Antes, Frío se sentaba todo el tiempo al lado de Luz, pero ya no se siente bienvenida ahí.
Ahora, Frío sale al patio trasero y saca un cigarrillo de su bolso, las manos le tiemblan, en realidad no quiere hacerlo...
Pero lo enciende.
La soledad nos afecta a todos de maneras distintas, pero morir con cada calada al cigarrillo, eso no va con ella y Viento lo sabe.
Así que después de seguir a la pequeña Frío todo el día, se acerca a ella, ahora están ellos dos solos ahí, Viento le arrebata el agotador de vida de los labio y lo apaga.
―¿Qué rayos te pasa? ―le pregunta Frío.
Él la observa detenidamente, ella se harta de él y se prepara para ir.
Viento la toma del hombro y la detiene.
Cuando sus miradas se encuentran él habla:
―No eres una suicida.
―¿Qué?
En aquellos segundos Frío se sintió tan desamparada. ¿Es que él sabía todos sus secretos?
Sí, los sabía, pero no era algo que Viento admitiría ante ella, hoy no.
―Tu valentía es de otro tipo y si mueres será sólo porque así yo lo decido.
Las palabras de él eran simplemente odiosas, ella se zafó de su agarre y se fue.
Viento se quedó ahí, para nada estaba molesto, ella no le creía, eso era un reto, y él amaba los retos.
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Frío © #Wattys2016
Short StoryElla tiene un nombre que nadie sabe. Ella es frío, en sus manos, sus ojos y sus labios. Ella es todo y nada. Ella es veneno, sangre, dolor y tu salvación.