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La pelinegra se encontraba en su cama, llorando mientras abraza su almohada y recordaba las duras palabras que escuchó del rubio. Aunque habían pasado poco tiempo juntos ella le tomó cariño y comenzó a verlo de otra forma. Se maldecía internamente por haberse dejado llevar por sus sentimientos y ver amor donde no lo había.

Habían pasado ya unas dos semanas del incidente y le llegó una propuesta de trabajo haciendo lo que más amaba: pintar.

Luego de la boda de la princesa Zelda, ____ era a quien recurrían cuando necesitaban una pintura nueva en el castillo, esta vez le habían pedido una de la princesa junto a su esposo. ____ aceptó el trabajo por la paga que le darían, pero no se sentía del todo cómoda ya que tenía que llegar al castillo para realizar la pintura y temía encontrarse con el rubio.

Luego de ducharse, optó por usar un vestido blanco que le llegaba un poco arriba de las rodillas, desmangado y con un pequeño escote, junto a este se puso su capa café para cubrirla del sol en lo que llegaba al lugar.

Pintó sus mejillas y labios con unos frutos rojos que guardaba para ello. Una suave sonrisa apareció en su rostro al observarse frente al espejo, estaba linda y ella lo sabía. Muy dentro de ella pensaba en qué pasaría si se encontrara con el rubio y la viera así de linda. Ni lo voy a voltear a ver, pensó.

Guardó sus pinceles y pinturas en una bolsa y salió en dirección al castillo.


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El joven comandante se encontraba entrenando junto a los nuevos caballeros que acababan de entrar a la guardia real. Por ratos se distraía al recordar a la pelinegra, no había día que no pensara en ella y en esa catastrófica noche, pero aún así no se sentía seguro de ir tras ella. ¿Qué pasaría si no funciona y vuelve a sufrir así como sucedió con Zelda? Estaba perdido en el laberinto de su mente hasta que una suave voz lo sacó de su trance.

-¿Estás bien?- Purah movió su mano frente al rostro del rubio para llamar su atención.

-¿Ah? Si, si - abrió sus ojos sorprendido al notar la presencia de Purah.

-¿Estás seguro?- preguntó curiosa mientras ponía una mano en su cintura - Hace días que te veo distraído, y me atrevería a decir que hasta un poco decaído-

-Si, no te preocupes- le sonrió un poco forzado.

-Entiendo..- Purah pensó dos veces antes de hablar y decidió aventarse- ¿quieres acompañarme a dar una vuelta? Estoy un poco frustrada con una investigación que no da resultados y tu compañía me haría bien- sonrió sincera.

Link pensó su respuesta, pero ¿qué hay de malo en caminar con su amiga Purah? aceptó con un movimiento de cabeza y comenzó a caminar a lado de ella.

Iban cruzando por el jardín lleno de flores y hermosas rosas, Purah hablaba y Link le escuchaba atentamente, aunque una parte recordaba y anhelaba estar así con _____.

-Mira Link - Purah le tomó de la mano y lo guió hacía un arco y una banca llenos de flores que habían preparado para que la princesa y su esposo posen para la pintura -¡Qué hermoso quedará el cuadro de Zelda!- seguía sin soltar su mano.

Y pareciera que el universo o las diosas no los querían juntos, porque en ese preciso momento entró ____ con sus pinturas y pinceles. Link se quedó estático al notarla, está preciosa pensó al observarla de pies a cabeza, el vestido le quedaba perfecto y lucía hermosa con sus mejillas rosáceas. Estaba tan perdido observandola que no se dio cuenta que seguía tomado de la mano con Purah, en eso ____ voltea a verle y hicieron contacto visual por un par de segundos, solo para que la pelinegra dirigiera su mirada hacia el agarre de manos que tenía con Purah, con la misma expresión de seriedad volteó a ver el lugar decorado para la pintura y preparar su espacio de trabajo.

Ni una sonrisa, ni nada. Lo ignoró totalmente.

Al darse cuenta del agarre de manos Link se soltó inmediatamente, dejando a Purah confundida.

-¿Pasa algo, Linky?- preguntó preocupada.

-Lo siento Purah, debo irme- no le dio tiempo para contestar y se alejó corriendo hacia su zona de entrenamiento. Necesitaba pensar en lo que acababa de suceder, tenía miedo de que _____ malpensara la situación.

Por otro lado, _____ sintió un gran hueco en su estómago luego de ver esa escena. ¡Ya tiene sentido! pensó con enojo Claarooo que tenía a alguien más y por eso no formalizaba conmigo, es todo un descarado. Estaba enojada, triste y decepcionada. Poco a poco esa idealización que tenía del rubio fue cayendo y deshaciéndose y todo gracias a él mismo.

-Bueno, manos a la obra- susurró para sí misma mientras comenzaba a preparar el canva. 

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⏰ Última actualización: Sep 03 ⏰

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