[🌻]- 𝚂𝚊𝚕𝚒𝚍𝚊.

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𝚂𝚘𝚕𝚘 𝚞𝚗 𝚌𝚊𝚏é, 𝚙𝚘𝚛 𝚏𝚊𝚟𝚘𝚛// 𝙽𝚊𝚣𝚞𝚗𝚒𝚜𝚝.

La joven alemana se encontraba saliendo de la universidad junto a sus dos amigos, Imperio Japonés e Italia.

Italia... ¿A ti te da clases un tal "URSS"? — Preguntó la japonesa a su pareja, quién asintió.

¿Y haz hecho exposición y trabajo escrito con el? — Indagó la alemana.

Si... ¿Por qué? — Ladeó su cabeza, vio a las dos chicas suspirar nerviosas.

Es que... Reemplazará a UK durante una o quizás dos semanas... Y nos mandó a hacer exposición junto trabajo escrito. — Explicó brevemente la de orejas de gato.

Y pues... Queremos preguntarte si el es exigente... — Susurró la de sangre germana.

Italia quedó en silencio, con una expresión algo preocupada, pero logrando disimular.

URSS es algo... Exigente y... Bueno... Quiere que las cosas estén bien hechas, exige mucho. — Susurró Italia, ganándose las miradas más nerviosas de ambas mujeres.

¿Que tanto? — Interrogó la de cabello pelirrojo.

¿Puedes ayudarnos? — Pidió la de ojos rojos con blanco.

Por un momento, Italia se iba a negar, pero al ver la mirada de su pareja junto la de su amiga sabía que negarse no era una opción, si se negaba, probablemente dormiría en el patio junto la casa del perro.

... Bien... ¿De que se trata su trabajo? — Aceptó en un suspiro rendido.

Las orcas. — Respondió con una sonrisa ladina la albina.

Yo tengo que irme... Se me hace tarde... — Iba a seguir caminando hasta que noto a sus dos amigos seguirle el camino.

¿Que hacen? — Se volteo, mirando cara a cara a los contrarios.

¿Creo que es obvio, no? — Dijo con una expresión algo aburrida.

Iremos contigo, queremos probar las cosas de tu cafetería. — Reich los miro por un momento más, luego, sonrió.

Fueron minutos de caminata, pocos realmente, ya que la cafetería no quedaba lejos, solo a dos cuadras, dos malditas largas cuadras.

Creo que deberíamos reunirnos con Grecia y Suiza, para planear el trabajo y todo eso... — Dió su opinión, la alemana asintió, estando de acuerdo con su contraria.

Mientras, Italia estaba caminando mirando al rededor, prefería hacer eso antes que hablar de una carrera "aburrida", aunque no podía dar su opinión, estaría tres metros bajo tierra si lo hiciera delante de su pareja y amiga.

Vi una tienda nueva en el centro comercial llamado "alegra", es una tienda de tacones, deberíamos ir a ver y chismosear. — Sugirió la alemana, la japonesa asintió con emoción.

¿Cuando? —

¿Puedes este fin de semana? — La conversación atrajo ligeramente a Italia.

Si se supone que a las mujeres le duelen los pies después de usar tacones... ¿Para que los usan? — Curiosa era su mirada, pero esa curiosidad se desvaneció cuando la japonesa lo miro de mala manera.

Como no eres mujer, no opinas. — Respondió de mala gana, Italia iba a decir algo en respuesta a su pareja pero solamente vio a Reich sacar las llaves.

𝚂𝚘𝚕𝚘 𝚞𝚗 𝚌𝚊𝚏é, 𝚙𝚘𝚛 𝚏𝚊𝚟𝚘𝚛// 𝙽𝚊𝚣𝚞𝚗𝚒𝚜𝚝.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora