Escapa conmigo

...Se libre conmigo

Le tomo un poco de esfuerzo a Harry mantener su rostro sin grandes indicios de lo que había en su interior; tenia practica ocultando cosas asi, mantener un rostro neutro para lo horrible que se sentía cuando faltaba poco, antes para salir del mundo mágico, pero esta vez no era asi, y le sorprendía que fuera más difícil ocultar la alegría, pero hizo todo lo posible.

El plan no podía fallar, no por algo tan simple como una sonrisa inadecuada.

Mientras recogía sus ultimas pertenecías con letargo, en secreto, con un acto casual que paso completamente desapercibido, Harry le dio la llave de su bóveda a su mejor amigo, sin que nadie se diera cuenta, y luego se marcho, con intención de desayunar algo para calmar los nervios.

Así mismo, a pesar de estar en el mismo compartimiento, no dieron ningún indicio de sus planes, o que tenian algo en su cabeza diferente a la guerra que se asomaba y acercaba a paso constante.

A la vez que Harry atravesaba la barrera, el señor Weasley y otras personas escoltando al niño que vivió con sus tíos; Neville camino hacía su abuela, ambos en silencio mutuo, tomando el traslador y dirigiéndose poco después de llegar a desempacar, sin que ella le hiciera reclamo alguno.

Unas horas más tarde se reunieron en la cena, un ambiente tan gris y frio como el gran comedor, y con pocas palabras acordaron reunirse al día siguiente con un poco de té para conversar.

La noche fue callada, y la mañana pareció llegar rápidamente; antes de salir de su habitación se detuvo unos segundo, pensando en todo lo que iba a suceder ahora, antes de tomar valor, siempre le había temido a esa mujer pero era hora de dejar que eso lo afectara.

Entro en el pequeño salón y la saludo adecuadamente, ella se veía cansada, pero también decidida, él no suspiro ni se encorvo como siempre, pero deseo que todo saliera bien; bajo la mirada de su abuela, puso una planta tranquilizante para que ambos soportaran la conversación, la ultima guerra se había llevado a sus padres, y la perspectiva de la venidera era igual de oscura y negativa.

Su abuela lo acepto con rapidez y después de que ambos tomaron unos tragos, se dispusieron a conversar.

Ella carraspeo un poco antes de poner una carpeta sobre la mesa, parpadeando antes de dirigirle una mirada fulminante a su nieto, indicándole que no había discusión en el asunto, si, le planeaba dar más libertad después de su lucha en el ministerio, pero ella seguía teniendo la ultima palabra, y como siempre, debía de escuchar.

Solo que no logro hablar, no era capaz de mover su lengua, o cualquier parte de su cuerpo en si; unos pocos parpadeos pesados después la pusieron en un coma mágico que duraría lo suficiente para que lograr su escape, y aunque sentía una gran presión en el pecho al verla allí, quieta y dormida, era necesario.

Neville se levanto luego de terminar su taza, era verdad el uso de la planta, después de todo necesitaba ese trago para que iba a hacer; que su taza no tuviera gotas de néctar de la misma flor hacia la diferencia, su abuela simplemente había consumido más dosis de la recomendada, sobre todo para su notable edad.

Con disposición, obligado a saber, tomo la carpeta que ella había dejado en la mesa, después camino a su habitación para recoger su bolso de viaje, que no era más que una mochila escolar con características extras, marcando mentalmente la lista que hizo, asegurándose de no dejar nada.

Sin que madam lo notara, había empacado la noche anterior todo lo necesario, no fue un problema cuando logro encoger todo gracias a pequeñas runas; como aun no era mayores de edad no podían hacer magia, por lo que debían de ser más cuidadosos de ahora en adelante, el que los rastrearan era de esperarse, pero no había motivo alguno para facilitar las cosas.