DANZA MACABRA (RadioApple/AppleRadio)

01. Danza con la Muerte

Un grito salió de su boca, espléndido. El dolor reflejado en sus ojos era conmovedor, casi y sentía algo de misericordia por este ser tan vil.

La sangre corría por sus manos enguantadas, manchando todo a su paso; como tinta en papel, dictaba la sentencia mientras la escribía con los dedos, repasando cada parte del ahora cadáver y observando cada herida profunda qué había hecho por diversión. Conforme con su cacería. Pero insatisfecho.

Más. Clavaba aquel puñal con desenfreno.

Más. Quería perforarlo todo.

Más.

Quería más.

Quería mucho más.

Lo probó. Su carne era insípida, dura y repulsiva, al tragar solo le provocaba asco. Su garganta se lo maldecía con creces, pero el hambre en su interior era tanta, que terminó por engullir cada trozo como si de un manjar se tratará.

Lo único bueno de esa noche habían sido los gritos. Esa dulce melodía qué le hacía agua la boca y le iluminaba la mirada. El deleite de matar.

Más. Deseaba abarcar mucho más de lo que podía masticar.

Más. Cada segundo contaba su valioso tiempo.

Más. La ira dentro suyo aún no estaba conforme con nada.

Cada puñalada hecha al ritmo de un compás. Marcado, guiado, como un baile. Delicado, ágil. Sus ojos se maravillaban con el escenario qué había hecho.

Otro.

Y otro.

Y otro más.

El sonido de la sangre escurriendo fuera del cuerpo era la mejor música para sus oídos. Tan replicante, tan, tan, tan...

⸺Querido ⸺lo deslumbró una luz cegadora cuando recordó donde estaba, entorno la mirada hasta acostumbrarse otra vez. Volviendo al presente. Aquella mujer rubia, de curvas delgadas y mirada asesina, le sonreía sutilmente. Su voz tan fina como la seda misma de su vestido rosa que se amoldaba a su cuerpo, lo hizo despertar de su ensoñación. ⸺¿Todo bien?

⸺Por supuesto, mi encantadora, Rosie. Hoy hace una magnífica noche ⸺respondió animado, regalándole una sonrisa aún más amplia. ⸺¿Por qué no lo estaría?

⸺Oh, debió ser una espléndida cacería la de ayer ⸺pasó sus dedos con delicadeza por la suave mano del locutor que le sostenía y seguía guiando el compás del baile. Esos hermosos ojos marrones no reflejaban nada más que hambre ⸺. Cuando tengas oportunidad, deberías compartir un poco de tu dicha con una vieja amiga.

⸺Créame, mi estimada, que si usted me lo pide, yo le doy todas las dichas que a su alma sacie.