–No otra vez...
Suspiró cansado su amigo, mientras aquel híbrido de pato sorbía un poco de su malteada, había sido chantajeado por el oso para acompañarlo a una salida con su amigo misterioso, con quien llevaba intentando hacerlos coincidir más de una ocasión. De todos los lugares eligió su mismo trabajo, cosa que detestaba más por las miradas curiosas de Roier y spreen, junto los chistes de Mariana y Aldo. Incluso Rivers parecía interesada.
–Una disculpa pato, al parecer mi amigo...
-¿No es la décima vez que tu famoso amigo no viene?
–Tampoco son tantas, es la séptima.
El menor rodó los ojos, no importaba el número, era un hecho que siempre iba a suceder lo mismo, pero Rubius parecía no entender o prefería negarse a ver lo evidente.
–Por tres números rubia, ¿además no entiendo porque estas chingue y chingue que quieres que lo conozca? A poco ese wey es a toda madre, ¿qué es el papa o el rey de inglaterra? O una madre así, ese tipo de cabrones son los más peligrosos rubia, yo que tu me lo pensaba con cuidado.
–Lo pensé, por eso estamos aquí una vez más, creo que necesita un poco de caos en su vida y creo que de todos los gilipollas que conozco, tu calzas como anillo al dedo.
Golpeó suavemente con su dedo la nariz del pato, quien frunció su ceño.
–¿Acaso eso es un puto halago? Porque creo que eres un completo pendejo, gastar mi día de descanso en ti y en tu amigo pendejo.
–Oh Quackity, no lo tomes tan literal, lo único que digo es que Luzu es de esos estiraditos que solo viven tras una rutina y así.
–¿Cómo Vegetta?
–Vegetta no lo es tanto.
–Si y yo soy un caimán.
–No, eres un pato. Como sea, de nuevo perdóname por traerte a esperar en vano. Luzu siempre es así, sólo piensa en su novio Auron. Pero es la persona más amable que conozco después de Vegettita obviamente.
Quackity rodó los ojos ante el evidente amorío que tenía el oso con aquel chico.
–Pero qué gustos más feos tiene tu amigo. Todos sabemos que Auron es un pendejo.
Rubius le dedicó una sonrisa, recordando porque le agradaba tanto aquel patito.
–En eso tienes mucha razón mi pato. Ojalá pronto Luzu y tú se conozcan, apuesto que se llevarán muy bien.
–Pues síguele soñando rey, que dudo que sea pronto.
–Solo dale tiempo, además creo que lo viste, ¿no recuerdas la última presentación que tuvimos? El chico castaño al fondo.
–Mis ojos estaban puestos en ti y tu forma culera de tocar.
–Ja, risa irónica. Hablo en serio Quackity, puede que Auron sea un pendejo, pero Luzu no es como él, solo dale una oportunidad.
–Lo haré cuando se digne a venir y dejar de gastar mi tiempo.
Continuo disfrutando de aquella malteada.
🍍
Tal vez no fue la mejor presentación del mundo, o simplemente había asustado a ese pobre chico rico. Pero no había nada que hacer.
–¿Y bien?
Suspiro, mirando a Rubius.
–Solo pide lo que vas a pedir y dejemos seguir trabajando.
–Quackity.
–No estés chingado Rubius, estoy ocupado.
–Mi amigo, él que tanto quise presentarme me vino a reclamar de que te encontraste con él y lo llenaste de soda.

ESTÁS LEYENDO
Dear Ducky
RomancePara Luzu un estudiante de último año de psicología, lo más importante eran cuatro cosas: Su familia, su carrera, sus amigos y no menos importante su pareja. Pero todo es terminar cuando su pareja de bastante tiempo termina por traicionarlo de la...