Un vato muere en un tiroteo al tratar de ayudar a un viejito se le es concedida una segunda oportunidad de vida y como buen otaku virgen que es.... bueno ya saben a donde pide reencarnar.
Asta no hizo caso a la exigencia y apretó con más fuerza la muñeca del vaude para malestar suyo.
"TE DIGO QUE ME S-"— Langris no acabo la frase porque fue azotado contra el duro suelo.
"Aún si te soltara, no te estas dando cuenta de tu situación problemática, mocoso estúpido"— dijo con desdén a un langris que se levantaba adolorido.
"¿Problemas? — "El nombre y la influencia de mi familia arreglara cualquier desacuerdo con el que quieran acusarme"— comentó arrogantemente.
Esa declaración le gano una ola de indignación entre los que escuchaban, pero alguien con una postura diferente intervino.
"Oh... ¿Con que es así, mocoso vaude?"— preguntó Mereoleona con un divertido humor fingido.
Langris la observó impasible.
"Este asunto no tiene nada que ver con la familia vermillion" — Dijo langris con burla, pero esa fue una respuesta incorrecta en presencia de la mujer.
La sonrisa depredadora de la mayor de los vermillion creció a un nivel que estremeció a los menos valientes.
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"Sinceramente, no me importaría en lo más mínimo si esto hubiera terminado como una batalla más" — Comento con su aún humor falso.
"Pero" — Dejo la frase al aire y su mana se disparó como si estuviera a punto de matar a un enemigo con su ataque más poderoso — "Mataste a un participante, heriste indiscriminadamente a tu propia compañera y por sobre todo, heriste de gravedad a mi hermano.
"Si crees que tus acciones tendrán algún tipo de indulto por el nombre de tu familia o la influencia que esta ejerce... estas completamente equivocado" — Dijo sin dejar de mandarle su intención de muerte.
Langris sintió que le faltaba el aire, pero resistió la presencia dominante de la mujer.
No pudo evitar mirar a su alrededor. Vio que Owen (El medico principal) atendía rápidamente a un leopold y hamon sumamente destrozados. Vio a otros curanderos correr en dirección de Owen para prestar asistencia y solo entonces se dio cuenta en un momento de lucidez que quizás la había embarrado a lo grande por sus acciones.
(...)
En lo que estos dos individuos seguían discutiendo, el prota fue abordado por la presencia del viejo hephast.
"¡Hey niño!" —Llamo el viejo enano y asta se giró a su encuentro.
Hephast estaba por supuesto acompañado de iron y el macuto de encargo.
