'Nunca tengas sexo con tu ex' así se llama la obra que tiene de protagonista a Naz, pero un accidente en la nieve de su compañero de actuación hace que su productor elija a la única persona en el mundo que ella quiere evitar.
—Siempre he estado enamorado de ti —susurra con fiereza, sus labios lentamente sobre los míos, sus manos moviéndose en mi cabello.
—Jesús, SeokJin —susurro, deslizando mis dedos en la parte posterior de su cabello oscuro y acercando su rostro al mío—. ¿Qué es esto?
Una pequeña sonrisa melancólica dibuja sus labios, y sus ojos son inevitablemente sombríos. Tristes, incluso.
— Este soy yo, follándome a la mujer que amo tan tiernamente como sé hacerlo, Naz. Este soy yo siguiendo el guión que siempre debí haber seguido, en lugar de un guión de película de terror jodido sobre una serie de mujeres que no se te pueden comparar. Nadie lo hace.
Me está follando lento y sensualmente mientras habla en voz baja y solo para mí, la gruesa base de su polla frotando contra mi clítoris, y con cada embestida deliberada, me acerco más al orgasmo. Estoy apretada a su alrededor, empapada en un anhelo desesperado, con las mejillas húmedas y temblando por lo mucho que lo necesito.
—¿Es esto lo suficientemente tierno? —Me está besando de nuevo, ahora con suavidad, y luego desliza su mano entre nuestros cuerpos y encuentra mi clítoris con las puntas de sus dedos mágicos.
Agarro la parte superior de la sábana en la base de su espalda mientras mi cuerpo se arquea con avidez. Voy a correrme. Voy a correrme ahora mismo, puedo sentir el motor de ese poderoso coloso rugiendo a través de mi cuerpo, desde las puntas de mis dedos de manos y pies, corriendo hacia sus dedos en mi clítoris y su polla enterrada dentro de mí.
—Me rompiste el corazón—, jadeo en voz baja, y él absorbe mis palabras contra sus labios.
—Lo arreglaré—, dice, urgente, y su cuerpo se tensa porque está muy cerca de correrse él también.—Todos los malditos días, Naz, lo arreglaré—.dice, urgente, y su cuerpo se tensa porque está muy cerca de correrse él también. —Todos los malditos días, Naz, lo arreglaré.
Escondo mi cara en su hombro y muerdo para evitar gritar su nombre en voz alta, porque mi orgasmo está llegando a su punto máximo y no hay una maldita cosa que pueda hacer más que dejar que sus alucinantes y placenteras sacudan mi cuerpo contra el suyo. Me toca con fuerza mientras frota sus caderas contra las mías, mordiéndome el labio, su polla palpita caliente y sorprendentemente sexy mientras se corre segundos después de mí. Nos sacudimos casi en silencio, agarrándonos el uno al otro, nuestras caras están profundamente hundidas en el cuello del otro, agonizantes por la necesidad de gritar, chillar, gemir y rugir.
Me siento extrañamente como si estuviera en una de esas escenas estilo Matrix, ¿sabes cuando todo se ralentiza y ves instantáneas de todos los actores? Instantáneas de SeokJin y yo el día de nuestra boda, instantáneas de nosotros aquí arriba teniendo sexo, instantáneas del resto del elenco y el equipo esparcidos por el teatro mirándonos. Si alguien dejara caer una aguja aquí ahora mismo, seguro lo oirías.
—¿Qué pasa después, Naz? —susurra SeokJin, cuando por fin ha recuperado el control de su respiración.
Debajo de la sábana, su polla se desliza fuera de mí y ya lo extraño.
Alguien tose y Joonie se pavonea desde los bastidores.
—Tal vez tengamos que repasar eso otra vez, amigos —dice, frunciendo el ceño al ver el guión—. ¿Crees que podrías hacer que sea menos obvio que realmente estás follando la próxima vez? Esto es el K-End, gente, no Ámsterdam. Tómate cinco minutos. —Se aleja del set de nuevo, chasqueando los dedos hacia uno de los encargados del set—. Sábanas limpias, por favor. —Nos lanza una mirada oscura por encima del hombro y luego se gira hacia el encargado—. Será mejor que pidas un suministro.
Supongo que debería estar mortificada, pero ¿sabes qué? Simplemente no lo estoy. Joonie pidió química. Tal vez la próxima vez tenga cuidado con lo que desea.
—Uno pensaría que estaría agradecido de que seamos actores de método tan dedicados —me río temblorosamente en voz baja y miro a SeokJin—.¿A la misma hora, en el mismo lugar mañana? —dice, y sus ojos oscuros bailan de risa, y algo que parece amor.
Detrás de su cabeza, veo un nuevo y llamativo letrero de neón de la obra colgado en el vestíbulo.
Nunca tengas sexo con tu ex
Sí. Sobre eso…
Fin 🎬
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Muchísimas gracias por leer, nos vamos en la próxima lectura.
