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—Otro día en este puto infierno — exclama entre gruñidos el primer hombre apartando a todo sucio demonio que se atreva a aparecer en su camino. Ese día en especial se había despertado con un genio terrible por lo que decidió salir y desquitar su furia con unos cuantos pecadores.

Desde que había muerto, perdió toda su gracia angelical y despertó en el basurero con el resto de cadáveres de los ángeles, supo que su vida se había ido al carajo. En un principio no supo qué le ocurría, lo último que recordaba era haber sido apuñalado y que eso le causó la muerte, pero al despertar sentía su cuerpo extraño, ya no tenía su casco y aún así sentía que en su cabeza habían cuernos grandes parecidos a los de una cabra.

Salió arrastrándose entre la pila de cuerpos para ver su reflejo en uno de los charcos de orina en el piso que era lo único con lo que contaba para verse y vaya que fue una sorpresa.

Se había convertido en un demonio

Un demonio de cuernos gruesos, sus ojos tenían un color púrpura oscuro con el iris dorado que le hacía recordar a la sangre divina. Seguía con las mismas ropas, sucias de tierra y sangre dorada. Debía de haber un error en todo eso, él no podía ser un asqueroso demonio, estaban equivocados si iba aceptar eso.

Es cuando sorprendió a todos los huéspedes del hotel. Con solo verlo gritar por fuera del gran hotel, profiriendo insultos, golpes al aire y amenazas de muerte a todos es que todos vieron bien quien era el lunático de quien se trataba.

Después de eso la princesa quien le resultaba molesta le dio una oportunidad de redimirse, le dio posada en el hotel dejando de lado las diferencias que habían tenido anteriormente, claro que detrás de ella estaba Lucifer con los ojos rojos como fuego y hacía tronar sus dedos en clara amenaza; también estaba la ex ángel exorcista apuntando con la lanza angelical y por último estaba el demonio Alastor, ese que había derrotado en unos instantes y que lo miraba con una sonrisa algo tensa en su rostro.

Que todos se pudran, pensó, no duraría mucho en el infierno ya que encontraría la manera de volver al cielo.

Sin embargo ninguna de sus llamadas fue atendida y tomada en serio, muchos allá arriba realmente lo creían muerto.

Por lo que por ahora se dedicaba a joder a unos demonios, deshacer su furia aprovechando que era mas fuerte que todos ellos o simplemente buscar la manera de mantenerse entretenido en ese lugar.

—Con que aquí estás —Adam suelta un golpe directo a la voz que lo sorprende, era el demonio radio la esquiva sin problema haciéndose a un lado —Vamos grandote, Charlie me dijo que te lleve al hotel, necesita que la ayudes en algo.

—Joden demasiado con este hotel — dice molesto, pero de mala gana se coloca a un lado del demonio, era una de las condiciones de quedarse, ayudar en algo o sería golpeado por Lucifer, esa última parte del trato no era conocida por Charlie ya que quería que Adam haga las cosas por voluntad propia.

—¿No sientes algo extraño? — no pasa mucho para que el castaño pueda sentir un dulce aroma en el aire, le recuerda a las fragancias que usaría una hermosa chica o una súcubo para atraer a su presa y, ¿quién era Adam para negarse a ello? Si una hermosa chica desea ser jodida por él, Adam estaría dispuesto a hacerle ese favor.

¿Enserio era tan bueno el perfume? se preguntó el demonio de rojo, Adam movía su rostro a todas partes buscando el origen del olor.

—Oh... ¿Acaso estuviste con alguien? hueles a su perfume—se acerca sin importarle el espacio personal del demonio radio, es cuando Alastor inconscientemente usa su micrófono para alejar a Adam —parece que no es de una hermosa chica, sino que viene de ti...

La sonrisa que le proporciona le resulta aterradora al pelirrojo, el ciervo no quiere dejar ver como sus manos tiemblan por lo que agarra con fuerza su micrófono hasta que sus nudillos le empiezan a doler, aprieta sus dientes manteniendo su sonrisa. No quiere verse débil.

No entiende porque cada que se trata de Adam su cuerpo parece tener vida propia y ponerse extraño, una especie de miedo se apodera de él y la impaciencia de alejarse del primer hombre siempre era una constante, odia sentirse así de débil y que su actuar se deba al miedo.

Charlie ha mencionado algo llamado ansiedad, pero no entiende a lo que se refiere.

—Ven aquí demonio — sin siquiera entender qué sucedía, unas manos grandes lo tomaron y fue arrastrado hacia un callejón lejos de la vista de la gente—Hoy tienes algo diferente en ti...

—¿Que ... — A duras penas logra entender que acaba de ser apartado de la vista de todos, que ahora está contra la pared y la enorme figura de Adam se alza imponente frente a él. Parpadea varias veces, mantiene su figura erguida aun cuando quiere hacerse pequeño por el mínimo espacio que hay.

—Eres muy delgado, mira puedo agarrarte con facilidad con una de mis manos — las manos grandes del primer hombre se mueven a cubrir la cintura fina del demonio de rojo, este baja su mirada para ver cómo estas rodean su cuerpo con facilidad, Alastor traga duro.

Adam era enorme de porte, aún recuerda como lo golpeó ese día del exterminio. Sin hacer esfuerzo alguno lo puede lastimar.

Si Adam quisiera podría romperlo, hacerlo nada con sus manos y sabe que no lo hacía debido a que es cercano a la princesa, alguien que seguramente podría tomar represalias si algo llegase a pasarle.

Pero si no fue así sería todo muy diferente

—Qué crees que haces ... — sus ojos se abren de par en par dejando ver su nerviosismo, la proximidad hace que su voz salga en un susurro que es audible para el contrario, sujeta el micrófono con fuerza en sus manos que tratan de mantener la distancia haciendo presión en el cuerpo de Adam, pero es en vano. Una mano sube por el costado de Alastor y hace que una corriente recorra su espalda, la mano en su cintura lo mantenía en su lugar. —Hay que ir al hote-¡ah!

Muerde la comisura de sus labios haciendo que estas sangren, no esperaba que un sonido tan delicado saliera de su garganta. Gruñe mirando al primer hombre sonreír orgulloso de cómo lo encuentra.

—Eres sensible aquí o ...— sigue tocándolo, pasando su mano por el cuello del demonio que se hace a un lado ante el toque —o simplemente eres sensible en todo tu cuerpo, Alastor

—Ugh ah no...— remueve inquieto cerrando los ojos con fuerza tratando de normalizar su respiración.

—Pensé que encontraría a una linda chica por ese rico aroma, pero al parecer viene de un sucio súcubo, no tengo problema con eso —Alastor se remueve, en su vientre siente una emoción crecer ante esa nueva sensación de ser tocado, aún así trata de apartar a Adam—Si...acepta lo que te doy

El demonio niega fuertemente aún cuando sus caderas se mueven ante el estímulo. Alastor no soporta el contacto físico y gran parte de su molestia es por causa a que todo su cuerpo es como un manojo de nervios es sensible al toque ajeno, hay ciertas partes de su cuerpo infernal que son mucho más delicadas que otras, unas las mantiene ocultas bajo las ropas, otras simplemente puede manejarlas a menos que lo toquen mucho.

Es un secreto que ha mantenido guardado por mucho, alejando y matando a los demonios que se atreven a tocarlo sin su consentimiento, pero ahora no está siendo tocado por un simple demonio, sino por uno que fue un ángel.

—Miren unos degenerados van a coger en el callej–

Una sombra salió rápida y atravesó sin piedad alguna al pecador que los alcanzó a ver. Alastor aprovecho y recobro la compostura y apartó al primer hombre hacia la pared contraria, el castaño se molestó por eso, iba a agarrar al demonio y hacerlo entender que no era nadie, lo pondría en su lugar, pero se detuvo ante el rostro sonrojado y jadeante de Alastor.

—Regresa solo al hotel— le habla con odio puro y ni siquiera puede mantener la mirada, es su respiración agitada que le delata que esta hecho un desastre. Adam traga duro.

⁺‧₊˚ ཐི⋆♱⋆ཋྀ ˚₊‧⁺

Holaa :3
No actualice ya que la semana pasada me concentré en la Alastor bottom week pero ya me toca retomar esta...

Mañana o mas tarde actualizo y aparecerá Lucifer 😼😼😼

𝐀𝐍𝐈𝐌𝐀𝐋𝐒 [radiobowl]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora