𝒀𝒐𝒖𝒓 𝒆𝒚𝒆𝒔 (milkciize)

𝟒. ¿𝑰𝒏𝒕𝒆𝒓𝒆𝒔𝒂𝒏𝒕𝒆?

Ciize:

Ciize se despertó temprano esa mañana, el sonido del despertador rompiendo el silencio de su habitación. Abrió los ojos y miró el techo, pensando que definitivamente no estaba lista para salir de su cama acogedora.

-Vamos, Ciize, es otro día para ser fabulosa.- se dijo a sí misma mientras se levantaba y se dirigía al baño.

Entró a la ducha, dejando que el agua caliente cayera sobre ella, relajando sus músculos y despejando su mente. Amaba la sensación del agua caliente por la mañana; la hacía sentir renovada y lista para enfrentar cualquier desafío que se le presentara en el instituto.

-Nada como una ducha caliente para comenzar el día.- pensó mientras disfrutaba del momento.

Después de la ducha, se envolvió en una toalla y se dirigió a su armario, buscando qué ponerse. Estuvo revolviendo entre la ropa, sintiendo que nada le convencía.

-Necesito algo que diga 'mira lo fabulosa que soy'.- se dijo mientras seguía buscando.

Finalmente, al fondo del armario, encontró una falda que hacía mucho no usaba y una camisa ajustada que siempre le quedaba perfecta.

-Esto es justo lo que necesito.- pensó con una sonrisa mientras se vestía.

Mientras se arreglaba frente al espejo, sus ojos se posaron en una foto en su tocador. Era una foto de ella y su padre, sonriendo juntos.

-Realmente lo extraño.- dijo mientras veía la foto.

Dejo la foto en su lugar para seguir arreglándose, al terminar se vio en el espejo para luego hacer una sonrisa lasciva.

Bajó las escaleras y encontró a su madre en la cocina, preparando el desayuno.

Desde que el padre de Ciize falleció, su madre había asumido el papel de sostén de la familia, trabajando arduamente para mantener todo en orden.

-Buenos días, mamá-. saludó Ciize con una sonrisa.

Buenos días, cariño.- respondió su madre, mientras volteaba unos panqueques en la sartén. -Te ves preciosa hoy.

-Gracias, mamá. Hoy quiero empezar el día con buen pie.- respondió Ciize mientras tomaba un vaso de jugo.

Pleng, su hermano menor, con la boca llena de cereal, la miró curioso.

-¿Por qué estás tan arreglada? ¿Acaso quieres impresionar a alguien en el instituto?.- preguntó, masticando ruidosamente.

Ciize se rió y le revolvió el cabello. "

-No seas tonto, Pleng. Solo quiero verme bien para mí misma. Aunque, si un príncipe azul aparece, no me voy a quejar.- dijo, guiñándole un ojo.

Sí, claro.- dijo Pleng con una sonrisa pícara. -Seguro que hay alguien especial que quieres impresionar.

-¡Pleng! ¡No hay nadie!.- respondió Ciize, dándole un ligero empujón.

Su madre, riendo, añadió:

-Bueno, sea cual sea la razón, te ves fantástica, estoy segura de que tendrás un gran día.

-Eso espero, mamá. Nos vemos luego.- dijo Ciize mientras salía por la puerta.

Al dirigirse al instituto, Ciize caminaba con paso firme, repitiéndose que su enfoque estaría en sus estudios y en su bienestar.

-Nada de distracciones, Ciize. Solo tú, tus libros y... bueno, tal vez un poco de drama escolar para condimentar las cosas.- pensó mientras continuaba su camino.