Sakura Haruno una kunoichi de nivel Jōnin, miembro del Equipo Kakashi y una gran amiga de Naruto Uzumaki. Después de su entrenamiento con Tsunade, se convirtió en una Ninja Médico. Finalmente se convirtió en la esposa de Sasuke Uchiha y la madre de...
"Aquellos que no aprenden nada de los hechos desagradables de sus vidas, fuerzan a la conciencia cósmica a que los reproduzca tantas veces como sea necesario para aprender lo que enseña el drama de lo sucedido. Lo que niegas te somete. Lo que aceptas te transforma"
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Había algo encantador en la curvatura de la columna de un hombre arrodillado, la cabeza inclinada, las manos a la espalda, firmemente amarradas. Con su cuello, vulnerable y expuesto, algo no muy común cuando eres ninja, al fin y al cabo, ese punto era el más propenso a ataque, ya que solo era necesario pasar lentamente un kunai por la tráquea para terminar con una vida en segundos, algo que todo ninja tenia conocimiento, por ello de que rara vez estuviera así vulnerable.
Pero el no solo parecía venerable y confiado, sino también añorante, mientras sus dedosde los pies se encontraban extendidos y apoyados sobre la alfombra de la habitación, alfombra que le rozabalas rodillas y se las dejaría rojas en poco tiempo. Yo también iba a dejar mis propias huellas sobre él, con cuidado, asegurándome de que desaparecieran tan de prisa como la rozadura de la alfombra. No podía dejar nada permanente sobre él. Lo habíamosacordado desde el principio.
Sonriendo hice sonar lentamente mis tacones al entrar a la habitación, mirando con satisfacción como su piel comenzaba a mostrar signos de piel de gallina, escuchando su respiración errática y el tamborero de su corazón, claramente en espera. Acercándome lentamente bese su nuca, mientras mis manos acariciaban su pecho, bajando lentamente por sus pectorales, los cuales lentamente pase mis hullas no lo suficientemente fuerte para sangrar, pero si dejando pequeñas líneas rojizas en su pálida piel.
.-tengo una sorpresa para ti- susurre en su oído, sintiendo los espasmos de su cuerpo por la cercanía, era tan adorable, pero toda la magia se rompió cuando sentí el ardor característico del sello en mi brazo, tenía una misión...
.-lamentablemente querido la sorpresa tendrá que esperar- hablé sonriendo, intentando que no se notará mi clara molestia, era la quinta vez en este mes que Tsunade me llamaba de la nada para hacer misiones, de alguna manera sentía que ella sabía cuándo iba a divertirme para molestar, pensé molestamente deshaciendo las cuerdas que mantenían a mi actual compañero de noche, sin posibilidad de movimiento, quien me miro lastimosamente y algo insatisfecho, algo que compartíamos en ese momento.
.-no puedes ir más tarde, hace tiempo que no me llamabas.-mumurro de manera dependiente Iku. Creo que así se llamaba, Iku era un joven Chenin quien había conocido en una de mis tantas misiones en solitario, que Tsunade me había mandado desde mi regreso a la aldea, él había estado algo herido por los ataques de unos ninjas descarriados, así que no queriendo que muriera desangrado lo había ayudado.
.-me encantaría, pero sabes que no puedo, nos vemos luego.-exclame uniendo mis labios levemente con los de él, alejándome posteriormente con una teletransportación dejando detrás de mi paso varios pétalos de cerezo, apareciendo unos metros cerca de las oficinas de hokage, saltando entre los techos de la aldea y entrando finalmente por la ventana de la oficina.
