Capitulo 4: Un Grupo

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Nunca creí que llegaría el dia en que yo mismo tendría que acabar con la vida de alguno de mis padres, pero enos aquí, mi papá en el suelo con un agujero de bala en su cabeza y yo sosteniendo el arma que causó dicho agujero, las lágrimas no paraban de salir de mis ojos, quería que todo fuese un mal sueño, despertar con la alarma del despertador que me indicaba que debía levantarme y alistarme para ir a la escuela, pero desgraciadamente eso no sería así.

–Papá... Papá....– Undí mi cabeza en su pecho, lloré como nunca había llorado, primero mi madre y ahora mi padre, esto debía ser una pesadilla... No aguanté mas y ahogué un grito en su pecho.

Y de repente pude escuchar como las puertas de cristal eran azotadas, debían ser ellos... Esos malditos caminantes, mi tristeza pasó a furia. Me levanté no sin antes sacar los cuatro cartuchos del bolso de papá y gusrdandolos en el mío, sostuve la pistola firmemente, sequé mis lágrimas y entonces volví a mi realidad.

... Voy a matarlos... A todos... Malditos monstruos... – La ira ya me había cegado, si bien es cierto que no aprendí a usar una pistola de manera correcta, si sabía usarla y eso es lo que iba a usar. Pude contar siete caminantes fuera de la tienda, era obvio que habían mas en los alrededores pero no ne importó.

A pesar de ser un niño diciplinado por lo estricto de mis padres, también era impulsivo, algo que tuve que aprender a controlar con el tiempo. Me acerqué a la ventana, levanté la pistola, apunté y disparé, fallando el tiro y haciendo que el cristal se hiciera mas frágil. eso no me detuvó, respiré y volví a disparar, dando a la cabeza de uno de ellos, el vidrio se rompió y los caminantes pudieron pasar tropezando unos sobre otros, comencé a disparar.

Bang!

Bang!

Bang!

Había dado tres tiros a la cabeza, no sé cómo lo hice, solo lo hice, no estaba pensando con claridad, todos los caminantes a la redonda se iba a acercar pero eso no me importó.

Bang!

Bang!

Bang!

Otros tres a la cabeza y cuando quise disparar al último caminante cercano las balas en el cargador se acabaron, el cargador era de quince rondas pero papá había gastado unas cuantas con anterioridad, no tuve mas opción que guardar la pistola en mi cintura y sacar el cuchillo de papá, lo saqué de la funda y dejé que esa cosa se acercara, al momento de querer atraparme me hice a un lado haciendo que el caminante cayera al suelo, entonces enterré el cuchillo con rapidez en su cabeza.

–¡MUERE! ¡MALDITO! ¡MALDITO!– Seguí enterrando el cuchillo desquitando toda mi furia, la sangre salpicaba mi ropa, mis manos, mis brazos, pero no me importó, hasta que me calmé, recuperé mi respiración y escuché gruñidos detras de mí, ya venían los demás.

Me levanté lentamente, enfunde el cuchillo y lo guarde en mi bolso para posteriormente sacar la pistola y recargarla como papá me enseño hace tiempo y guardé el cargador vacío, rápidamente recogí mi mochila del suelo.

Será por la puerta trasera entonces...– Corri a la puerta trasera de la tienda, que era una especie de salida de emergencia, para mi suerte estaba abierta así que salí, rodeé la tienda y corrí hacia la calle que papá me señaló, doble a la izquierda y corrí...

Corrí... Corrí lo mas rápido que mis pies me lo permitían y no miré atrás con lágrimas en mis ojos, ahora que la furia se había calmado estaba nuevamente vulnerable al miedo...

Una Amistad Entre La Muerte. | The Walking Dead (Clementine X Lector) (S1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora