Casado con el Alfa Kim ▪︎『MW』

11; mingyu

El camino de regreso a la casa se sintió como una jodida eternidad. Mi hombro palpitaba locamente, una mancha de sangre corría por mi brazo. Me adelanté a Wonwoo, preguntándome si él caminaría a mi lado, pero nunca lo hizo. Nuestros verdaderos sentimientos habían sido arrastrados a la superficie. Realmente, se sentía como si hubieran sido arrastrados desde lo más profundo de nosotros. Al menos, así es como me sentía yo. Mi cabeza estaba hecha un desastre. Todo estaba sucediendo muy rápido, y ahora no estaba seguro de qué hacer a continuación.

Le deseaba, eso lo sabía con certeza.

¿Era normal que los sentimientos hacia alguien cambiaran tan rápidamente? Nunca me había pasado esto antes. Siempre había sido el tipo de Alfa que sabía a quién quería a primera vista, y Wonwoo nunca había estado en mi radar. Demonios, no creía que hubiera tenido un Omega en mi radar antes. Pero ahora, lo quería. No, decirlo así me hizo sentirme al mismo nivel que todas las mujeres con las que había estado en el pasado. Esto era diferente. Completamente diferente. Lo que sentía por Wonwoo ahora era mucho más fuerte, mucho más profundo.

¿Qué era exactamente? No era amor, lo sabía. Era algo separado del amor, separado, pero de alguna manera igual de fuerte. Esto era algo que nunca había experimentado antes. Era como... correrme por primera vez.

¿Y qué sentía Wonwoo acerca de todo esto? Estaba tan callado. Lo miré por encima del hombro y vi que me estaba mirando. Nuestros ojos se encontraron y sentí que mi corazón se sacudía. Rápidamente miré hacia adelante nuevamente.

Quería besarlo de nuevo. Quería sentir su toque nuevamente, sus dedos en mi piel. Pero... por alguna razón, a pesar de que nos acabábamos de besar, me estaba costando mucho trabajo convencerme de llegar a él de nuevo. Esto era tan extraño.

Llegamos a la puerta de atrás y la abrí para dejarlo entrar primero.

-Gracias -dijo Wonwoo. Se detuvo con los ojos muy abiertos-. Tu brazo.

Extendió la mano, pero no tocó la herida.

-Lo siento. Eso fue mi culpa. Yo te estaba diciendo que no te esforzaras y mira.

-Está bien -le dije-. Me pondré un poco más de esa pomada mágica.

Me dio una leve sonrisa, y pude ver en sus ojos que estaba tan confundido sobre esto como yo. Cuando pasó junto a mí y entró, capté el aroma de su cabello y sentí que mis piernas se volvían un poco débiles.

-Déjame limpiarla por ti -dijo-. Siéntate.

Él asintió con la cabeza hacia el mostrador de la cocina, y yo fui y tomé asiento en uno de los taburetes.

Wonwoo fue a su habitación, volvió con un botiquín completo de primeros auxilios y lo dejó sobre el mostrador.

-Definitivamente tendré que tener más cuidado durante el entrenamiento -dijo-. No debería haberte empujado así.

No pude evitar exhalar un fuerte suspiro de sorpresa cuando él se acercó a mí, deslizándose entre mis muslos. Mi cuerpo se puso rígido, sin saber qué hacer. Comenzó a limpiar mi herida, su atención se centró en lo que estaba haciendo. Su rostro estaba tan cerca del mío, un mechón de cabello blanco colgaba sobre su frente. Comenzó a limpiar la herida e ignoré el dolor. Mi atención estaba en él y en esos hermosos ojos suyos.

-¿Estás seguro de que no me estás jodiendo a propósito, para que puedas seguir haciendo esto por mí? -Bromeé, me miro con sus ojos azules y frunció el ceño juguetonamente y metió un dedo en mi hombro-. ¡Ehh! Ay.

-Tranquilo.

Obedecí, sentándome en silencio mientras él hacía su trabajo. Esto era totalmente innecesario, me daba cuenta. Podría haberme limpiado yo mismo en la ducha.