entrevista a Akira

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Tras la suspensión de las clases debido al reciente ataque, Izuku Midoriya no podía quitarse de la cabeza a Akira Tekara. Había visto a Akira usar sus habilidades durante el ataque de los villanos, pero sospechaba que había mucho más que ella no había mostrado. Lleno de curiosidad, pero con nervios, decidió acercarse a ella.

"Hola, Akira. Oye, te quería pedir un favor," dijo Izuku, su voz temblando ligeramente.

Akira levantó la vista de sus apuntes y le sonrió. "Claro, Midoriya, ¿qué necesitas?"

Izuku sacó un cuaderno lleno de notas y bocetos de héroes. "Bueno, es que tengo estos cuadernos donde escribo sobre los quirks de otros héroes y estudiantes... y me gustaría mucho aprender más sobre los tuyos. Creo que tienes muchos poderes únicos."

Akira lo miró, sorprendida, y luego soltó una risa suave. "Eso suena interesante. La verdad es que ni yo misma sé cuántos poderes tengo. Pero bueno, hay un lugar donde podemos hablar con tranquilidad."

Con un movimiento de su mano, Akira creó una dimensión de bolsillo, un espacio donde ambos podrían conversar sin interrupciones. Dentro había una pequeña sala acogedora. "Pasa. ¿Quieres café?" le ofreció mientras una cafetera y dos tazas aparecían mágicamente en la mesa.

Izuku, impresionado, aceptó el café mientras preparaba su cuaderno y bolígrafo. Sabía que esta conversación sería larga, pero estaba dispuesto a aprender todo lo que pudiera.

"Empecemos," dijo Akira. "El primer quirk que descubrí fue *electrokinesis*. Es parecido al de Denki, pero con más aplicaciones. Puedo controlar la electricidad, absorberla y usarla para curar a otras personas o a mí misma. También puedo manipular el electromagnetismo para mover objetos metálicos o crear campos eléctricos. La desventaja es que, si estoy lejos de una fuente de electricidad, me debilito. Aunque una vez, durante una tormenta, absorbí un rayo y estuve cargada durante días," explicó Akira, recordando aquel evento.

Izuku apenas podía escribir rápido. "¿Curas con electricidad? ¡Eso es impresionante!" murmuró mientras apuntaba.

"El siguiente quirk es *control mental*. Necesito generar una sustancia negra que, al entrar en contacto con otra persona, me permite controlarla, acceder a sus recuerdos o crear ilusiones. No lo uso mucho porque es complicado hacer que alguien lo toque sin que se dé cuenta, pero puede ser muy útil," explicó Akira, mientras formaba una pequeña gota de esa sustancia oscura entre sus dedos.

Izuku estaba fascinado por la variedad de poderes. *Control mental... eso es increíble y peligroso*, pensó.

"Después está la *telequinesis*. Puedo mover objetos con mi mente, aunque lo más pesado que he levantado es el coche de mis padres. Una vez intenté levantarme a mí misma para volar, pero terminé estrellándome contra el suelo. Fue doloroso," dijo Akira con una risa, recordando el golpe.

"¿Telequinesis también? ¡Eso suena útil!" comentó Izuku.

"Sí, aunque aún estoy perfeccionándolo. Luego descubrí el quirk de *hielo*. Similar al de Todoroki, pero mis estructuras son más pequeñas. Puedo crear esferas de hielo que, al impactar, congelan al instante. La desventaja es que, si lo uso mucho, mi temperatura corporal baja demasiado, así que necesito usar mi quirk de *fuego* para mantenerme equilibrada," dijo Akira.

"¿Fuego también? ¡Eso te hace tan versátil!" exclamó Izuku.

