Mi jefa

La selección

La empresa en la que Kim Yongsun era directora ejecutiva era un gigante en la industria tecnológica y servicios empresariales, era reconocida por su innovación y su liderazgo en el mercado. Había sido fundada hace una década, y rápidamente la compañía se había expandido, convirtiéndose en un referente en soluciones tecnológicas avanzadas y consultoría estratégica para empresas de todo el mundo. Siendo su sede principal en un moderno rascacielos en el centro de la ciudad de Seúl, un edificio de cristal y acero que reflejaba el dinamismo y la sofisticación de la organización.

Su filosofía estaba centrada en la excelencia y el progreso, por esto había ganado numerosos premios. El equipo de Recursos Humanos, aunque talentoso, había estado luchando últimamente para mantenerse al día con el crecimiento exponencial de la compañía. Con más de 1,500 empleados en diversas sedes globales, era crucial contar con un equipo de RRHH robusto y capacitado para gestionar el talento y apoyar la cultura corporativa.

El despacho de Kim Yongsun estaba en el último piso del edificio, era una oficina elegante con vistas panorámicas de la ciudad. Estaba decorada con una combinación de mobiliario moderno y arte contemporáneo, reflejaba su enfoque profesional y su atención al detalle. En ella gestionaba no solo los aspectos estratégicos de la empresa, sino también la dirección de su equipo y la toma de decisiones clave que influirían en el futuro de la organización.

Consciente de la importancia de fortalecer el departamento de Recursos Humanos, Yongsun había solicitado la contratación de nuevos representantes para asegurar que el equipo pudiera manejar la carga de trabajo y continuar contribuyendo al éxito de la empresa. Esta solicitud marcó el inicio de una búsqueda intensiva de candidatos altamente cualificados, inmersa en una revisión de su estrategia de recursos humanos mencionó con firmeza a su asistente.

— Quiero que inicies el proceso de selección para nuevos representantes de Recursos Humanos. No podemos seguir gestionando el volumen de trabajo con el equipo actual. Necesitamos personas que no sólo sean competentes, sino que también se alineen con nuestra visión y valores.

La asistente mientras hablaba se mantenía anotando cada palabra, asintió y se dispuso a coordinar el proceso. En cuanto Yongsun tuvo la confirmación, se sumergió nuevamente en sus tareas, confiando en que su equipo se encargaría de los detalles. Su mente seguía enfocada en cómo estas nuevas incorporaciones podrían impactar positivamente en la empresa.

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Mientras tanto, a Moonbyul habían llegado rumores sobre la vacante en la empresa de Solar a través de un amigo que trabajaba en la industria. La noticia la emocionó, pues había estado buscando una oportunidad para avanzar en su carrera. Al enterarse de la apertura, no dudó en preparar su currículum para enviar su solicitud.

Moonbyul se aseguró de que pudiera dejar alguna huella para conseguir su trabajo, por lo que revisó minuciosamente su currículum, repasando cada detalle en busca de posibles errores. Su habitación estaba en silencio, salvo por el zumbido ocasional de la computadora portátil. Había estado esperando este momento durante semanas y quería asegurarse de que todo estuviera perfecto.

Antes de irse a dormir, se había pasado horas eligiendo el atuendo adecuado, ¿Debía llevar manga larga o corta? Claramente debía llevar pantalones de vestir y no jeans pues debía verse profesional, pero paso horas revisando la ropa que tenía para finalmente optar por un conjunto profesional y moderno, una blusa blanca de cuello alto con un blazer negro. Quería proyectar confianza sin perder su toque personal. Con el cabello con ligeras ondas, maquillaje sencillo pero pulcro y unos zapatos nuevos que pensaba que completaban el look.

En la mañana de la entrevista, Moonbyul se levantó temprano. Preparó un desayuno ligero mientras repasaba mentalmente sus respuestas a posibles preguntas. Después de revisar su apariencia en el espejo, salió en dirección a la empresa, sintiendo cómo el nerviosismo crecía con cada paso. El viaje en transporte público le pareció interminable, pero finalmente llegó a la recepción del imponente rascacielos donde la empresa tenía sus oficinas.

El personal de recepción la saludó amablemente y la dirigió al piso de la directora. Mientras esperaba en la sala de recepción, observó las paredes decoradas con premios y certificaciones que hablaban del éxito de la empresa. Esto sólo aumentó su admiración por la organización.

Finalmente, una asistente la llamó para indicarle que la entrevista iba a comenzar. Moonbyul se levantó, tomó una respiración profunda y se dirigió hacia la oficina de Solar con una mezcla de expectativa y nerviosismo.

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En la oficina de Kim Yongsun la luz del sol se filtraba a través de las ventanas del moderno edificio de la empresa, iluminando su despacho. La directora estaba sentada detrás de su elegante escritorio de cristal, revisando algunos documentos cuando la puerta se abrió. Moonbyul, con una mezcla de nervios y emoción, entró en la sala.

El proceso de selección había avanzado rápidamente. A pesar que la empresa recibió numerosas solicitudes, el equipo hizo una preselección cuidadosa. Moonbyul, con sus habilidades había destacado entre las demás, siendo una de las candidatas seleccionadas para la entrevista. La cual había sido programada para las 10 de la mañana, y Moonbyul llegó puntualmente. Había oído hablar mucho sobre la reputación de la empresa, así que estaba decidida a hacer una buena impresión. Se ajustó el saco, tratando de ocultar su ansiedad.

Yongsun, mientras tanto con su porte imponente y una mirada aguda, alzó la vista de sus papeles. La observó detenidamente mientras Moonbyul se sentaba frente a ella. La directora no apartó la mirada de su entrevistada, y esto no pasó desapercibido para Moonbyul. Se sintió incómoda bajo esa intensa mirada.

— Buenos días, Moonbyul —dijo Yongsun con una voz controlada pero cálida.

— Buenos días, señora Yongsun —respondió Moonbyul, tratando de mantener la compostura.

La directora revisó el currículum de Moonbyul y luego la miró nuevamente, evaluándola. Moonbyul no podía evitar preguntarse si había algo que estaba mal. ¿Serían sus zapatos nuevos que sonaban un poco? ¿O tal vez el maquillaje que había aplicado apresuradamente esta mañana? El constante análisis la hizo inquietarse más de lo que ya estaba.

— Veamos... —continuó Yongsun—. Cuéntame un poco sobre tu experiencia en recursos humanos y cómo crees que podrías contribuir a nuestro equipo.

Moonbyul trató de concentrarse en responder, pero la mirada fija de Yongsun seguía penetrando en ella. Mientras hablaba sobre sus habilidades y su entusiasmo por la vacante, notó que la directora parecía especialmente interesada en cada palabra que decía.

Finalmente, Yongsun dejó de mirar su currículum y volvió a enfocarse en Moonbyul, esbozando una leve sonrisa.

— Gracias por compartir esto, Moonbyul. Creo que tenemos a alguien seleccionada.

La directora se levantó, extendiendo su mano con una amplia sonrisa. Moonbyul la estrechó, sintiendo un toque de calidez en la firmeza de ese apretón. A medida que salía del despacho, se preguntaba si había hecho una buena impresión o si la mirada de Yongsun había sido un simple análisis de su potencial. Sea como fuere, la intriga y la emoción seguían intactas.

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¿Se imaginaban así el primer capítulo?