𝗦𝗘𝗫 𝗖𝗔𝗟𝗟.

02

Quién pensaría que a través de Tinder tendrías una noche de sexo con la artista Nicki Nicole, ni en tus más grandes sueños lo habrías imaginado.

La menor se despertó porque la luz del sol traspasó la ventana y le dió en la cara, se quejó por unos minutos sin moverse del sitio hasta que lo hizo.

Lo primero que vió fue que su acompañante de la noche anterior no estaba, y era de esperarse. Era artista tendría que hacer cosas...

Se levantó de la cama y recogió su ropa esparcida por la grande habitación, ya una vez puesta en su sitio salió de esta. Se iría a casa, tenía que trabajar más tarde.

Pero nada más pasar la puerta vió a aquella pelinegra con una bata, parecía que hace poco si había bañado y estaba preparando el desayuno.

La menor sin hacer mucho ruido caminó y vió de lejos lo que estaba preparando Nicole. Nicole no se dió cuenta de la presencia de la contraria por eso cuando se dió la vuelta lo menos que esperaba era encontrarsela, se asustó.

— Hija de la re mil... — dijo Nicole ya que se había asustado tanto, estaba muy concentrada haciendo el desayuno por eso se asustó tanto.

— ni que hubieras visto un mono. — dijo la menor con una sonrisa divertida.

— pues fíjate... — dijo Nicole solo para joder a la contraria y la de trenzas inmediatamente dejó de sonreír cosa que hizo reír a la bajita.

La morocha le sirvió el desayuno en un plato a la mujer de trenzas.

— Desayunas y te vas. — habló muy firme Nicki.

— ¿Tan rápido me quieres echar? — preguntó Paulina con asombro y empezó a comer con tranquilidad.

— Bueno, tengo que trabajar y no puedes estar aquí. Supongo que trabajarás también, además no te creas que esto pasará más veces. — dijo Nicole tomando un zumo de naranja.

— ¿Por qué no? La pasamos bien. — dijo hablando con la boca llena, Nicole hizo una mueca por eso.

— Yo la paso bien siempre, chula. — Sentenció la morena y la contraria se encogió de hombros, para ella solamente había sido un buen polvo.

Después de unos minutos terminó de comer y recogió sus pertenencias.

Paulina solo dijo adiós y Nicole dijo lo mismo, la menor se fue y el día transcurrió normal para ambas.

Solo había sido algo de una noche por eso es que ninguna estaba tan afectada.

Pasaron días y semanas, exactamente dos semanas.

Y para ser honestos, cuando uno tiene un buen polvo es difícil de olvidar a la persona con quién lo hizo.

Por eso fue tan difícil para Nicole olvidar a Paulina tan fácilmente, además de que le había llamado la atención sexualmente.

Nunca se lo replanteó pero lo único que pensaba era volver a besar aquellos labios y volver a terminar en aquella cama.

Llamó a la de trenzas una vez, dos, tres, cuatro...quince veces.

¿leíste bien? fueron veinte.

Pero Paulina no le respondió, ¿y cómo iba a hacerlo si la contraria estaba de fiesta con sus amigos? cosa que la morocha no sabía.

Nicole suspiró y le envío mensajes, después se quedó pensando.

Estaba siendo muy intensa con la menor, así que borró los mensajes y miró el Instagram de la trenzas. Las historias indicaban que se había ido de copas con unos amigos.