𝐃A𝐔G𝐓H𝐄R O𝐅 𝐏O𝐒E𝐈D𝐎́N▐ Lᴜᴋᴇ Cᴀsᴛᴇʟʟᴀɴ

𝑆𝑎𝑣𝑒 𝑃𝑙𝑎𝑐𝑒

Los días pasaban. Y aunque sabía que Percy estaría bien. Era inegable la inmensa preocupación de Maliah hacia su bienestar.

La rubia estaba sacrificando muchas horas de sueño para ir a cuidar de su hermano, cosa que preocupaba a más de uno en el campamento. Sin embargo, a Maliah parecía no importarle, pues cada que podía acudía a la casa grande, donde yacía el cuerpo dormido de Perseo .

Esta vez no fue la excepción. Maliah caminaba entre bostezos  hacia la casa grande, donde Percy aguardaba aún inconsciente. Sin embargo, paró a medio bostezo, al ver que el chico no estaba solo

—La Rue?, Qué haces aquí?

Su expresión reflejaba confusión, pues, no esperaba verla ahí

—Cuidando del medio muerto...no es obvio?

Respondió la morena, rodando los ojos con desdén. Maliah se acercó, buscando señal de alguna maldad que hubiese hecho la hija de Ares

—Creí que nadie cuidaba de Percy a esta hora...

—Bueno

Se levantó

—Hice una obra de caridad

Habló, encogiéndose de hombros, con una sonrisa arrogante en el, rostro

De todas las personas del campamento. Clarisse de la Rue, era la que menos creyó que vendría. Después de todo, era la chica más arrogante, y orgullosa en el campamento. 

—Ajá...

Ambas se miraron a los ojos por unos momentos. Algo había en los ojos de Clarisse, que le decía que no estaba siendo honesta del todo. Y algo había en los ojos de Maliah, que provocaba un sentimiento de seguridad en Clarisse. Aunque no lo admitiría jamás

—Estás bien Clarisse?

La pregunta salió sola, tomando desprevenida a la mencionada.

Si Maliah era buena en algo, era analizando a las personas. Tenía una especie de instinto que le decía cuando algo andaba mal...Y ahora sabía que algo andaba mal

Los ojos son las ventanas del alma, dicen. Y Maliah lo confirmaba, pues, bajo esa dura mirada, pudo distinguir un atisbo de vulnerabilidad, aunque rápido se esfumó, convirtiéndose en su habitual mal humor

—Eso no te interesa, creída

—Oye, sé que no somos muy cercanas...pero si necesitas hablar

—No necesito nada de ti!, Solo...quería saber, cómo un niño idiota pudo hacer...eso

La mirada de Clarisse se dirigió al cuerno de minotauro que yacía en un estante. Y la mirada de Maliah se desvió a ese mismo lugar

—Cómo un mocoso de 12 años pudo hacer algo tan grande?...

Bingo!
Pensó la rubia

—Bueno...de la misma manera en que lo lograras tú también...

Clarisse la miró, sus ojos reflejaban algo parecido al dolor...o quizá solo era asco hacia las ''cursis'' palabras de Maliah

—Da igual. De todas formas ya me iba, quédate con el ogro durmiente...

Maliah miró irse a la chica, que daba pisotones ruidosos.

Quizá...no era tan mala después de todo

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