Un día nublado, perfecto para estar en su habitación leyendo un libro mientras bebe una deliciosa taza de chocolate caliente con galletas y un toque de café amargo, cubierto por las sábanas y con la suave música de su celular.
No para estar discutiendo con un Alfa imbécil que no puede entender que él ya no es un bebé como para que todo el tiempo esté detrás de él. JongIn lo adjudica a que KyungSoo aún es muy pequeño con tan sólo 18 años de edad. JongIn es casi un graduado de la Universidad con 22 años. Y sí, su escuela es un colegio de paga donde se cursa desde el preescolar hasta la Universidad de ahí que JongIn siempre esté a su lado.
Pero es que, KyungSoo ya está harto de que JongIn sólo busque marcar su cuerpo con su aroma para espantar a los demás Alfas que tiene por compañeros y hacer enojar a las Omegas por ello. JongIn no necesita dar explicaciones de nada, ni siquiera a KyungSoo.
Aunque sea el afectado.
-Además, mira como vienes vestido, con esa camisa te vas a resfriar. - dijo cruzado de brazos sin dejar de mirarlo. KyungSoo llevaba una camisa blanca con un estampado en el pecho y una chamarra de mezclilla, además de una bufanda y guantes en sus dedos. No estaba para nada mal abrigado.
-¿De qué hablas? Estoy perfectamente bien. - respondió algo molesto. - ¿sabes qué? No quiero seguir discutiendo contigo, es inútil, me voy.
Pero apenas dio un paso su muñeca se vio fuertemente apretada por una cálida mano pues JongIn lo estaba deteniendo como todas esas veces en que peleaban y que KyungSoo lo quería ignorar yéndose.
-Nunca te di permiso de irte. - dijo el Alfa jalando de él con brusquedad para luego acorralarlo contra los casilleros. El Omega se sintió tan intimidado y sumiso que bajó la mirada a sus libros para evitar los afilados ojos de JongIn.
Es que, por más que lo intentaba, por más que se repetía una y otra y otra y otra vez que JongIn no era alguien bueno con él, su corazón seguía volviéndose loco al detectar su delicioso aroma entre la multitud.
Sí, lo disimulaba muy bien en público, pero al estar a solas, como en ese instante, no podía luchar contra sus sentimientos. Porque le encantaba Kim JongIn y su aroma a café amargo con cacao y petricor. Este último era especialmente para él, pero KyungSoo ni siquiera lo sabía aún.
Y mientras estaba ahí, siendo admirado por Kim JongIn con detenimiento, en el aroma del mayor llegó con más fuerza a su nariz, logrando despertar a su Omega enseguida. Sintió todo su interior arder y una desesperación absurda barrer su cuerpo. Le encantaban el café amargo y el cacao, pero era Kim JongIn y KyungSoo debía seguir conteniendo sus instintos un poco más.
-¿Sabés que hueles de maravilla, KyungSoo? - preguntó el mayor oliendo el cabello del menor. KyungSoo sólo podía cerrar sus ojos con fuerza. - pero tu estúpida actitud lo arruina.
Aquellas palabras lograron romper todo el encanto del momento junto a la paciencia de Do KyungSoo que de inmediato lo empujó lejos de su espacio personal. Y JongIn sólo pudo sonreír como imbécil al ver las bonitas mejillas del Omega muy rojas.
-¡No te quiero cerca de mí, Kim JongIn! O te juro que te golpeare. Ahora déjame en paz, imbécil.
Con esas palabras de alejo más que enojado mientras sus feromonas lo dejaba en evidencia ante todos.
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El Alfa Que Odio, ¿Es Mi Alfa? || KᴀɪSᴏᴏ
RomantikDo KyungSoo es un tierno y adorable Omega de grandes mejillas, piel blanquecina y estatura bajita, tiene la fama de ser el Omega perfecto para cualquier Alfa en la tierra, incluso aquel chico con el que vive peleando todo el tiempo. Kim JongIn es un...