Capítulo 5: La Batalla en la Ciudad Eterna

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Su viaje los llevó finalmente a la ciudad de Inazuma, donde el Raiden Shogun, con su decreto de visión eterna, gobernaba con mano de hierro. Kazuha y Scaramouche se encontraron en medio de una rebelión, con ciudadanos desesperados por recuperar su libertad.

En una noche oscura, mientras la luna se alzaba sobre el horizonte, Scaramouche se enfrentó a una decisión crucial. Podía seguir siendo el instrumento de destrucción que siempre había sido, o podía luchar por algo más grande que él mismo.

Kazuha, a su lado, le dio una última mirada de apoyo.

—No estamos definidos por nuestro pasado —dijo—. Podemos elegir quiénes queremos ser.

Con esas palabras resonando en su mente, Scaramouche se unió a la batalla, luchando no solo contra los enemigos externos, sino también contra los demonios internos que lo habían atormentado durante tanto tiempo.

La batalla fue feroz, con ambos bandos dando todo de sí. Kazuha se movía como un viento, su espada danzando entre los enemigos, mientras Scaramouche desataba su poder con una precisión letal. A medida que la lucha se intensificaba, ambos encontraron una sincronía inesperada, complementándose en el campo de batalla.

El enfrentamiento final tuvo lugar en los escalones del palacio del Shogun. Con los rebeldes avanzando y las fuerzas del Shogun retrocediendo, Scaramouche y Kazuha se encontraron cara a cara con el Raiden Shogun. La figura imponente del Shogun emanaba un aura de autoridad y poder.

—Scaramouche, traidor a Inazuma —dijo el Shogun con voz firme—. ¿Te has unido a los rebeldes?

Scaramouche dio un paso adelante, su expresión llena de determinación.

—No soy ni un traidor ni una marioneta. Soy alguien que busca un propósito, alguien que ha encontrado un nuevo camino gracias a la luz que otros han traído a mi vida.

El Shogun miró a Kazuha, quien se mantenía firme al lado de Scaramouche.

—Y tú, errante de Mondstadt, ¿qué buscas en Inazuma?

—Busco justicia y libertad para este pueblo —respondió Kazuha—. Busco un futuro donde todos puedan encontrar su propio camino.

El Raiden Shogun los observó por un momento que pareció eterno. Finalmente, bajó su espada y asintió.

—Si es un nuevo comienzo lo que buscan, entonces demuéstrenlo. Que sus acciones hablen más que sus palabras.

Bajo el Cielo de TeyvatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora