Escapa conmigo

Déjame cuidarte

Sin darse cuenta, todo a su alrededor, a su modo de ver, tomo una forma y color diferente, o mejor dicho, un significado nuevo.

Fue antes de que se diera cuenta, y tal vez era un poco su culpa que el repentino cambio lo dejara algo mareado, pero había sido honesto en su error, jamás pensó que el pequeño brote traería tantas consecuencias, o crecería tan rápido, en realidad.

Pensó que la idea tardaría en florecer, abrir lentamente sus pétalos mientras se acercaba más a su amigo, cada vez más constante; creyó que tomaría su tiempo para revelarle de que trataba, así se suponía que funcionaba.

Pero no, solo basto un suave sollozo, un murmullo de lamento por parte de Harry mientras dormía en su hombro, para que esta floreciera en un radiante lirio de un gris plateado con las puntas verdes más radiantes que había visto.

Sabia a quien le pertenecía incluso antes de plantarla, que fuera un lirio no lo asombro demasiado, significaba admiración y gratitud después de todo, los primeros sentimientos que tuvo hacia él, antes de que la protección se hiciera más grande con forme él se veía más herido, y además eran suaves y delicados, pero también fuertes.

Aun así nunca pensó que tomaría ese color en particular, de ese verde tan brillante e innatural, tampoco espero los pensamientos y las dudas que trajo con ella. Fue repentino, como un golpe de dudas, un torrente de pensamientos que lo asalto sin darse cuenta, y lo peor es que no eran meras ideas... sonaba real.

Sin darse cuenta, él comenzó a pensar, a preguntarse y cuestionar, sin notarlo hasta que fue tarde y esas palabras se grabaron en su cabeza con fuerza.

¿Por qué él? ¿Por qué los señores Potter habían sido atacados aquella noche? ¿Qué había vuelto a sus padres objetivos inmediatos? ¿Qué hizo que todo fuera Harry? Si, era poderoso, decidido, especial, un líder nato y un magnifico maestro, pero la mayoría del mundo mágico no sabia esto, no lo miraban de verdad, entonces ¿Por que Harry Potter era la víctima y no un adolescente más?

¿Era solo porque sus padres y los de Harry se enfrentaron a ese monstruo? Por algún motivo desconocido, sentía que esa no era la respuesta completa; correcta, si, pero también parte de algo mayor, y eso lo volvió inquieto.

Le tomo un poco de tiempo antes de darse cuenta que Harry ya estaba enterado, sabia que no le gustaría la respuesta, la mirada angustiada y resignada de su mejor amigo era aviso suficiente, pero había prometido ayudar en su dolor. Por eso se empujo a si mismo a conocer la verdad.

Cuando escucho la respuesta, supo que tuvo razón; Harry, tembloroso, le contó en secreto, en un susurro frágil, lo que Dumbledore le había rebelado esa noche del ministerio, mientras lidiaba con la adrenalina, el dolor y la perdida.

Descubrió que estaba buscando Voldemort y los mortifagos aquella noche, y porque era Harry quien siempre estaba envuelto en problemas, porque los magos de la luz lo miraban tan atentos, porque le prohibían ser normal.

Después de eso no lo pensó mucho y ayudo a Harry a regresar a dormir, sus nervios, incluso si hacia el esfuerzo de ocultarlo, lo habían agotado, y él no le dio otra opción más que descansar; si alguien merecía, diablos, si alguien necesitaba un descanso, ese era su amigo.

Poco después, a penas un par de pasillos lejos del ala medica, no pudo contenerse más, y fue a un aula abandonada antes de reventar por la presión. Ahora entendía por que los hombros de Harry siempre estaban tan caídos, el peso de saber aquello era un verdadero tormento, eso solo lo hizo preocuparse más.

No podía aferrarse a nada, pensar con claridad o buscar algo de calma entre tanta neblina, pesada y angustiante, solo lloro, y lloro, lagrimas derramándose sin control mientras la situación se fundía en su cabeza, mientras entendía que las palabras de una vidente que ni siquiera se acordaba de eso había condenado sus vidas, la de sus padres, y los había puesto en medio de todo.