Dulzuras de amor

♤ Capítulo 2 ♤

Después de lo que parecieron horas, mientras sentía como su cabeza era acaririciada con suavidad y mucho cariño por fin se decidió a contar lo que había pasado.

Lloraba por momentos hasta que lograba calmarse un poco, así fue hasta que se quedó dormido, en todo ese momento no dejo de sentir las suaves caricias de su amigo, aun después de eso, no se encontraba solo.

Por la mañana, sintió como los rayos del sol iluminaban su rostro desde una ventana traicionera que no le permitió seguir dormido. Se froto los ojos que se sentían hinchados de tanto llorar.

Se levantó mientras escuchaba ruidos que provenían de la cocina, al entrar vio la espalda de Tae cerca de la estufa, en ese momento volteo y le sonrió.

- Despertaste al fin - dijo mientras le pasaba una taza de café.

- Tu ventana estaba abierta, es imposible dormír con tanta luz.

- ¿Cómo estás? - dijo un poco dudoso de preguntar.

Sabía que la respuesta era salgo obvia, pero sabía su amigo se preocupaba por el. Solo se encogió de hombros sin saber realmente que decir.

- No lo sé, me duele, vaya que lo hace. Sabía que las cosas estaban algo tensas entre nosotros pero no imaginé que tanto.

- No me dijiste con quién estaba, ¿Es alguien que conoces?

- Jenny, su secretaria...

- ¡Oh maldita zorra!, sabía que no podías confiar en ella.

- Lo se, su amabilidad era tan falsa como sus extensiones rubias, la forma en que me miraba, con burla en sus ojos...

- Pensé que a Taemin no le iban las mujeres. - dijo molesto.

- Yo también lo pensé, pero vaya que se le veía disfrutando.

Una solitaria lágrima rodó por su rostro, tan rápido como la limpio.

- ¿Y que harás ahora?

- Gracias a Dios es fin de semana y no sabe dónde vives, ¿Puedo quedarme?

Tae lo abrazo muy fuerte y le dió un beso en su frente mientras le sonreía.

- Ya sabes que mi casa es tu casa, aún no entiendo porque ya no quisiste ser mi roomie - dijo haciendo un puchero.

- Será porque tienes el gusto de llegar besuqueandote con montones de hombres.

Tae se llevó la mano a la boca mientras se hacía el ofendido, cosa que no duró mucho pues empezó a reír.

- La última vez que paso eso estaba en la sala viendo una película y tú llegaste con un tipo, estaban tan concentrados que no se dieron cuenta que estaba ahí.

- Jajaja fue una buena noche - sonrió mientras parecía recordar.

- Aja, fueron varias...

- De acuerdo, lo acepto, eran tiempos felices - dijo mientras movía las cejas de manera chistosa.

- ¿No te arruino algún plan? - dijo pensando que estaba incómodando.

- Claro que no, últimamente no hay nadie que me interese, además tu eres más importante.

- Eso es raro, siempre encontrabas alguien interesante para pasar el fin de semana.

- Lo se, pero últimamente todo es tan rutinario... Necesito algo más.

Siguieron conversando de sus antiguos ligues mientras desayunaban, saltando de un tema a otro.

Se daba cuenta que Tae buscaba mantenerlo ocupado para que fuera para llevadera su tristeza, y en verdad se lo agradecía.