𝑻𝒖 𝒅𝒐𝒍𝒐𝒓 | 𝐒𝐡𝐢𝐧𝐦𝐨𝐧𝐨

3

Neito volvió a su casa, ahora se encontraba peleando con su madre, ni siquiera sabía el por qué, solo había empezado a gritarle y él había respondido.

—¡Pues si tanto me odias, no deberías haber abierto más piernas!

Obviamente eso había sido lo más estúpido que había dicho hasta la fecha, ya que conocía perfectamente el carácter de su madre.

Agarró un jarrón de cristal e impactó directamente en su brazo, arrancándole un grito de dolor al sentir el cristal cortando su piel.

—Ahora, piérdete de mi vista, niñato egoísta.

Con lágrimas de rabia y dolor miró a su madre antes de subir había el baño para revisar si había cristales en su piel.
Por suerte, solo había una herida profunda, lo demás eran pequeñas heridas superficiales que en una semana y media estarían cicatrizadas.
Se vendó con bastante cuidado y se preparó para ir a dormir.
Se volvió a mirar al espejo, se veía fatal, su cuerpo estaba lleno de cicatrices, moretones, heridas y vendas.
Si alguien veía esa parte de él, ¿seguirían mirándolo con los mismos ojos? No, no lo harían.

Todo era demasiado confuso, hace un mes todo era distinto, se lo pasaba bien, no había tantas peleas, no tenía ese malestar constante que ahora sí que tenía. Recordó un día en clase, sentado al lado de Shinso mientras Kendo hablaba energéticamente y Tetsu la miraba con atención, quién diría que pagaría por volver a ese momento, en el que sin saberlo, estaba completamente feliz.

...

Se preparó para la academia y volvió a ver a Shinso esperándole en la entrada, le sonrió comenzaron a hablar de nuevo.
Cuando estaba con el chico de ojos cansados se sentía lleno de nuevo. Sentía su corazón latir con fuerza y solo tenía ganas de abrazarle y besar esos labios que siempre se encontraban rectos.
Shinso pensaba igual.
Se había enamorado perdidamente del rubio a principios de año cuando comenzó a juntarse con el grupo de amigos en el que estaba Neito.
Sabía que el rubio estaba triste por lo que estaba haciendo Kendo, ya que sabía el aprecio y admiración que le tenía a esa chica.

—Oye, sabes que si pasa algo puedes contármelo, ¿verdad?

Sabía que algo pasaba con su amigo, podía notar sus muecas de dolor al andar, su respiración más pesada de lo que solía ser, y distintas cosas que le hacían preocuparse.

—No pasa nada, Shinso, todo está bien.
—Te noto raro, Monoma, se que algo no está bien.

Quería contárselo, quería desahogarse con él hasta quedarse dormido.
Pero no quería que Shinso le mirase con otros ojos, no podría soportar la mirada de pena de él mayor,

—Anda, deja de inventar cosas y vamos a clase, pronto tocará el timbre y nosotros seguimos aquí.

El más alto suspiró y miró a Monoma, que miraba al suelo y llevaba un paso acelerado.
Averiguaría lo que estaba pasando con su amigo, quería saber que era aquello que tanto daño le hacía.

...

El dolor en el brazo de Neito era casi insoportable, sentía la herida palpitar y eso le estaba poniendo realmente nervioso. Solo esperaba que no tuvieran que pelear hoy, por que pelear así solo sería un suicidio.

Hitoshi observaba a Neito y se dio cuenta de que tenía el ceño algo fruncido, eso le preocupaba un poco.
Miré a Kendo, que sonreía con Tetsu y Pony, realmente esa chica era el diablo en persona.

Shinso sabía que Monoma a veces podía ser algo...¿complicado? de comprender, pero una vez lo conocías te dabas cuenta de que realmente tiene un corazón demasiado grande como para herir realmente a alguien, así que sabía de sobra que todo lo que había dicho Kendo era mentira.

Llegó a clase llorando, y estuvo contando que Neito se había metido con ella y le había dicho cosas horribles, que nunca llegaría a ser héroe y que tenía un quirk demasiado inútil.
Incluso dijo que se metió con Tetsutetsu y la pequeña Pony.
Era estúpido, cualquier persona que conociera mínimamente a Monoma sabría que él no se metería con Pony por nada del mundo, ya que la veía como una hermana menor y le parecía demasiado tierna.
Ahora todos estaban en su contra por culpa de una niñata egoísta que solo quería atención.

Cuando finalizó la clase, fueron juntos al comedor como siempre lo hacían, comenzaron a comer y de nuevo comenzaron a reír.
Neito sintió un dolor punzante en su brazo, cosa q le hizo soltar un quejido y dirigir su mano hacia la herida.

—¿Estás bien?

Shinso abrió los ojos como platos al ver donde llevaba la mano su amigo.

—Monoma, estás sangrando.
—¿Qué?

Neito miró su brazo y pudo ver como su camisa blanca se tornaba de un color rojo vivo.

—Vamos a la enfermería.
—No, en mi habitación hay cosas para curarme, mejor vamos allí.

Shinso no quiso discutir con el, así que le siguió hasta su habitación y una vez cerraron la puerta el más bajo entró en el baño.

—¿Necesitas ayuda? Sé bastante de primeros auxilios.
—¿Por quien me tomas? Yo puedo solo, solo es un pequeño corte.

De nuevo Monoma se encontraba mirando al espejo que mostraba su persona, llena de heridas.
No era alguien muy musculoso, era más bien algo flacucho en comparación a sus amigos.
Volvió a escuchar como tocaban la puerta.

—Monoma, estás tardando mucho, ¿todo bien?
—Si, tranquilo, todo perfecto.

Vendó su herida de nuevo y se puso una nueva camisa que había cogido anteriormente.

—Listo.
—¿Cómo te has cortado?
—Soy un poco torpe, un jarrón de cristal se me cayó encima y me cortó un poco.

Neito intentó sonar lo más convincente posible, aunque sabía que Hitoshi no le había creído.

...

No quería estar en su casa, odiaba estar en esa habitación tan pequeña.
Escuchaba música a todo volumen en sus cascos para evitar escuchar las cosas romperse en la planta baja.
La música sonaba y el tarareaba casi llorando, siempre le pasaba.

So if you need to be mean
Be mean to me
I can take it and put it inside of me
If you hands need to break
More than trinkets in your room
You can lean on my arm
As you break my heart.

♫♫♫

La canción que está escuchando Monoma se llama "I don't smoke" y es de Mitski ♡