Venus montó al meretriz en Lune, tomó la delantera y huyeron. —¡Maldita sea, síganlos! ¡YA! — Gritó Mew. Ambos Niiphi corrieron detrás de ellos.
Mew esquivó los meteoros mágicos, rodó por el suelo y brincó de un árbol a otro, nivelando a la bruja en el aire. Osciló la espada esperando cortar a la bruja en dos, pero ella retrocedió. La bruja invocó un dragón esmeralda carnífice que se lanzó a Mew, lanzando un mordisco.
Mew la esquivó y enterró la espada en su alargado cuello.
Voló junto al dragón. Enganchado de su cuello, girando y girando.
Luchó por domarlo, pero los vientos lo domaban a él.
Cuando finalmente tomó asiento sobre el dragón, sacó la espada y lo apuñaló en la cabeza dos, tres, cuatro veces. La criatura lloró como las trompetas de los ángeles y descendió. Durante el descenso, se soltó y se paró en el tronco de un árbol. El dragón se evaporó en cenizas esmeralda antes de dar con el suelo. —¿Por qué no puedes simplemente morir? — Ella preguntó, tan dulce como una canción de cuna.
—Me gustaría morir. Todo el tiempo pienso en ello. Desgraciadamente, nunca es un buen día para morir. Porque siempre hay algo por lo que vivir. Además, recibiría la maldición de mis compañeros de guerra si me suicidó. Entonces, no, señora bruja, no tengo deseos de morir.
Ella parpadeó sin palabras.
—Usted por el contrario, sí quiere morir. Para usted los días ya no valen la pena vivirse. Pero piense, señora bruja, ¿así es como su hijo querría que viviera?
La mujer cayó de rodillas y conjuró dos belduque esmeralda flotantes a los lados de su cuerpo. —Tiene razón. Debería terminar con mi vida–
—No me entendió, señora bruja. No le dije que termine con su vida, sino que siga con ella. Su hijo querría verla como la madre que alguna vez fue.
—Yo ya no puedo ser esa mujer. ¡Entregué mi alma a la oscuridad! Sólo me queda la muerte.
—No. Entrégueme su vida y la purificaré.
Mew posó detrás de la bruja. Ella desvaneció los belduque, esperando el sueño eterno. —Repite después de mí. 'Dios, perdona mis pecados. Ten misericordia sobre mí, pues tú que todo lo ves, conoces mis motivos. Conoces mi dolor. Si soy de tu gracia, guarda mi alma bajo tu tutela.'
—'Dios, perdona mis pecados. Ten misericordia de mí, pues tú que todo lo ves, conoces mis motivos. Conoces mi dolor. Si soy de tu gracia, guarda mi alma bajo tu tutela.'
—Amén.
—Amén.
Mew le cortó la cabeza, esparciéndola en cenizas esmeralda. Miró la carroza, viendo al cochero quemado y a los caballo desesperados. Soltó a uno de los caballos y montó el otro antes de seguir las huellas de sus camaradas. Los pasos estaban mezclados con los de su frisón, Lune. Eran tan claras como el agua. Sin embargo, muy fácil de seguir. La bruja fue un plan del chico, puede que hubieran más sorpresas. El samurái se sintió amenazado a la vez que emocionado. —Si le hace algo a mi caballo no lo matará el bosque lo mataré yo.
Alcanzó a los Niiphi más adelante, pero estos maldecían los alrededores sin rastro de los clientes. —¿Dónde están? — Interrogó aunque sus ojos respondían por ellos.
—No hay rastro. Se fueron por el cesped. — Evan reportó.
—No me digas, Evan. — Reaccionó con obviedad. Escucharon el césped regurgitar a unos pasos y miraron atrás. Venus y el cliente galoparon en dirección contraria. Mew tiró de las riendas y ordenó seguirlos.
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LPAC• MewGulf, EvanEnzo
AdventureUn samurái egipcio debe trasladar a un prostituto sano y salvo a Grecia..., sin embargo, el individuo porta una máscara de oro y se rumorea que cualquiera que lo mire al rostro será maldecido. •Una velada llena de acción, romance y giros 🌹•