"Esta vez no seguí las reglas, pero si ustedes no lo hacen, son asesinadas. ¿Ahora lo recuerdan? PD: Dice que ama a su familia y a Kyu. Se sacrificó por él. K.O"
—Eso fue lo que estaba escrito con sangre en el dormitorio de Haram Kim, la joven que era parte de el grupo amistoso de Suhyeon Kim, la chica asesinada el pasado viernes 12 de julio. Nos mantendremos al tanto.
—En otras noticias, el festival de...
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La noticia de los asesinatos resonaba por los medios de comunicación. Estaba en periódicos, televisión, revistas, radio, entre otros.
Pero las chicas nunca se dieron cuenta, pues se estaban preparando para la reunión sabatina que tendrían.
Llegaron todas, unas mas tarde que otras pero llegaron. Excepto Haram.
—¿Y Haram?
—No lo sé. Ya tardo demasiado.
—¿Y si le pasó algo?
—¡Basta! No digas eso...
—Sua, muero de hambre. ¿Podemos comer algo mientras Haram llega?—Preguntó Haruna haciendo un puchero con sus labios.
—Bien. Ve a mi habitación. Hay snacks ahí.
—Ve tú, tú eres la anfitriona.
—¿Quien es la que quiere comer?
—¡Argh!
Haruna pateó el suelo y fue a la habitación de la pelinegra. Todo estaba en silencio, incluso la calle, el ambiente se sentía muy extraño.
Pasaron varios minutos y la más pequeña no volvía.
—Ya tardó mucho. ¿Saben que? Mejor iré a la tienda de conveniencia por algo. No tardo.—Dijo Sua, poniéndose su chaqueta de cuero negra encima.
Minutos después, Haruna volvió pálida, como si hubiera visto a un fantasma.