"Lo uso más para regular mi temperatura, no tanto para atacar. Después está el quirk de *monstruo*. Fue uno de los más aterradores de descubrir. Me transformé en una criatura enorme de quince metros cuando me asusté siendo niña. Mis padres apenas lograron calmarme. A lo largo de los años, he aprendido a controlar el tamaño de mi transformación, pero lo más grande que he llegado a ser fue de 25 metros, y no pude mantenerlo mucho tiempo," dijo Akira, recordando aquellos momentos difíciles.

"¡Quince metros!" exclamó Izuku, boquiabierto.

"Sí, es un poder muy fuerte, pero consume mucha energía. Ahora, otro de mis favoritos es el quirk de *neón*. Me da supervelocidad y puedo crear burbujas luminosas que atrapan a mis enemigos o los objetos que quiera mover. Es de los pocos poderes sin debilidades, por eso me encanta usarlo," dijo Akira, con una sonrisa de orgullo.

Izuku estaba asombrado por la cantidad de habilidades que Akira poseía.

"También está el quirk de *humo*. Me puedo convertir en humo, lo que me hace intangible. Es otro de mis favoritos porque me permite atravesar obstáculos o escapar fácilmente. Y hablando de poderes destructivos, también tengo el quirk de *napalm*. Pero no lo uso mucho porque es demasiado peligroso; básicamente, genero una sustancia inflamable que explota," dijo Akira.

"¿Napalm? ¡Eso suena devastador!" dijo Izuku, mientras escribía frenéticamente.

"Sí, por eso lo reservo para situaciones extremas. Luego está el quirk de *video*. Es uno de los más poderosos. Me permite crear esta dimensión de bolsillo en la que estamos ahora, pero afuera también puedo usarlo para hacerme invisible, moverme a través de ondas de radio o volar con alas de video. La única debilidad es que necesito estar cerca de una pantalla para entrar en la dimensión," explicó Akira, mientras señalaba el espacio a su alrededor.

Izuku estaba impresionado por lo versátil que era ese quirk.

"También tengo el quirk de *concreto*, que me permite crear estructuras sólidas y puedo endurecer los huesos y órganos de alguien más. Y un quirk extraño, pero interesante, es el de *prototipo*. Es el quirk de mi padre. Me permite crear una armadura física que aumenta mi fuerza y resistencia. Es uno de mis quirks más confiables en combate."

Izuku seguía tomando notas, asombrado por la cantidad de poderes.

"De mi madre heredé dos quirks, *neón* y *video*, pero también tengo otros poderes menores como *control de papel*, *vidrio*, *alquitrán* y *cable*. Estos cuatro no los uso mucho, pero pueden ser útiles en ciertas situaciones. Y el último de los quirks que quiero contarte es el de *control orgánico*, que me permite manipular plantas. Es un poder muy versátil, pero no siempre es fácil de usar en zonas urbanas."

Izuku no podía creer lo que estaba escuchando. La cantidad de quirks que Akira tenía y cómo los había desarrollado lo dejaba impresionado.

"Y finalmente, está el quirk de *bestia*. Este es el más peligroso de todos. Me transforma en una criatura gigantesca y casi incontrolable. La primera vez que lo usé, lastimé a mis padres sin querer. Desde entonces, lo tengo bajo control, pero sigue siendo una habilidad muy peligrosa. También tengo la sensación de que este quirk me da una especie de precognición, ya que a veces tengo visiones antes de perder el control," dijo Akira, con un tono serio.

Izuku cerró su cuaderno, sin poder ocultar su asombro. "Akira... eso fue increíble. ¡Tienes tantos quirks y tan poderosos!"

Akira sonrió. "Intento aprovecharlos lo mejor que puedo."

"¡Gracias por tomarte el tiempo de explicarme todo! Aprendí mucho, y estoy seguro de que te convertirás en una heroína increíble," dijo Izuku con admiración.

"De nada, Midoriya. Me alegra haber podido compartir esto contigo," respondió Akira.

Mientras Izuku se despedía, no podía evitar preguntarse si algún día sería capaz de superar los poderes de Akira. Aunque él era el sucesor de All Might, Akira parecía estar en una liga propia.

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