'Nunca tengas sexo con tu ex' así se llama la obra que tiene de protagonista a Naz, pero un accidente en la nieve de su compañero de actuación hace que su productor elija a la única persona en el mundo que ella quiere evitar.
Me acerco a la cintura y me acomodo contra la cálida y familiar pared de su pecho.
Oh, Dios mío, así es como me sentí, así es como se sintió, lo recuerdo, lo recuerdo, lo recuerdo.
Lo he hecho incontables veces antes, me metía en la cama con él los fines de semana y me acurrucaba en el calor de su cuerpo debajo de las sábanas.
Esto es una locura.
Apenas puedo respirar y, de la nada, lágrimas inesperadas se espesan en mi garganta. Mi cabeza descansa contra su corazón y puedo sentirlo latir tan rápido como el mío. Más rápido, incluso. Necesito salir de esta cama y de este escenario, pero mis piernas no escuchan órdenes.
Y entonces SeokJin desliza lentamente su brazo hacia abajo desde sobre su cabeza, su palma se desliza plana sobre la coronilla de mi cabeza, mi cabello, sus dedos acunan mi cráneo mientras su otro brazo se desliza alrededor de mis hombros para acercarme.
Lo odio.
Me digo a mí misma que lo odio, pero en ese momento, no lo odio. Lo amo como lo amé en aquel entonces, como si los años, los problemas y el dolor nunca hubieran sucedido y me despierto con él en nuestro dormitorio como antes.
Sus brazos me sostienen de la manera en que solo sus brazos pueden hacerlo. Es una emoción tan grande, un alivio tan bendito, como si hubiera estado esperando esto desde el día en que se fue y ni siquiera lo supiera.
¿Qué pasa después? Si consultaras el guión, verías que dice que nuestros personajes "hacen el amor lenta y tiernamente". Eso es todo, eso es todo lo que dice. ¿No? "él hace esto, ella hace esto, su mano va allí, su pierna va allí". Solo tenemos que hacer el amor lenta y tiernamente, de la manera que elijamos. Solíamos hacer eso a veces, la cosa lenta y tierna. De acuerdo, muchas veces nuestro sexo no era tan tierno como duro, rápido e incluso violento, pero cuando era tierno, era desgarradoramente tierno.
Ahora está ahuecando mi cuello y ha inclinado su rostro para presionar sus labios contra la parte superior de mi cabeza, como si despertara lenta y placenteramente de su letargo.
Aprieto los ojos con fuerza y mis pestañas rozan la piel suave en su pecho.
SeokJin se mueve ligeramente, levantando la sábana un poco para colocarme debajo de ella con él de cintura para abajo, y una repentina oleada de pánico húmedo cubre mi piel porque a diferencia de JungKook y yo, SeokJin ha optado por cumplir con las preferencias de Joonie y está completamente desnudo.
Oh, mierda.
Su polla está acurrucada contra mi entrepierna y está dura como el hierro.
Su boca se mueve por mi cabello hasta que sus labios están cerca de mi oído.
—¿Cuánto tiempo, no? Ya ves, Naz.
Puedo oír el humor reprimido detrás de su tono, y sus palabras son tan banales que medio jadeo, medio río, y todo en relativo silencio porque se supone que la escena es amorosa y gentil.
—¿Es eso una pistola en tu bolsillo? —murmuro—. Porque si lo es, te voy a matar de un tiro por esto. —Le acaricio la espalda, apegándome rígidamente a los movimientos que JungKook y yo practicamos.
—Sin bolsillos, sin pistola —dice —. Estoy muy, muy contento de verte de nuevo. Y de sentirte de nuevo.
—Tienes que besarme ahora —digo, tenazmente fiel al guión, y él gime pequeño pero audible contra mi cabello.
—Dios, me gusta cuando eres dominante —murmura, luego inesperadamente, me da la vuelta sobre mi espalda en la cama y me sujeta debajo de su pecho.
¡Fuera de guión! ¡Fuera de guión! Quiero gritarlo a todo pulmón, pero si lo hago, tendremos que parar y empezar de nuevo... y no quiero parar.
Abro los ojos y miro hacia arriba, a sus ojos oscuros, repentinamente serios, que se ciernen a centímetros de los míos.
—He pensado en besarte todos los malditos días durante los últimos seis años —dice, y luego baja la cabeza y su boca está sobre la mía—. He crecido, Naz —susurra entre besos—. He crecido en mi estúpido corazón, y sé cómo no romper el tuyo esta vez.
Me había obligado a olvidar a SeokJin para poder dormir por la noche, pero en el segundo en que comienza a besarme, recuerdo todo y me rindo, abriendo la boca para invitar a su lengua a entrar.
Oh. Dios. Mío.
Comienza tierno, pero es como si mis labios estuvieran mezclados con lujuria porque siento que me besa.
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