capitulo 9

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Pov Ace

Sentía como mi cuerpo pesada de manera exagerada, sentía que mis ojos dolían al intentar abrir los. No sabía que me pasaba hasta que los recuerdos de los últimos días llegaron a mi cabeza, dándome un completo choque de realidad

Suspire de manera profunda al darme cuanta de que me encontraba de nuevo en esa detestable enfermería, las paredes blancas y esas irritables luces que tantos malos recuerdos me traían

Con algo de esfuerzo levanté la parte superior de mi torso y mire a mi alrededor, me encontraba solo en aquella melancólica habitación

Me levanté de la camilla, y casi que de inmediato entro una de las enfermeras del barco. La mujer me miró con curiosidad y luego se acercó

—¡Oh! Ya despertaste ¡Eso fue rápido!—dijo algo sorprendida—te examinaré—dijo la mujer que estaba delante mío

Ella intento acercase y yo retrocedí levemente

—No—dije de manera seca y cortante sin querer dar más explicaciones

—¿Disculpa?—dije algo con el seño levemente fruncido

—no dejaré que me revises—dije mirándola de manera desconfiada—No se que estés tramando, o si quieras hacerme daño—dije acusando de manera segura, cosa que le causo una notable rabia a la rubia frente a mi

—traere a marco—dijo sin esperar mi respuesta y salir de la habitación

Yo sonríe al notar que la rubia había salido bastante molesta, intenté reírme pero una fuerte punzada en mi estómago me hizo doblarme un poco del dolor, tosi un poco de flema con algo de sangre, el dolor en mi garganta era cada vez mayor, pero mi deseo de poder irme de la habitación era mucho mas grande

Me recompuse despues de unos minutos de haber perdido el aliento, con pasos bastante débiles me acerque a la puerta e intenté salir de la habitación. Sin embargo, segundos antes de poder abrir la puerta el rubio entro por la puerta

—¿A dónde crees que vas?—pregunto el rubio con un pequeño tono de sarcasmo en su tono de voz

—A un lugar, lejos de ti—dije sacándole la lengua. El hombre pareció divertirle mi acción, pero yo lo mire de mala gana mientras el me guiaba a la camilla a revisarme

Acercó un aparato raro y empezó un chequeo de rutina mientras hacía y revisaba el estado de mi cuerpo empezó a hablar

—oye Ace... Lo siento—dijo de manera firme. Yo me sorprendí levemente y mire a marco algo impactado—Se que lo arruine... Y también se que debí haberte escuchado... Lo lamento... Si te hubiera escuchado no estarías aquí..  y posiblemente hubiéramos detenido a esa maldita rata mucho antes—dijo con una notable frustración en su voz

—esta bien... No te mortifiques, si me hubiera quedado allí posiblemente no hubiera podido ayudar a Thacht. De cierta  manera me ayudaste—dije con tranquilidad, sabía que no era su culpa, si bien no fue la manera correcta de escucharme marco lleva años llevando con cargas de papeleo enormes, haciendo informes de temas que no domina en lo más mínimo

El me miró por un segundo y me sonrió, luego de eso me ayudó a levantarme

—bueno puedes salir de la enfermería—sonreí—pero...—¡Oh mierda! Hay viene—quedate bajo supervisión, tu herida sigue algo grave y si haces movimientos bruscos se puede abrir con facilidad—dijo sacudiendo mi cabello

—esta bien, me quedaré en la cubierta con oya.... Digo con el capitán—dije algo sonrojado al notar que casi decía ese apodo "oyaji" ya era la segunda vez, maldita sea. Convivir con estos piratas lo estaba afectando

Marco rio por lo bajo y me acompaño hasta la cubierta, asegurándose de dejarme lo suficientemente supervisado. Yo me acerque a el capitán y le sonreí

—¿Cómo está esa herida?—pregunto Pops, y el "hijo" ¿Estaba molesto?... No lo sabía, pero tendré que averiguarlo de manera sutil

—mucho mejor—dije brindándole una sonrisa—¿Cómo está Thacht?—pregunte intentando indagar

—mucho mejor, será mejor que me avisen que despertaste. Debes tener hambre, hijo—hay estaba, un suspiro de alivio recorrió mi ser

Sonreí, cosa que no pasó desapercibida por el hombre

—claro, papá ¡Me comería un rey del mar!—dije sonriendo, sin haber notado el pequeño detalle de haberle dicho papá

El hombre rio en lo alto y nos dirigimos a la cocina

Sonreí, disfrutaría estas últimas semanas , quedaba poco tiempo para que pudiéramos llegar a la isla. Y sabia bien cuál era mi decisión, aunque moría por quedarme yo lo prometí y yo nunca rompo una promesa

Tal vez en otro momento, Pops . Tal vez en otro momento

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Habían pasado varias semanas. A la distancias se podia contemplar darw islan, Ace sabía lo que se aproximaba

Justo antes de tocar tierra, el pecoso reunió a el capitán y a los comandantes en la cubierta

—oyaji... Hermanos...—los comandantes se quedaron boquiabiertos al ver que el chico les decía así con tal naturalidad—yo... No me puedo quedar—dijo mirando a la cara al capitan e igual lo miro con intriga

—yo no puedo partir hasta dentro de un año... No pido que me esperen. Pero.. oyaji, ¿en un año tu propuesta estaría abierta?—pregunto el joven con pocas esperanzas

—claro hijo mío. Las puertas de este barco siempre estarán abiertas para ti—dijo mirando con cariño al más joven

Ace no lo pudo retener más y termino rompiendo en llanto, el joven los amaba. Se habían convertido en su hogar en su familia
No podía creer que ya tan pronto se tendría que separar de las personas que le tendieron la mano

Marco se acercó al más joven y lo abrazo fuertemente, escondió su cabeza en el hombro del pecoso

—espera por mi marco... Por favor—dijo el pecoso sollozando con gran fuerza

—siempre esperaré por ti... Luciérnaga. Yoi—dijo dejando escapar unas pequeñas lagrimas—te amo, Ace. Nunca lo olvides—

—nunca lo haría... Mi fénix—el barco ya estaba muy Serca de la orilla y el tiempo de los Barbablanca con el pecoso era más que contado, no podían quedarse. La marina los atacaría y no quería que el hogar del menor se viera afectado

Todos rodearon a Ace en un intento desesperado de trasmitir esas emociones que no pidan sacar

El barco llegó a la costa. El sonido del mar chocando con la arena resonó en el tranquilo y ahora callado ambiente. En la cubierta había un montón de piratas ordenado a uno mas de los suyos

Un calor acogedor los rodeo a todos, el fénix le juro amor eterno a su compañero de vida
¿Podría el amor y una marca ser más fuerte que la fuerza de aquellos que los quieran separar?

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Ace subió hasta la sima de monte corbo, desde alli podia ver cómo su familia se alejaba, si bien amaba a luffy esas personas se habían metido de una manera bastante especial en su corazón. Los amaba y esperaba con ansias el día en el que pudiera partir al mar y encontrarse con aquellos que una vez juro volver a ver

Con pasos lentos se acercó a el bosque, se sentía triste. Pero tenía que ser sincero, era bastante débil, si quería llegar a hacer parte de la tripulación se debía volver fuerte, tan fuerte que una vez estubiera al lado de Barbablanca supiera que podia hacerle frente

El debía ser más fuerte. Era su promesa

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Solo miren el siguiente cap, va a estar buenísimo. Ojalá les guste

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