41: La noche pasada....

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Su Yao tuvo un sueño muy extraño.

En el sueño parecía haber vuelto a la película que vio hace un par de días, y esta vez la experiencia parecía aún más real que aquella noche.

Era como si realmente estuviera viviendo las cosas que aparecían en la película, con su cuerpo y mente sincronizados.

Era una sensación fuera de lo común.

No podía distinguir si esa sensación era real o no. O más bien, con su cerebro completamente dominado por el alcohol, no solo era incapaz de distinguir esto, sino que había perdido la capacidad de pensar, no podía diferenciar nada.

Solo una sensación primitiva en su interior le decía que parecía disfrutar mucho las cosas que sucedían en el sueño.

En cuanto a si le gustaban esas cosas en sí o si le gustaba Bai Yue con esa expresión de ternura en el sueño, Su Yao no podía distinguirlo y tampoco le importaba demasiado.

Cuando despertó al día siguiente, ya era mediodía.

La luz del sol entraba a través de la ventana y le daba en la piel, cálida y agradable.

Desafortunadamente, la resaca hacía que Su Yao sintiera un poco de dolor en la cabeza. Se masajeó las sienes con fuerza durante un rato, y cuando comenzó a sentirse un poco mejor, se giró y empezó a mirar a su alrededor.

Pensaba que estaría en su dormitorio, pero todo a su alrededor le era completamente desconocido.

Sin embargo, por la decoración, Su Yao podía deducir que estaba en una habitación de un hotel desconocido.

Al principio, Su Yao admitió que se puso un poco nervioso. Su mente recorrió instantáneamente muchas películas de crimen que había visto antes, incluso pensó en secuestro. Pero después de reflexionar un poco, volvió a calmarse.

Después de todo, Bai Yue le había dicho la noche anterior que el grado de alcohol en esa botella no era alto. Como era su primera vez bebiendo, era normal que se embriagara, pero estaba seguro de que Bai Yue no haría nada vergonzoso.

Así que, aunque no veía a Bai Yue por allí, estaba seguro de que la persona que lo había llevado allí era definitivamente Bai Yue.

Pensando en esto, Su Yao miró a su alrededor.

De hecho, vio su teléfono móvil y las ropas que había usado la noche anterior sobre una mesa cercana.

Espera...

¿Por qué hay ropa aquí?

Su Yao quedó atónito por un momento, y luego, al mirar hacia abajo, se dio cuenta de que, además de la manta que lo cubría, no llevaba nada más puesto.

Entonces, ¿Bai Yue se encargó también de su ropa anoche?

Mientras esta idea cruzaba su mente, las imágenes de la película volvieron a reproducirse en su cabeza. Su Yao se sonrojó incontrolablemente y se encogió, como una tortuga pequeña que se retira a su caparazón al sentir peligro.

Aunque era su hermano y anoche estaba realmente borracho, aún se sentía avergonzado de pensar en lo que había pasado.

Mientras pensaba y se debatía, escuchó un ligero "clic" y la puerta de la habitación se abrió desde el exterior.

Bai Yue entró con una bolsa, y al verlo sentado allí, levantó las cejas con sorpresa y luego sonrió. Dijo: "Pensé que seguirías dormido un poco más. Pero como ya estás despierto, come algo. Acabo de ir a comprarte un poco de gachas. Como bebiste tanto anoche, probablemente no te sientas muy bien hoy. No comas nada más."

Su Yao asintió obedientemente.

Al menos en cuanto al cuidado, Bai Yue era confiable.

Realmente sentía hambre, pero al pensar en su estado actual, Su Yao se sentía demasiado avergonzado para salir de debajo de las cobijas.

Pero, no se sabía si era intencional o no, Bai Yue parecía completamente inconsciente de su incomodidad. Colocó la bolsa en una mesa lejana y se volvió hacia Su Yao, incluso animándolo con una sonrisa: "Xiao Yao, aprovecha que la gachas todavía está caliente, ven a comer."

Su Yao se sintió extremadamente incómodo.

Miró a Bai Yue y luego a su ropa. Intentó que Bai Yue entendiera a través de su mirada lo que estaba pensando.

Pero esta vez no fue así. Bai Yue parecía haber perdido inteligencia durante la noche, ya que no entendía las insinuaciones de Su Yao. Incluso exageraba su mirada, como si temiera perderse cualquier pequeño detalle.

Su Yao no sabía qué hacer, así que finalmente respiró hondo y dijo directamente: "Hermano, ¿podrías, por favor, darme un poco de privacidad? Necesito vestirme."

Las últimas palabras fueron murmuradas como un zumbido de mosquito.

Su Yao no entendía por qué se sentía tan avergonzado.

Claramente, cuando vivía en el dormitorio compartido, cambiarse delante de los compañeros de cuarto era algo normal. A veces incluso comentaban sobre el cuerpo de los demás sin ninguna incomodidad.

Pero ahora, enfrentándose a Bai Yue, Su Yao sentía que no podía tratarlo con indiferencia.

¿Por qué tenía este sentimiento? Su Yao no lo sabía.

Solo sabía que estaba a punto de morirse de vergüenza.

No podía calmarse.

Sin embargo, al escuchar su solicitud, Bai Yue parecía confundido. Frunció el ceño y dijo: "¿Por qué necesitas que me aparte para vestirte? Ambos somos hombres, y soy tu hermano. Lo que tú tienes, yo también lo tengo. ¿Por qué debería alejarme?"

Cierto, ¿qué razón había para que se apartara?

Su Yao tampoco lo entendía.

Y parecía que Bai Yue no se conformaba con eso. Después de una pausa, añadió: "Además, piensa en ello, la persona que te quitó la ropa anoche fui yo. Vi cada parte de ti claramente. Hoy solo estás volviendo a vestirte tú mismo, ¿para qué necesito apartarme?"

La lógica era correcta y no había problemas con ello.

Pero al escuchar eso, Su Yao se sonrojó aún más.

Desconcertado y balbuceando, no pudo encontrar una respuesta. Finalmente, mordió la bala y salió de las cobijas.

Al ver a Su Yao vistiéndose con resignación, los ojos de Bai Yue brillaron aún más.

Como había imaginado, el estado despierto y el estado dormido tenían una belleza claramente diferente.

Parece que su elección de la noche anterior fue totalmente correcta.

Bai Yue sonrió.

Reviviendo los eventos de la noche anterior en su mente y observando la impactante escena frente a él.

Bai Yue se arrepintió un poco.

Si hubiera sabido, habría hecho un poco más la noche anterior.

" El sustituto volvió a llorar "Donde viven las historias. Descúbrelo ahora