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Luego de haber derrotado a la calamidad y regresar la paz a Hyrule, Link quedó en el puesto de comandante asegurándose que todos los caballeros aprendieran de sus mejores técnicas de pelea y guiando al grupo en caso sea necesario. Los demás campeones regresaron a sus tierras a asegurarse que esas partes del reino estén a salvo.

Zelda, la princesa que logró despertar sus poderes a tiempo y evitar la caída del reino se encontraba profundamente enamorada del comandante Link. Luego de odiarlo al ser su escolta, pasó a extrañarlo por no tenerlo junto a ella como antes.

Como era de esperarse, luego de pasar muchos meses juntos ambos lograron crear un vínculo que pasó de una amistad a algo más amoroso, tristemente su relación no se pudo dar ya que el Rey Rhoam decidió que Zelda debería casarse con un príncipe - alguien a su altura -según sus palabras, y no es que el Rey no creyera en Link, claro que lo hacía y le tenía un gran respeto, pero al tratarse de su hijita y la futura Reina, espera a alguien un poco más preparado en ese ámbito.

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El día había llegado, hoy era la boda de Zelda con el príncipe Florian, quién fue uno de los tantos que llegaron a cortejarla y el único que se ganó el aprobamiento del Rey Rhoam.

Link y Zelda habían tenido su despedida la noche anterior, una noche de pasión donde se juraron amor eterno, pero que por cosas del destino no podrían estar juntos.

Por obligación, por su maldito puesto, Link tenía que estar presente en la ceremonia y en el evento posterior. En ningún momento la volteó a ver, sólo cuando el sacerdote preguntó si estaba segura de contraer matrimonio con el príncipe Florian, una pequeña parte de él tenía esperanza en que dijera que no, pero su corazón se partió en mil pedazos cuando escuchó a una Zelda muy decidida dar el sí.

Durante el evento - y gracias a Hylia- Link estaba sentado en una mesa diferente a Zelda, él se encontraba con los campeones quienes charlaban y tomaban, Link siempre ha sido muy callado pero se notaba tan fácilmente que no estaba bien.

-Creo que saldré, necesito tomar aire fresco - dijo Urbosa mientras volteaba a ver al rubio - ¿Me acompañas, Link?- preguntó.

El rubio asintió y ambos se levantaron de sus puestos, yendo hacía la entrada del gran salón y pasando junto a una chica que se encontraba pintando el evento en un canva gigantesco.

Al estar afuera, Urbosa sacó un cigarrillo y lo posó en sus labios mientras le prendía fuego. Tomó una calada de este y volteó su vista al rubio.

-¿Cómo te sientes? - preguntó directa y esperando una respuesta sincera, además que hace poco ella misma se encontraba consolando a la pobre Zelda minutos antes de su boda.

El rubió que miraba al suelo la volteó a ver y le brindó una media sonrisa, no tenía ni fuerzas para hablar.

-Oh mi pequeño - Urbosa se acercó y le abrazó, el rubio correspondió a su abrazo débilmente - Tu no mereces esto - continuó la gerudo mientras jugueteaba con el pelo de Link.

Al separarse, Link se quedó observando la vista que tenían del reino. Pudo ver la paz en este y sonrió al notar que ya no se veían los campamentos que los monstruos habían puesto antes.

-Link- Urbosa llamó su atención - Muy probablemente no me harás caso o quizás ni me estés escuchando pero... te recomiendo conocer a más personas - soltó mientras miraba fijamente al rubio- No puedes quedarte solo con Zelda, o nosotros- dio una calada a su cigarrillo- Tú eres un chico muy apuesto, noble y muy carismático, estoy más que segura que fácilmente encontrarás a otra chica - sonrió- Recuerda que no todo es amor - se encogió entre hombros.

-¿Eh?-  Link soltó una mueca ante el último comentario de Urbosa, haciéndola reír.

-A lo que me refiero es que también existe el sexo sin compromiso, sin amor. A veces todos necesitamos un poco de eso - sonrió. El rubio se ruborizó ante su comentario, realmente nunca lo había visto o pensado de esa forma. - Pero sí o sí debes comenzar a socializar un poco más... conocer a más personas-

-Pero, no sé cómo hablarle a alguien a quien no conozco - soltó el rubio con un poco de rubor en sus mejillas. Urbosa sonrió con ternura.

-Vamos, te enseñaré - apagó el cigarro contra el cemento del barandal y lo puso en la basura que había a un costado. Examinó a su alrededor y sus ojos se fijaron en la chica que pintaba en el canva gigante. - Ok, ya encontré a tu victima - sonrió victoriosa mientras caminaba hacía ella con Link de la mano y paró cuando estaban a unos dos metros de la chica.

-Vaya, ¿qué ves qué está haciendo?-

-¿Pintando?- respondió el rubio con voz baja.

-Sí, y ¿qué piensas de esa pintura?- preguntó Urbosa mientras descansaba sus manos en su cintura.

-Que es genial - musitó Link mientras miraba atento como la chica pintaba.

-¡Bien! ahora ve y díselo - sonrió Urbosa mientras empujaba al rubio cerca de la chica que pintaba.

Gracias al empujón de Urbosa, Link quedó justo a la par de la chica. Con mucha pena volteó a verla.

-Hola- soltó Link con una voz seria pero amigable

-¡Hola!- saludó alegremente la chica de cabellos oscuros.

-Qué linda te está quedando la pintura - sonrió mientras llevaba su mano derecha a su nuca, inicialmente estaba nervioso porque hablaba con alguien nuevo, pero el nerviosismo incrementó al notar que la chica era muy linda. Su largo cabello caía en su espalda en forma de trenza y un par de mechones adornaban su dulce rostro- está fantástica- añadió.

-Muchas gracias- respondió la chica sonrojada, si Link estaba nervioso ella lo estaba el doble, sabía que él era el héroe de Hyrule y encima se veía muy apuesto con su uniforme de Guardia Real.

-Soy Link - el rubió extendió su mano.

-Yo soy _____ - la chica estrechó su mano e hizo una reverencia.

-Lindo nombre- poco a poco las palabras salían por si solas de la boca del rubio.

-Muchas gracias, comandante - sonrió

-Dime Link, tu no te preocupes-

-Entendido - sonrió. Link continuó observando la pintura, resulta que ____ se encontraba pintando la escena de la noche de boda y pudo encontrarse a sí mismo, a Urbosa y a los demás campeones en esa pintura.

-¡Oye Urbosa! - la llamó alegremente - ¡Mira, aquí estamos! - apuntó hacia la pintura.

Urbosa se acercó con una gran sonrisa, le encantó el cambio de humor que tuvo el rubio.

-¡Pero qué guapos hemos salido!- contestó la gerudo.

-Eres una gran artista, ____- soltó Link con una sonrisa.

-Muchas gracias, de verdad que sus palabras me llenan el corazón- ____ sonrió nerviosa.

Link la observó detenidamente, realmente era una chica linda y con el poco tiempo que conversó con ella notó mucha humildad y carisma en ella. -Podríamos llegar a ser grandes amigos-  pensó.

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NA:

Aquí vengo con una linda historia, espero que les guste así como a mi me gusta link con el uniforme de royal guard, todo un lindo.

Aquí vengo con una linda historia, espero que les guste así como a mi me gusta link con el uniforme de royal guard, todo un lindo

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