luego de eso eran puras palabras y referencias que el no entendía, no le entendía casi nada y como no tenían nada en común la conversación era corta y seca, no había nada que comentar, nada que insinuar, todo estaba en silencio, y siempre odio el silencio.

𝐝𝐢𝐛𝐮𝐣𝐨 𝐝𝐞𝐥 𝐫𝐚𝐧𝐝𝐨𝐦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora