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𝖢𝖺𝗉𝗂́𝗍𝗎𝗅𝗈 𝖼𝗂𝗇𝖼𝗈

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𝖢𝖺𝗉𝗂́𝗍𝗎𝗅𝗈 𝖼𝗂𝗇𝖼𝗈.
▬ 𝖲𝗈𝗆𝗈𝗌 𝗅𝗈𝗌 𝖬𝖾𝗋𝗈𝖽𝖾𝖺𝖽𝗈𝗋𝖾𝗌:
𝖧𝖺𝖼𝖾𝗆𝗈𝗌 𝖽𝖾 𝗅𝖺𝗌 𝗍𝗋𝖺𝗏𝖾𝗌𝗎𝗋𝖺𝗌 𝗎𝗇 𝖺𝗋𝗍𝖾
𝗒 𝖽𝖾 𝗅𝖺 𝖺𝗆𝗂𝗌𝗍𝖺𝖽 𝗎𝗇𝖺 𝗅𝖾𝗒𝖾𝗇𝖽𝖺.

▬ 𝖲𝗈𝗆𝗈𝗌 𝗅𝗈𝗌 𝖬𝖾𝗋𝗈𝖽𝖾𝖺𝖽𝗈𝗋𝖾𝗌: 𝖧𝖺𝖼𝖾𝗆𝗈𝗌 𝖽𝖾 𝗅𝖺𝗌 𝗍𝗋𝖺𝗏𝖾𝗌𝗎𝗋𝖺𝗌 𝗎𝗇 𝖺𝗋𝗍𝖾 𝗒 𝖽𝖾 𝗅𝖺 𝖺𝗆𝗂𝗌𝗍𝖺𝖽 𝗎𝗇𝖺 𝗅𝖾𝗒𝖾𝗇𝖽𝖺

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      ADRIENNA DESPERTÓ sobresaltada y con un dolor intenso en su hombro izquierdo. Levantó un poco su cabeza para verificar que sus compañeras siguieran dormidas, y así era. Agarró sus guantes de seda negro y  corrió al baño de la habitación, cerrando la puerta con seguro.

Se apoyó en el lavabo, su respiración rápida y entrecortada. El reflejo en el espejo le mostró su rostro pálido y el sudor perlado en su frente. Se quitó la camiseta para examinar la herida nuevamente. La marca de las garras parecía más inflamada y enrojecida que la noche anterior.

— Maldita sea —murmuró, sintiendo la urgencia de hacer algo antes de que la situación empeorara.

Con manos temblorosas por el dolor, abrió el botiquín de primeros auxilios y sacó un frasco de poción desinfectante. Vertió un poco sobre la herida, mordiendo su labio inferior para no gritar por el dolor punzante que le recorrió el cuerpo. Luego, aplicó una pomada curativa y volvió a vendarse cuidadosamente ahogando en el proceso varios gemidos de dolor.

De repente, escuchó un suave golpeteo en la puerta: —¿Adrienna? ¿Estás bien? —La voz preocupada de Narcissa se escuchó al otro lado.

Adrienna se quedó quieta, su corazón latiendo más rápido. No quería preocupar a su mejor amiga, especialmente ahora que la situación se había vuelto aún más complicada.

— Sí, estoy bien, Cissy —respondió con voz controlada—. Solo necesito un momento. Me estoy arreglando.

— ¿Estás segura? —insistió Narcissa, su tono mostrando su preocupación genuina. Adrienna respiró profundamente, tratando de mantener la compostura.

𝐀𝐋𝐈𝐁𝐈, marauders eraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora