𝑀𝑎𝑙𝑖𝑎ℎ

165 23 97
                                    

Un gran baúl lleno de miedo, y desesperación. Eso era lo que mejor describiría a aquel avión, que caía en picada, a lo que sería una muy trágica muerte. De la que probablemente se hablaría en todos los noticieros del país a la mañana siguiente.

En medio de toda aquella abrumadora bola de caos y desesperanza, yacía una esponjosa melena rizada del color del mismo sol. La pequeña permanecía sentada, estrujando a su fiel amigo el señor pukiwi, mientras observaba todo el alboroto, con esos grandes y curiosos ojos marrones que, ocasionalmente desprendían un inusual destello azul mar.

Maliah no sabía lo que pasaba...pero estaba aterrada, y la palabra se quedaría muy corta en realidad para expresar lo que su pequeño corazoncito de 4 años estaba experimentando.

Escúchame Maliah...todo estará bien, si?, volveremos a casa y leeremos cuentos como siempre...tu hermano está aquí, no hay nada que temer...

La suave y profunda voz calmante de su hermano la consolaba, a la par que secaba con delicadeza las lagrimas que corrían por el pequeño rostro de la chiquilla

— Ya va a tocar el agua!

Se escuchó en alguna parte. Eso solo hizo que la niña se asustara mucho más, de lo qué ya se encontraba.

Su respiración estaba agitada, las lagrimas no cesaban. E inconscientemente, las pequeñas uñas de la niña se enterraban en su carne, de la que brotaba un poco de sangre.

Todo el conjunto de gritos que los rodeaban. No ayudaba al mayor a calmar a su hermana

Hey. Mírame, concéntrate en mi voz Ali...

El chico acunó entre sus manos el lloroso rostro de la pequeña, para conectar sus miradas. La niña se percató de las finas lagrimas que caían de los órbes azules del pelinegro. Cosa que hacía contraste con la suave sonrisa grabada en su expresión

T-tengo miedo...

Habló la mas pequeña. Su voz tembló ligeramente a causa del miedo que se arremolinaba en su interior, y que oprimía su pecho, generando así que su voz saliera como un susurro.

Los gritos lo cesaban y la gente parecía cada vez más desesperada. Había tensión el el aire. SIn embargo, por un momento. Pareció como si aquellos medio hermanos estuviesen encerrados en  una esferita de cristal. Ajena al caos, y los gritos

Lo sé peque. Pero recuerda tu canción... The monster's gone, he's on the run and your brother's here...

Murmuró por lo bajo, aquella canción que había compuesto para su hermanita

Las alarmas del avión comenzaron a sonar. La luz se apagó, dejándo únicamente encendidas las pequeñas lucecitas intermitentes de color rojo que estaban sobre los asientos. Sin embargo. El sonido se había desvanecido alrededor de los Jhonson

Te amo...más que a nada en este mundo Maliah...Nunca lo olvides pequeña...

Con mucho amor y afecto. El mayor depositó un beso sobre la basta cabellera de su hermanita y acto seguido la abrazó fuertemente, sin dejar de llorar. Tratando de aminorar el daño al cuerpecito de la niña al sostenerlo entre sus brazos.

Finalmente, el avión cayó al mar, y la niña perdió la conciencia por unos segundos. Sin embargo, logró abrir los ojos nuevamente. Sentía el agua alrededor suyo, pero no sentía su ropa mojada. Con desesperación buscó a su hermano entre las oscuras y burbujeantes aguas. Al divisar la silueta medio inconsciente del chico. La pequeña trató de alcanzarlo, sin embargo. Sintió una fuerza tirar de ella. O quizá...alejándolo a él.

𝐃A𝐔G𝐓H𝐄R O𝐅 𝐏O𝐒E𝐈D𝐎́N▐  Lᴜᴋᴇ CᴀsᴛᴇʟʟᴀɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora