heroes infames

primer dia en el campamento

El siguiente día, todos estaban reunidos en el aula cuando Aizawa entró con su típica actitud despreocupada, arrastrando ligeramente los pies y con su mirada somnolienta pero seria.

"El lugar planeado para nuestro viaje escolar probablemente será cambiado, y el nuevo destino será dado a conocer el día del viaje," dijo Aizawa, sin ningún tipo de emoción en su voz.

Algunos estudiantes se sintieron molestos ante la noticia, susurrando entre ellos sobre la posible inconveniencia de un cambio de destino. Sin embargo, a Akira le daba igual. Mientras pudiera disfrutar de un buen viaje, no veía ningún problema.

El primer semestre había llegado a su fin, dando inicio al tan esperado viaje escolar.

Todos los estudiantes se encontraban a bordo del autobús, charlando animadamente sobre cualquier cosa que se les ocurriera. Akira, en cambio, tomaba pequeñas siestas cada vez que el autobús se detenía o desaceleraba. Su naturaleza despreocupada le permitía relajarse fácilmente, mientras sus compañeros no podían contener su emoción.

En una de esas paradas, el autobús se detuvo abruptamente, despertando a Akira. Se desperezó lentamente, estirando los brazos con una mueca soñolienta antes de bajar del vehículo.

"Espera... esto no parece una zona de descanso, ¿dónde estamos?" se preguntaba Akira, aún aturdida por el sueño.

De repente, se escucharon unas voces animadas. Dos mujeres con trajes felinos hicieron su aparición con energía desbordante.

"¡Con ojos chispeantes, nos presentamos! ¡La gatita cantante y las muy, muy salvajes... las Pussy Cats!" exclamaron, sus movimientos llenos de entusiasmo.

A su lado, un niño pequeño con expresión seria y cara de pocos amigos las observaba sin mucho interés.

Aizawa se acercó y comenzó a explicar: "Les presento a las heroínas profesionales, las Pussy Cats. Son uno de los equipos fundadores de la Oficina de Atención de la Unión, especializadas en operaciones de rescate en montañas. Son veteranas en su campo."

Mandalay, una de las heroínas, tomó la palabra y añadió: "Toda esta área es nuestro dominio. En este momento, están en la base de la montaña. Son las 9:30. Si se dan prisa, podrían llegar cerca de las 12:00. Sin embargo, si no llegan antes de las 12:30, no tendrán comida."

Antes de que alguno de los estudiantes pudiera reaccionar, Pixie-Bob usó su quirk, creando un temblor en el suelo y lanzando a los estudiantes por los aires hacia el bosque.

"Sientan total libertad de usar sus quirks en nuestro dominio. Tienen tres horas. Usen sus propios pies para llegar," exclamó con una sonrisa traviesa.

Akira, aún con algo de sueño, no quería perder más tiempo. Se impulsó con un salto y desplegó sus alas de video, volando con rapidez hacia el campamento. Sabía que podría llegar antes de los demás, pero no quería dejar a sus amigos atrás. Así que dejó algunos ángeles de video en el camino para ayudar a sus compañeros.

Cuando llegó al campamento, se sorprendió al notar que los profesores aún no estaban. Observó unas bancas cercanas y decidió acostarse, aprovechando para recuperar un poco más de sueño.

Después de unos minutos, los profesores llegaron y despertaron a Akira, quien ya se encontraba descansada. Mientras esperaba a sus amigos, notó nuevamente al niño que había visto antes.

"Ese es el chico que vi antes de que nos lanzaran. Vaya, realmente tiene cara de pocos amigos," pensó Akira, intrigada.

Se acercó a él con curiosidad, queriendo interactuar. Antes de que pudiera hablar, Mandalay se acercó.